Raúl Fernández, fichado por el Real Valladolid en el pasado mercado invernal mostró su lado más personal y humano más allá del mundo del fútbol en las ya habituales entrevistas realizadas por el propio club albivioleta. El guardameta vizcaíno afiemó ser una persona a la que le encantan los animales, la naturaleza y cocinar además de defender la portería, demarcación por la cual se decantó tras comenzar a jugar de portero en los partidos que hacían su hermano con sus amigos.

"Era una oportunidad muy buena para mí"El Raúl Fernandez no dudó en responder de manera positiva a la llamada del Real Valladolid el pasado mes de enero y así lo aseguró: "Que te llame un club como el Real Valladolid, un club histórico recientemente en primera división y para mí de primera división siempre motiva mucho y entran ganas de ser partícipe de este proyecto tan bonito como es subir a Primera División". El club valladolisoletano y sus instalaciones no le pillan de sorpresa al guardamenta, que tuvo la ocasión de jugar un amistoso ante los pucelanos: "Tuve la oportunidad de jugar aquí hace dos años un amistoso y las instalaciones, el estadio, la afición y lo importante que es el club para la ciudad es un referente y la verdad que ha sido como esperaba; un club con muchos trofeos e historia".

Aunque durante su infancia jugó en una posición diferente a la de guardamenta, Raúl Fernández comenzó a defender bajo los tres palos en los partidos con su hermano mayor y terminó de convencerse de que le gustaba esta demarcación en el equipo del colegio: "Cuando era pequeño jugaba con mi hermano y los mayores y para poder jugar tenía que ser portero. Me gustaba y lo hacía bien y cuando entré en el colegio ya había un portero y tuve que ser jugador y lo hacía bien. Un día se puso enfermo el portero y me tocó a mi y el entrenador me dijo que me quedase así que lo había hecho bien y a partir de ahí me fichó el Athletic con diez años y así hasta hoy en día".

"El Athletic de Bilbao me lo ha dado todo"El portero pucelano comenzó su andadura en el mundo del fútbol en tierras vascas, en las categorías inferiores del Athletic de Bilbao, club que recuerda con un cariño especial: "Desde pequeño me han criado y casi han sido como mis padres; me han educado, me han hecho futbolista y he aprendido todo de ellos. Pasar por todas las categorías inferiores y cada año veía que muchos compañeros se quedaban en el camino y conseguir crecer y llegar hasta arriba ha sido un reto bonito. Por las circunstancias ha tocado moverse varias veces cedido y rescindir el contrato pero el recuerdo es bonito".