El Real Valladolid Promesas volvió a ganar, y lo hizo gracias a un buen planteamiento de su entrenador, Rubén de la Barrera, quien afirmó sentirse plenamente satisfecho con el encuentro que realizaron ante el Guijuelo: “Un partido diferente a los que veníamos disputando, menos juego pero muy competitivos, sabiendo qué hacer en todo momento. No concediendo al rival, un equipo con muy buenos jugadores, clasificación importante y objetivo ambicioso. Los chicos han cumplido fantásticamente bien”.
“Las veces que hemos finalizado no han sido muchas. La acción del penalti la precede un gol nuestro, una ventaja que debería haber otorgado, nos exponíamos a que ese penalti se falle. El árbitro no ha condicionado. El viento sí, es pan nuestro de cada día, condiciona a los dos equipos y a nosotros en mucha medida”, explicó sobre los dos posibles condicionantes del partido, el colegiado y el intenso viento que hizo en los Anexos.
Respecto a la lesión de Carmona, y la decisión de no retirarle, indicó que aún no tienen un diagnóstico: “Parece que en el tendón de Aquiles tiene problemas. Lo primero, para no agotar un cambio en la primera parte. En el descanso hemos intentado tomar medidas para que aguantara, pero el dolor persistía y ha sido sustituido”. “El gol tempranero nuestro, el no permitir que conecten con los jugadores interiores, evitar que conecten fuera y centren al área. Todo esto es fruto del trabajo de los chicos, se han vaciado y es la clave. Si no lo hacemos, no les ganamos”, prosiguió el gallego.
Para finalizar, explicó porqué situó a Alexis en el centro del campo, buscando reforzar esta parcela con un jugador defensivo como es el cafetero: “La idea era reforzarse en el eje, por dentro. Con la presencia de Lambarri condiciona el juego. Si no terminan de encontrarse lo de dentro se separan y limpian esa zona del campo. Ese fue el motivo de tener a este jugador, para reforzar la zona y rodearle de los jugadores que teníamos”.