Los pupilos dirigidos por Rubi saltaron al terreno de juego con la mentalidad puesta en superar a la UD Las Palmas en la tabla, sobre todo después de que los de Paco Herrera tropezaran en Anduva al caer derrotados por dos tantos a uno frente al CD Mirandés. La primera oportunidad para los vallisoletanos de perforar el fondo de las mallas del guardameta del CE Sabadell llegó a los ocho minutos de partido, justo cuando Óscar González botó un saque de esquina que fue perfectamente rematado por Roger. No obstante, el testarazo del '9' del Pucela salió ligeramente desviado de la meta visitante.
Uno de los jugadores más activos de los locales en el tramo inicial del encuentro era Johan Mojica, quien estaba llevando a cabo varias cabalgadas por el flanco izquierdo del ataque del Real Valladolid con la intención de desarmar el entramado defensivo planteado por Juan Carlos Mandiá. Es cierto que las últimas actuaciones del colombiano no habían sido tan brillantes como al inicio del presente curso futbolístico, aunque no por ello la afición y el cuerpo técnico habían dejado de confiar en las múltiples virtudes del extremo cedido por el Rayo Vallecano.
Los extremos del Pucela eran muy conscientes de que podían aprovechar el filón que tenían por ambos costados para generar varias ocasiones de peligro. Así lo hizo Hernán Pérez superado el cuarto de hora del primer acto, cuando se internó por la derecha para caer a la zona central del ataque blanquivioleta, un poco por detrás de la medialuna de los visitantes, posición en la que realizó un poderoso disparo que fue repelido por el palo de la portería defendida por Nauzet. El Pucela estaba con muchas ganas de demostrar que aún era un serio candidato a pelear por el ascenso directo, aunque en esta ocasión la fortuna no estuvo de su lado.
Y como es habitual cada vez que se llega a la parte más emocionante y fatídica de la temporada, la polémica iba a tener acto de presencia en el desarrollo del partido a orillas del Pisuerga. Se llegaba al ecuador de la primera mitad cuando Mojica se internó nuevamente por la zurda, demarcación en la que el colegiado entendió que se encontraba en fuera de juego. De todos modos, se pudo apreciar que el colombiano estaba en posición correcta, por lo que su centro y posterior chut de Óscar al fondo de la red no debieron ser invalidados por el trencilla de la contienda.
Aluvión de ocasiones del Pucela
Sin apenas tiempo para descansar, fue Hernán Pérez el que se adentró por la parte diestra, recortó a su oponente con mucha clase y tuvo el mano a mano con Nauzet, si bien es cierto que no supo cómo definir ante la buena salida del arquero del Sabadell. Poco después sería su homólogo por el otro costado, es decir, Mojica, el que trataría de desarbolar a su marcador por dicho carril. El cafetero se deshizo hasta en dos ocasiones del lateral diestro del Sabadell, aunque sus envíos fueron repelidos sin demasiadas complicaciones por la zaga arlequinada.
El Sabadell no se arrugó en ningún instante
Pese a que el dominio territorial, de la posesión del esférico y de las ocasiones era del bando albivioleta, el Sabadell no se arrugó en ningún instante y lo probó por el costado diestro tras una buena acción colectiva, aunque la zaga del Club presidido por Carlos Suárez pudo solventar la situación de forma adecuada. A continuación, sería Roger el que probaría fortuna con un zapatazo desde la frontal del área, un lanzamiento que fue teledirigido a la cruceta de la meta de Nauzet. La parroquia castellana cantaba prácticamente el gol desde la grada, sobre todo porque el cancerbero de los barceloneses estaba casi batido.
Desde ese momento, el duelo sería un acoso y derribo por parte de los locales. Óscar demostraría una vez más su talento con un doble sombrero que le permitió quedarse delante de Nauzet, pero su disparo fue repelido y rechazado por la zaga arlequinada cuando ya se vislumbraba el primer tanto de la tarde a orillas del Pisuerga. Luego sería Valiente el que efectuaría un gran testarazo desde el punto de penalti, aunque el cabezazo del central criado en la cantera del FC Barcelona no encontró la portería para desesperación de Rubi desde el banquillo.
