Nueva jornada en el calendario blanquivioleta, y para continuar con la tradición de estas últimas semanas, se vuelve a etiquetar de ‘final’ el encuentro que disputará este domingo el Pucela frente al CD Leganés. Los últimos resultados cosechados en la Liga Adelante deja muy tocado al equipo de cara a conseguir el ascenso directo, uno de los objetivos a principios de temporada.
Resulta complicado explicar el motivo por el que el equipo se ha caído de esta manera en el tramo decisivo de la campaña, a la vez que preocupa los últimos resultados cosechados en casa. Hasta mediados de febrero, el Real Valladolid había demostrando ser un equipo fiable cuando jugaba en Zorrilla, ante su afición. Por el feudo albivioleta ya han pasado los 4 equipos que aspiran junto a los violetas a conseguir ese ascenso a Primera. Un bagaje de dos victoria (vs Girona y Sporting), un empate (vs Betis) y una derrota (vs Las Palmas), por aquel entonces el líder de la categoría y un equipo que apuntaba a Primera División hasta el inicio de 2015.
Uno de los 'peros' del Real Valladolid ha sido la irregularidad mostrada
Uno de los ‘peros’ de este equipo durante esta temporada ha estado en la poca regularidad que ha mostrado cuando ha jugado fuera de casa. Si en Zorrilla, como se ha analizado anteriormente, mostraba a sus respectivos rivales ser un equipo difícil de batir, esto mismo no lo ha sabido transmitir en campos como Palamós, Butarque o la Nova Creu Alta. Puntos que, a la larga, en las circunstancias que se encuentra ahora mismo el Pucela, añora de alguna manera.
Esta temporada, los favoritos no siempre ganan
Ya los últimos años, se ha visto como en la Liga Adelante no siempre los favoritos ganan sus partidos o incluso ascienden. Sin ir más lejos, muy pocos confiaban en el ascenso del Eibar la temporada pasada, un equipo recién ascendido de 2ªB, sin presión, finalmente consiguió el premio. O por poner otro de los casos, se ha visto como equipos descendidos en los últimos años (Real Zaragoza, Osasuna…), que ya desde principios de campaña aspiraban a conseguir el ascenso, han pasado por apuros en la temporada viendo como ese papel de favoritos se ha esfumado.
El Real Valladolid partía esta temporada con la vitola de ser uno de los tres que aspiraba a Primera División. Contando, además, con una de las plantillas más completas línea por línea de la categoría. Enfrente se ha encontrado con equipos también con ese papel de favoritos, véase Real Betis y Las Palmas, además de los casos de Sporting y Girona; dos conjuntos que sin tener esa presión social han sabido competir en esta categoría tan complicada hasta tal punto de colocarse entre los primeros puestos.
A poco más de un mes, el Real Valladolid ha visto como el resto de rivales le adelantaban por la derecha, viéndose relegado a los puestos de playoff. A día de hoy, resulta complicado creer en un ascenso directo por parte de los blanquivioletas; pese a su presidente, Carlos Suárez, que esta misma semana ha manifestado ante los medios de comunicación que él si cree que el equipo consiga ganar los 7 partidos restantes, debe de ser de los pocos que lo piensen en la ciudad de Delibes.
Ahora conviene preguntarse, ¿es posible, de verdad, que el equipo gane los 7 partidos que le queden? Conviene ser realista y serio, no es muy probable. Si un conjunto que en el tramo decisivo de la temporada -meses marzo y abril- ha cosechado 8 puntos de 24 posibles, pues resulta complicado. Y más teniendo en cuenta como ha dejado escapar puntos ante rivales bastantes más inferiores. Un club que quiere aspirar a estar entre los 2 primeros puestos no puede perder en casa frente al Albacete o empatar ante el Sabadell, por muy buen partido y ocasiones que se tuviesen. Encuentros en los que el Real Valladolid partía como favorito para llevarse los 3 puntos, ha visto como hasta en ciertas ocasiones le han pitado la cara.
Por este mismo motivo, el partido ante el CD Leganés del domingo resulta complicado hacer un pronóstico. Puede salir cara y saldar el encuentro con victoria blanquivioleta, o puede salir cruz y verse relegado a la promoción de ascenso, pues todo lo que no sea una victoria obliga a olvidarse, de forma definitiva, de la segunda plaza. Cada jornada en la Liga Adelante depara alguna sorpresa, y quizás lo que ahora resulte complicado de alcanzar, la semana que viene se vea de otra manera.