Álvaro Rubio, el capitán silencioso

Álvaro Rubio es la brújula de este Real Valladolid. Portador del brazalete, el riojano destaca por su trabajo sobrio pero eficaz, alejado de los focos. Por desgracia, algún día llegará su adiós y dejará a Zorrilla sin uno de sus estandartes.

Álvaro Rubio, el capitán silencioso
Rubio es uno de los líderes del Real Valladolid. (Foto. quetiempo.es).
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Por Juan Navarro García

Álvaro Rubio jamás venderá cientos de camisetas con su nombre y dorsal a la espalda. Quizá tampoco sea el favorito de la grada, tantas veces injusta aduladora de goleadores caducos y crítica con la eficacia perenne. Este centrocampista de Logroño va camino de los 36 años, y solo en los últimos tiempos está viendo premiada, en forma de respeto, su labor innegable por el Real Valladolid.

Su sacrificio y generosidad en el esfuerzo son indudables cuando interviene en el campo, agradando a quienes siempre creyeron en el '18' como dueño del timón y haciendo rectificar a esos críticos con el "sobrino de Mendilibar". Este año está incluso teniendo presencia ofensiva, con un buen gol contra el Alavés cuatro años después de su última diana.

Sin embargo, estas buenas noticias tienen una gran pega: el calendario, el tiempo, ese cruel tic-tac que juega con las personas a su antojo sin que nadie escape de él. Rubio, por mucho que se despegue de marcajes rivales, no podrá eludir el paso del minutero por su cuerpo. Su retirada, esa palabra tabú entre los aficionados de Zorrilla, parece ya más próxima que lejana, precedida por un progresivo ocaso que Álvaro está sabiendo disimular. Ya no juega los 90 minutos, pero aprovecha cada momento para darlo todo por su Pucela.

Rubio es clave en el Real Valladolid

¿Quién ocupará el lugar del capitán? Muchos centrocampistas han sido su pareja durante su periplo en la ciudad del Pisuerga, en la que lleva jugando desde hace ya nueve temporadas. Hombres como Pelé, Rossi, Vivar Dorado, Víctor Pérez, Haris Medunjanin, Javi Baraja o Nafti han sido su pareja de baile y competencia, pero ninguno ha conseguido fraguar el poso que Rubio ha asentado en Valladolid.

Ese temor, totalmente fundado, llega a su máximo esplendor cuando se cierra una temporada y es hora de hablar de su renovación. Hasta la fecha, tiene firmado hasta 2016. Ese 30 de junio tendrá ya algo más de 37 años, una edad muy alta para un futbolista de élite. Tanto la afición como la directiva estarían encantados de que siguiera, aunque sea con un peso inferior al actual, pero contando con su presencia en el vestuario.

Dado lo desconocido del futuro, es importante observar y disfrutar del presente de Álvaro Rubio Robres con la elástica pucelana. Su presencia en la medular y su vida fuera del verde, tan humilde y alejada de lo mediático, se echará mucho de menos cuando baje el telón.

Quizá no todo Zorrilla lo sepa, tan solo algunos valientes que no tienen miedo a afirmar que su jugador predilecto lleva un gol en las últimas cuatro temporadas, que no posa en ropa interior ni gusta de excesos nocturnos. Es un orgullo tener a Don Álvaro Rubio como jugador favorito del Real Valladolid.

Imágenes: LFP | Real Valladolid.