El cuadro blanquivioleta volvía a comparecer ante su público en un día en el que la afición, no respondió. Con una citación perfecta para lo que al observar del arte futbolístico se refiere, domingo a las 16.00 horas, como en los viejos tiempos, tan solo 9.333 personas, fieles al Real Valladolid, acudieron a animar a su equipo, en una tarde la de ayer, plácida en lo que a los componentes meteorológicos se refieren para tratarse de un día 15 de febrero.
El conjunto de Joan Francesc Ferrer 'Rubi', salva otra jornada con tres puntos importantísimos y se aprovecha del duelo directo y del empate en ese mismo partido entre Girona y Sporting de Gijón, en un encuentro en el que los locales se preguntan aún como dejaron escapar con vida al cuadro asturiano de Montilivi y del pinchazo del Real Betis en el Carlos Belmonte para colocarse segundo en la tabla, solo superado por Las Palmas
Partido trampa
El choque de ayer ante el Alcorcón, era, sin lugar a dudas un partido trampa a priori y más aún durante la disputa del mismo. El conjunto madrileño llegaba hasta la capital del Pisuerga herido y con una racha, que en el día de ayer se vio prolongada. Ocho jornadas sin conocer la victoria, desde el día 7 de diciembre sin saborear el triunfo tras el 3-2 en Santo Domingo ante el Sabadell. A pesar de los datos estadísticos y de que el conjunto de José Bordalás se quedó muy pronto con un hombre menos tras la expulsión de Nagore tras ser superado en apenas 20 minutos en innumerables ocasione por Mojica, la escuadra madrileña supo sufrir y llegar con vida a los instantes finales del partido como resultado de una gran esfuerzo y de una gran solidaridad colectiva.
El Alcorcón, con jugadores de calidad como David Rodríguez, Pastrana y compañía es un equipo que en los últimos años ha estado cerca de conseguir el ascenso a la Primera División del Fútbol español gracias a ese juego en equipo y esas ayudas continuas entre sus jugadores que hacen de la solidaridad la piedra angular de su fútbol.
Bordalás marca el choque
Mucha de la culpa de la derrota de su equipo la tuvo en el día de ayer su técnico, José Bordalas. Más preocupado en la mayoría de las ocasiones de protestarle a la primera persona que cerca de la banda se encuentra cerca de él, la mayoría de las ocasione el cuarto árbitro, se olvida de las componente tácticas del encuentro haciendo que su equipo navegue a la deriva en el transcurrir de ciertos partidos.
En la tarde de ayer, el comandante de la nave madrileña fue incapaz de no percatarse de la superioridad de Mojica por banda izquierda, derecha si se habla de la defensa del Alcorcón. El lateral diestro Nagore fue expulsado muy pronto y ante el entrar como cuchillo en mantequilla del colombiano por dicha banda y con el jugador amarillo, ayer rojo, amonestado, fue capaz de cambiarle para que no pasase lo que ocurrió, la expulsión de Nagore. Cosas de entrenadores, que en ocasiones prefieren hacer lo políticamente correcto sin salirse del guión establecido en lugar de buscar el bien de su equipo y realizar un cambio a tiempo que ayude a que no ocurra lo que finalmente le ocurrió al cuadro visitante. Bordalás no estuvo fino, y el Alcorcón suma una nueva jornada sin vencer y van nueve.
Lo de Mojica, esperemos que un susto
Al comienzo de la segunda parte, toda la afición blanca y violeta se echaba las manos a la cabeza temiéndose lo peor, una lesión de, posiblemente junto a Jonathan Pereira y Óscar González, el jugador más determinante del cuadro de 'Rubi', Mojica. El colombiano tenía que ser retirado en camilla, a pesar de que finalmente se retiró al banquillo por su propio pie y con ciertos aspavientos incomprensibles ya que Alberto, jefe de los servicios médicos del Real Valladolid, desde el inicio había hecho gestos de que el cafetero debía ser cambiado.
Con la acción, y teniendo en mente las lesiones de Roger, desde hace cinco meses, de Alfaro, operado el pasado viernes y de Túlio de Melo, al que su falta de competición le está pasando factura, una lesión de Mojica podía dañar seriamente el juego de ataque del Real Valladolid. Finalmente y tras la conclusión del partido parece que todo quedó en un susto y que el 3 del Pucela podrá estar el fin de semana que viene en las islas canarias para disputar ese choque ante el Tenerife.
Toca ganar en las islas al Tenerife
Tras la victoria ante el Alcorcón, el domingo y a partir de las 19.00 toca ganar a un Tenerife que viene de empatar en Anduva ante el Mirandés pero que sigue en puestos de descenso a Segunda División B con 25 puntos los mismos que acumulan Albacete y Racing de Santander. Y toca vences porque de nuevo hay un enfrentamiento directo entre Betis y Girona (sábado a las 20.00 horas en el Estadio Benito Villamarín, en el que el Real Valladolid puede salir de nuevo beneficiado y porque tras este partido en las islas llegan dos de auténtico orden y en el que el conjunto de Joan Francesc Ferrer 'Rubi' va a medirse con Sporting de Gijón en Zorrilla y con el Real Betis en tierras andaluzas. El conjunto pucelano, que ayer volvió a ganar con poco fútbol, tiene que volver a encontrar su juego, apretar los dientes y saber que de aquí hasta que finalice esta Segunda División del fútbol español todo lo que les espera son finales.