Tras la reanudación, la estrategia del Real Valladolid no cambió en absoluto en comparación con lo que se había visto durante los primeros 45 minutos, debido a que Hernán Pérez y Mojica seguían convirtiéndose en un auténtico quebradero de cabeza para el plantel arlequinado. No obstante, los envíos desde los costados no estaban siendo para nada precisos, por lo que apenas existía la posibilidad de que alguno de sus compañeros pudiese conectar con el esférico para abrir el marcador. Óscar y Roger también se asociaron en una bonita triangulación, pero finalmente no fueron capaces de percutir en el interior de la sólida defensa del equipo de Mandiá.
El paso de los minutos jugaba totalmente en contra de los intereses de los pucelanos, que eran los que estaban buscando con tesón y tenacidad los dominios de Nauzet para poner el 1-0 en el luminoso. La imprecisión y el cansancio empezaban a darse cita en la capital de Castilla, lo que provocó que Hernán Pérez no midiera bien en una entrada sobre Agus, una jugada que le costó al paraguayo la primera cartulina amarilla del partido que veía un jugador pucelano (antes la vio Yeray para el Sabadell). Sin embargo, la afición blanquivioleta no perdía la esperanza de llevarse tres puntos fundamentales para seguir peleando por subir a Primera.
Una acción desafortunada
Pero lo peor estaba aún para llegar para el Real Valladolid, principalmente en una jugada que fue totalmente innecesaria. André Leão cometió una dura entrada en el círculo central sobre Collantes, lo que provocó que el árbitro del envite le mostrara sin dudas ni contemplaciones la cartulina roja directa, una decisión que enfureció al graderío del José Zorrilla. Aun así, la acción del centrocampista portugués fue muy fea y dura, por lo que la expulsión estaba más que justificada al comprobar que el '8' de los pucelanos se equivocó por completo al ir tan agresivo al corte.
La inferioridad numérica no impidió que los locales buscaran incesantemente la portería de Nauzet
La inferioridad numérica no impidió que los locales buscaran incesantemente la portería de Nauzet para decantar la balanza a su favor, un aspecto que permitió que Hernán Pérez volviera a ser el factor desequilibrante para enviarle el cuero en bandeja a Mojica. El colombiano se plantó solo delante del portero del Sabadell, aunque su control no fue muy técnico y no pudo definir con claridad para adelantar a los suyos. Una vez más, el paraguayo lo intentaría con un disparo desde fuera del área, una acción que obligó a Nauzet a detener el esférico en dos tiempos, además de ganarle unos segundos al crono por un encontronazo con Túlio de Melo, quien había entrado al campo en detrimento de Roger (también saltó al césped Timor por Samuel).
El encuentro entraba en su tramo definitivo con todo aún por decidir. Es cierto que los pucelanos habían sido superiores a su rival durante todo el partido, incluso con uno menos en el terreno de juego, pero el orden y la seriedad del Sabadell estaban impidiendo que el electrónico se moviera en el Nuevo José Zorrilla. Rubi quemaría su último cartucho con la entrada de Óscar Díaz por Óscar González, mientras que Mandiá haría una doble sustitución al ingresar en el césped a Sotan y Gato por Collantes y Eguaras. Mientras tanto, las espadas seguían en todo lo alto en la ciudad que vio nacer a Miguel Delibes.
Pero poco más habría que destacar del compromiso disputado en el fortín albivioleta en la tarde de este domingo. El empate a cero dejaba muy satisfecho al Sabadell, principalmente porque se queda a dos puntos de la salvación y de la permanencia en la Liga Adelante. Por su parte, el Pucela da un paso atrás en su objetivo de pelear por el ascenso directo, ya que se mantiene en la quinta posición de la tabla a cuatro puntos de Sporting de Gijón y de Girona FC, que son los que marcan la segunda posición que tanto ansían los pupilos de Rubi.