Urko Vera, el sacacorchos

El delantero de Barakaldo es el estandarte goleador del Mirandés, pues atesora el 50% de las dianas de su equipo, 14 de 28. El Real Valladolid se enfrenta a un equipo y a un atacante a la antigua usanza.

Urko Vera, el sacacorchos
Urko Vera, el artillero del Mirandés. (Foto: Diario de Burgos).
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Por Juan Navarro García

El fútbol de los últimos años ha cambiado mucho. Guardiola y sus seguidores han puesto de moda el toque de balón, la posesión hasta el hartazgo y el juego por raso, un modelo muy exitoso, como puede apreciarse con los éxitos de su Barcelona y, por extensión, de la Selección española. Basta con echar un vistazo a las categorías inferiores para ver que los entrenadores de fútbol base intentan que sus chicos adopten esta idea, incitando a sacar la pelota jugada desde campo propio y sin consentir balonazos.

Los nostálgicos añoran el juego directo

Todo lo contrario a este fútbol es el Mirandés. El cuadro burgalés es un equipo humilde, con muchos años vagando por ligas menos lustrosas que la Primera y la Segunda, y si por algo se caracteriza es por un juego directo, intenso y alejado de florituras. Choca, pues, con la opción mencionada en el primer párrafo, pero no por ello es ni más ni menos legítima que aquella que apuesta por el trato de balón. Son dos formas de jugar a este deporte, nada más y nada menos.

190 centímetros hechos para el gol

En ella, los delanteros corpulentos son fundamentales para el bienestar de los clubes que apuestan por el juego por alto, con envíos desde la banda o desde la zaga para que el ariete los baje y pueda generar peligro sin necesidad de que los centrocampistas tengan el cuero en sus botas durante minutos. Urko Vera es el estandarte del CD Mirandés, pues suma 14 de los 28 goles de su equipo, la mitad del total, un 50% vital para los intereses de Carlos Terrazas y de toda Anduva.

El delantero vasco atesora ciento noventa centímetros de altura, una envergadura que lo convierte en la referencia ofensiva de los rojillos, que saben que les proporciona más réditos confiar en el acierto de su '9' que organizar el juego desde la defensa y convertir a la medular en el faro del equipo. De estos catorce tantos, cuatro de ellos han llegado con su pie derecho, otros cuatro con la cabeza y seis con la zurda. Su polivalencia a la hora del remate y su buen hacer en acciones de estrategias lo convierten en un digno representante de esos arietes a la antigua usanza, como lo fueron Urzaiz o Aduriz, con quienes comparte posición, tierra de procedencia y envergadura.

Este sábado se enfrenta a los jugadores entrenados por Rubi con la intención de seguir aumentando el porcentaje de los goles del Mirandés que llevan su sello. Dado que los pucelanos se encuentran sumidos en una racha horrible de resultados y sensaciones, con solo tres puntos de los últimos quince en disputa, Urko se convierte en un peligro para Samuel y Rueda, pues Llorca vuelve a la titularidad tras la sanción que acarrea la quinta amarilla vista por Marc en Girona.

Sal en la herida

El Pucela comenzó la temporada sufriendo mucho a balón parado, ya que ni Javi Varas es un prodigio por alto ni la defensa castellana resolvía adecuadamente estas lides del juego. Con el paso de las jornadas, la línea de retaguardia fue mejorando su rendimiento en esta faceta, pero las flaquezas exhibidas en las últimas semanas convierten a Vera en un verdadero peligro para un Real Valladolid con dudas.

El Mirandés está a ocho puntos del playoff y del descenso

En el encuentro de la primera vuelta, en el que comenzó la primera racha negativa de resultados, pues los de Rubi llegaron a Miranda como líderes y arrancaron un punto tras sufrir mucho en el tramo final. En ese encuentro de noviembre, el delantero vasco no anotó gol, sino que dio una lección de cómo situarse como referencia ofensiva. La pareja de centrales y el portero le mandaban todos los esféricos, que controlaba y bajaba al césped con gran acierto, permitiendo generar juego lejos de campo propio y con posibilidades de llegar a la puerta rival sin muchos rodeos.

El año pasado, Urko formó parte de las filas del ascendido Éibar, que no renovó sus servicios de cara a su aventura en la élite. Lo cierto es que Segunda practica un juego muy distinto al de la Liga BBVA, donde hay más gusto por la posesión, mientras que la igualdad que caracteriza a la división de plata provoca que haya formas de jugar como la del Mirandés, menos lustrosa y más eficaz.

El gol rojillo

Los de Anduva han anotado solo 28 goles, los que menos de toda la Liga Adelante, aunque no por ello ocupan puestos de peligro en la tabla. Su decimocuarta posición, con ocho puntos de margen sobre el descenso, implica que estén a la misma distancia de los puestos de playoff que de caer a las posiciones de descenso. Dado que el objetivo de los burgaleses no es otro que estar varios años en Segunda, da igual el cómo, nadie tiene queja del sistema directo de Terrazas, aunque implique marcar menos goles, pero no por ello menos espectáculo.

Ya no está Pablo Infante, emblema viviente pero ausente del actual Mirandés, pero su lugar al menos en el presente lo está ocupando Urko Vera. La afición quiere a su delantero, sabedora de que sin él estarían sufriendo de lo lindo por mantener la categoría. Por otro lado, puestos a hacer cábalas, hubiera sido curioso ver cómo hubiera sido la pareja Infante-Vera, el uno maestro de colgar balones desde la banda o a pelota parada, y el otro un magnífico cabeceador y pez gordo en el mar que son las áreas rivales.

Foto: promecal.es

Sus 14 dianas han llegado en 12 partidos distintos, esto es, es un goleador regular, aunque lleva tres jornadas sin celebrar uno. ¿Será el Real Valladolid su próxima víctima? Toda la línea trasera pucelana deberá estar muy atenta a los movimientos del killer rojillo, así que tanto Varas como la pareja de centrales que sea titular en Zorrilla deberán marcar de cerca a su rival del sábado, siempre ayudados por otros compañeros para evitar que el de Barakaldo tenga excesiva presencia en su visita a tierras pucelanas.

El Mirandés, con rasgos ingleses

Quizá el Mirandés no guste a los adalides del fútbol de toque, de Xavi y de posesión, pero lo cierto es que a los nostálgicos les alegra ver cómo un club modesto recurre a un 9 corpulento, al juego directo y alejado de florituras, como ocurre más a menudo en Inglaterra. El Mirandés, con Urko Vera al frente, no es un equipo cualquiera.