Un partido para olvidar

Los hombres de Rubén de la Barrera se miden este fin de semana a orillas del Pisuerga al Burgos CF, un equipo que en el partido de la primera vuelta celebrado en El Plantío doblegó a los pucelanos de forma completamente merecida por un contundente 3-0, por lo que el filial del Pucela tratará de sacarse la espina de dicho enfrentamiento.

Un partido para olvidar
(Foto: Rodrigo Jiménez | VAVEL).
peterparra13
Por Pedro Parra

El filial blanquivioleta recibe el próximo sábado en la capital de Castilla al Burgos CF, un conjunto que viene de perder la pasada jornada en el Estadio Municipal de El Plantío por cero tantos a dos contra el CD Guijuelo, una derrota que ha hecho que los blanquinegros se encuentren a cuatro puntos de la zona de promoción de descenso a Tercera División. Aun así, los pupilos de Rubén de la Barrera tendrán que respetar al máximo a su rival de este fin de semana, sobre todo teniendo en cuenta el último precedente entre vallisoletanos y burgaleses.

Cabe recordar que el Burgos CF se impuso en el duelo de la primera vuelta por un contundente 3-0 al Promesas en tierras burgalesas, lo que provocó que el plantel albivioleta se adentrara en una dinámica negativa de tres partidos consecutivos sin conocer la victoria, después de haber empatado a cero frente al Sporting de Gijón B en Mareo y de haber caído derrotado en los Anexos al José Zorrilla por la mínima (1-2) ante el Real Avilés. No obstante, el filial del Club presidido por Carlos Suárez saldría de ese pequeño bache justo después del batacazo contra los blanquinegros, debido a que se impuso delante de su afición por dos goles a cero a la Cultural y Deportiva Leonesa.

Volviendo al encuentro celebrado en El Plantío, es preciso señalar que los de De la Barrera comenzaron la contienda mostrando su intención de hacerse con el control de la posesión del cuero, ya que había sido la principal seña de identidad de los pucelanos desde que había arrancado el presente curso futbolístico. Dani Vega, Ángel y Jorge empezaron a combinar y a realizar triangulaciones que desarticularon el entramado defensivo de los locales, si bien es cierto que el peligro se desvanecía prácticamente por completo cada vez que se aproximaban a las inmediaciones de Aurreko.

El guardameta del equipo dirigido por aquel entonces por Fede Castaños estuvo realmente seguro y solvente cuando la tesitura requirió de sus servicios, aunque es verdad que el Real Valladolid B no hizo gala del poderío ofensivo y del buen juego que había estado desplegando durante el primer tramo de la campaña. El bando visitante trataba por todos los medios de incrustarse en el interior del área burgalesa, superando para ello el entramado defensivo perfectamente estructurado por su técnico en el terreno de juego, lo que provocó que los intentos y los esfuerzos de los jóvenes jugadores del Promesas fueran más bien en vano.

Y la situación se le complicaría más aún a la segunda plantilla del Pucela, exactamente a la media hora de juego, momento en el que Carralero aprovechó su oportunidad para perforar el fondo de las mallas de la portería defendida por Julio. Este golpe supuso un auténtico jarro de agua fría para los vallisoletanos, especialmente porque apenas fueron capaces de acercarse a los dominios de Aurreko para devolver la equidad al electrónico antes de que finalizara el primer acto. Aun así, la renta en el luminoso era muy escasa para los blanquinegros, principalmente al ser conscientes del nivel del oponente que tenían delante, por lo que habría que aguardar para ver lo que depararían los segundos 45 minutos en el césped de El Plantío.

La situación se le complicaría más aún a la segunda plantilla del Pucela

El míster gallego del Real Valladolid Promesas optó por dar entrada en el campo a Javi Navas y Dani Espinar en detrimento de Juanjo y Mario, pensando que de esta forma conseguiría aportar algo más de profundidad al juego de los suyos para lograr equilibrar el partido cuanto antes. Sin embargo, la estrategia de Rubén de la Barrera se resquebrajaría totalmente cuando el Burgos CF consiguió ampliar su ventaja en el marcador por medio de Gabri Gómez, quien no dejó que transcurrieran más de diez minutos de la segunda parte para noquear todavía más a los blanquivioletas.

Pese a ello, las tropas encabezadas por De la Barrera no se vinieron abajo en ningún instante y se volcaron plenamente en tareas ofensivas con el propósito de recortar diferencias en el electrónico, lo que causó que los burgaleses dieran un paso hacia atrás para contener las acometidas de los pucelanos. Y a punto estuvo el cuadro visitante de meter el miedo en el cuerpo a la afición blanquinegra, una vez que Dani Espinar ejecutó un gran lanzamiento de falta desde uno de los costados que fue a parar directamente a Dani Vega. El canterano no estuvo lo suficientemente acertado como para superar a Aurreko, pero aún había tiempo por delante para realizar la machada.

Corría ya el minuto 60 en el derbi regional entre Burgos CF y Real Valladolid Promesas, instante determinante que permitió que el filial del Pucela tuviera la entereza necesaria para revertir de alguna manera el guion previamente establecido, puesto que comenzó a controlar el choque y a gozar de varias ocasiones para introducir el esférico en el fondo de la red de la meta blanquinegra. Pese a ello, los locales se mantuvieron muy sólidos y seguros a lo largo de esa media hora restante de duelo, aprovechando cada mínima oportunidad de salir rápidamente al contragolpe para ponerle la puntilla definitiva a su adversario. Y sería en el tiempo añadido cuando Álex Cruz, previo envío perfectamente ejecutado por Carralero, efectuó un tremendo testarazo ante el que nada pudo hacer Julio Iricibar para evitar que el 3-0 subiera al marcador de El Plantío y la locura se desatara en sus gradas.