Han pasado ya algo más de 25 años desde que la hichada vallisoletana no se iba a casa sin recibir goles en contra por siete jornadas seguidas. Ese es el tiempo que lleva Javi Varas sin lamentar un tanto rival en su portería, algo que no ocurría en Valladolid desde la campaña 1988/1989 con Fenoy bajo los palos de Zorrilla.
Esta fortaleza defensiva en casa convierte al Pucela en uno de los equipos menos batidos de la categoría, si bien tiene que extender esta muralla a los encuentros fuera de casa. La goleada de este sábado no tuvo ninguna nota negativa en forma de sanción o lesión que lamentar en las filas de Rubi.
El entrenador catalán, a pesar de que en la previa dejó caer que quizá su alineación podría contener rostros nuevos, eligió a la mayor parte de los jugadores que cayeron contra el Betis. Solo Chus Herrero apareció en el equipo titular en detrimento del sancionado Chica. Curiosamente, el ex del Girona también fue titular en el encuentro de ida contra los sorianos.
El nombre propio del partido fue David Timor, que añadió dos goles a su registro de la temporada. Ya van cinco, y se erige como tercer máximo artillero del Pucela. El centrocampista valenciano está sorprendiendo agradablemente por su llegada a puerta rival y su sacrificio defensivo, un genial fichaje para este Valladolid.