La hora de los valientes

El Valladolid visita el campo del Betis a por algo más que tres puntos, con la mente puesta en el Villamarín pero mirando de reojo otros campos. La carrera hacia el ascenso encara ya su recta final con la igualdad como protagonista.

La hora de los valientes
Bets y Real Valladolid se juegan más que tres puntos. (Imagen: Real Valladolid).
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Por Juan Navarro García

Salvo que a Rubi se le nuble la pizarra y decida efectuar una revolución en el once que plante en el Benito Villamarín, parte del equipo titular que represente al Real Valladolid este próximo domingo a las 12:00 vivió en ese mismo estadio, hace meses ya, la consumación del esperpento de temporada llevada a cabo. Hombres como Rueda, Valiente -entonces sancionado-, Óscar o Rubio, amén de otros como Omar Ramos, Jeffren, Sastre... perdieron 4-3 contra un conjunto ya descendido. Hilarantemente vergonzoso para la parroquia pucelana, especialmente para los desplazados a Sevilla.

No es de grato recuerdo la última visita a Heliópolis

Casi diez meses después de esta tragedia, el Pucela vuelve a visitar la casa bética, aunque con pretensiones y dinámicas bien distintas. Por un lado, los de Rubi llegan como segundos de la categoría tras haber ganado a uno de sus principales rivales por la cabeza de la tabla, un Sporting de Gijón poco querido en Zorrilla. Cierto es que la Liga Adelante está lejos de la Liga BBVA, pero las alegrías siempre gustan en el cuerpo de la afición albivioleta.

En la actualidad, el Real Valladolid se encuentra a dos puntos de liderar la clasificación, máxima ambición del club, que tampoco vería con malos ojos ascender de forma directa desde la segunda posición. El caso es volver a la élite, y para ello se hace más necesario que nunca olvidar miedos escénicos y afrontar de nuevo un reto, el de ser los primeros, algo que podría ocurrir en caso de pinchazo de Las Palmas, que suma 52 por 51 de los castellanos.

Encuentros de alto nivel

A pesar de depender de los insulares, este partido contra el Real Betis es muy similar al de la semana pasada contra los gijoneses. No son solo tres puntos, ya que se añade el factor golaveraje, que beneficiaría al ganador del encuentro en caso de igualada a final de campaña, tras el 0-0 de la ida.

El club de Zorrilla ha ocupado solo una jornada la cumbre de la liga, tras superar el Girona en la undécima jornada. Después de esas mieles, los pucelanos perdieron posiciones tras sendas igualadas a cero en el campo del Mirandés y del Sabadell y caer en casa contra el vigente líder. Quizá fuese un bajón de rendimiento, quizá los nervios se atenazaron en días en los que no salieron bien las cosas, pero el caso es que no se pudo prorrogar el reinado, ya que los canarios supieron auparse, para no bajarse, a este puesto privilegiado.

De vuelta al Villamarín, tras la visita a Heliópolis restarán catorce partidos para poner fin a este curso futbolístico. 42 puntos, ni más ni menos, que pueden voltear a su antojo la clasificación, ya que a pesar de la regularidad que exhiben Las Palmas, Valladolid, Girona, Sporting y Betis, todos ellos se dejarán puntos en su respectivo camino a la gloria. La cuestión es que ascenderá aquel que muestre más solvencia y en más partidos se lleve el laurel.

La igualdad es la tónica de esta temporada

Los chicos de Pepe Mel están tan solo con un punto menos que los pupilos de Rubi, así que el encuentro se antoja vital, ya no solo por los tres puntos en juego, sino por las sensaciones que traería consigo el resultado del próximo domingo. En caso de que los vallisoletanos se hagan con el triunfo, saldarían con pleno de victorias una fase complicada del calendario, ya que Sporting y Betis serán sus principales contrincantes por el ascenso. Este espaldarazo disiparía esas dudas que tan inoportunamente han acompañado al Pucela a lo largo de esta temporada, como los inoportunos partidos contra modestos como Lugo -por partida doble-, Mirandés, Sabadell o Tenerife, que lastraban las dinámicas generadas por resultados positivos anteriores.

El rival también juega

Como antes se ha apuntado, este campeonato de Segunda división se encuentra mucho más apretado que en ediciones anteriores en lo que se refiere a las posiciones más elevadas de la tabla. Estos cinco equipos, a nada que un rival no gane, se pueden incluso poner líderes en esta vigésimo octava jornada, en la que no solo se verán Betis y Valladolid.

En Asturias se disputará un partido que no solo tendrá la máxima atención de sus participantes, sino del resto de competidores. El Sporting de Gijón recibe en su feudo a la Unión Deportiva Las Palmas, deseosos de volver a la senda del triunfo tras rubricar su segunda derrota de la campaña ante los castellanos. En cuanto a los de amarillo, su igualada contra el Tenerife el pasado domingo por la mañana convierte a los de Paco Herrera en un rival peligroso, sabedor de que en caso de empatar o perder en El Molinón, tanto los de Abelardo como los de Rubi los adelantarían en la clasificación.

Sporting y Las Palmas se verán cinco horas después de conocer el resultado entre Betis y Valladolid. A pesar de que estos cuatro equipos parecen protagonizar esta jornada explosiva, existe otro club que aguarda en la sombra: el Girona. Los catalanes juegan este fin de semana en casa de otro de los ocupantes de puestos altos de la tabla, la Ponferradina. El conjunto leonés batalla con el Zaragoza por ser el ocupante de la sexta y última plaza que da acceso a la liguilla que permite a su ganador el retorno a Primera división.

Los bercianos se apoyan en su fortaleza en El Toralín, donde han sacado 25 de los 39 puntos que alcanza su casillero. No tienen el poderío de los cinco punteros del campeonato, pero son un rival muy rocoso, especialmente en su propio campo. Los gerundenses podrían aprovecharse de los enfrentamientos directos para acercarse sigilosamente al liderato, o al menos al ascenso directo, pero no pueden permitirse el lujo de tener la cabeza en el Villamarín o en El Molinón, porque la Ponferradina no es un oponente que vaya a tener piedad con un rival distraído.

La necesidad de ratificarse

Volviendo a la ciudad del Pisuerga, la semana previa a este encuentro de gran importancia se realiza con dos consignas: la primera, asaltar el campo del Betis; y la segunda, dejar en casa los malos pensamientos que pueden aparecer en caso de recordar el 4-3 de la pasada temporada. Esa es función principal para los capitanes y nombres fuertes del vestuario pucelano, así como por parte de Rubi y su cuerpo técnico, siempre pendiente de analizar al siguiente adversario para saber qué carencias atacar y de qué fortalezas protegerse.

Esta jornada 28, a buen seguro, sea importante para definir el resultado final de la Liga Adelante en la edición de 2014/2015. Quedarán 42 puntos todavía por disputarse, pero tanto a efectos numéricos como anímicos, los encuentros en Sevilla y Gijón, y en menor medida Ponferrada, serán algo más que una simple jornada más para con equipos implicados.

Imágenes: Real Valladolid | LFP.