Adioses y hasta luegos

Como cada verano, el Real Valladolid vivirá cambios en su vestuario, ya que se producirán llegadas a la par que varias salidas. Varios jugadores acaban contrato, pero no todos continuarán en la disciplina vallisoletana. Se avecinan semanas frenéticas en los despachos de Zorrilla.

Adioses y hasta luegos
Varas y Mojica son dos de los jugadores que no seguirán en el Pucela. (Imagen: Real Valladolid).
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Por Juan Navarro García

Llega un momento en el que no valen todos y en el que no le vales a todos. Que lo que uno busca y lo que ofrece el otro no casa, que ambas partes ya no están condenadas a entenderse, sino a buscarse su verdadero lugar. Ya no todos caben en el Real Valladolid ni el Real Valladolid es el mejor hogar para algunos de ellos, ambos grupos coinciden en que buscarán fortuna más allá de las orillas del Pisuerga.

Verano movido en Zorrilla

Sin embargo, todavía quedan algunas esperanzas. Vínculos, flecos, nexos o hilos finos que conectan dos partes que podrían entenderse. Será necesario un buen vino, un mejor mantel y una óptima negociación para que se selle un acuerdo, en este caso, de índole futbolística. El ciclo, más o menos extenso, de no pocos jugadores toca a su fin. Algunos serán recordados, otros caerán en el más profundo de los olvidos, otros dejaron gloria, otros la buscarán.

Los contratos de Varas, Raúl, Mojica, Samuel, Chus Herrero, Peña, Sastre, Álvaro Rubio, Óscar Díaz, Túlio De Melo, Pereira, Hernán Pérez y Roger expiran el próximo 30 de junio, y el futuro se adivina incierto para buena parte de ellos que, para alegría o tristeza, no pisarán más Zorrilla como locales.

Javi Varas

Sus dudas iniciales, con expulsión incluida en el debut, se disolvieron con las semanas, demostrando que tiene nivel para una categoría superior. Como en la vuelta fatídica contra Las Palmas, el sevillano salvó a los suyos no pocas veces este curso, hasta el punto de ser elegido mejor portero de noviembre, mes en el que el Valladolid flaqueó ostensiblemente y siguió en pie gracias a su acierto.

Varas, un portero de Primera

Firmó un año más otros dos opcionales, que podría efectuarse en caso de ascenso. El andaluz suma ya 32 años, una edad elevada para aspirar solamente a Segunda, de modo que el hombre que respetó su palabra a Braulio y eligió Pucela probablemente abandone el club con el amargo sabor de la roja recibida en las islas. Llegó a 40 partidos, recibió 34 goles en los 17 choques en los que no dejó su puerta a cero y llegó a parar el 77% de los disparos recibidos, con buenas actuaciones como en Miranda de Ebro. Buenos registros que no han valido para llevar a los suyos a la Liga BBVA.

Raúl Fernández

El papel del guardameta suplente de Varas fue prácticamente testimonial y en silencio, un silencio que siempre se agradece si proviene de los reservas. El joven portero llegó en invierno para suplir a Dani sabedor de que su rol iba a ser secundario y que tenía mucho que aprender del meta andaluz. Raúl ha recibido el respeto el club por su intachable actitud, y recibió el premio de minutos en una última jornada en la que el Pucela cayó por 2-4, y lo cierto es que su actuación no fue brillante.

Fernández firmó hasta el 30 de junio y su futuro es incierto, ya que quedará completamente libre. Si Varas se va y él imita sus pasos, el Pucela se quedaría sin cancerbero alguno. Su continuidad no se puede descartar, siempre a la sombra de un hombre más experimentado y con más capacidades, de modo que Raúl pudiera seguir creciendo bajo palos.

Carlos González Peña

El salmantino es uno de los veteranos del equipo, y superviviente de los dos playoff, de distinta suerte, que el Valladolid jugó en la campaña 2010/11 y 2011/12, siendo esta última la del ascenso. Su temporada ha sido discreta, pese a jugarlo prácticamente todo a las órdenes de Rubi. En los 39 partidos que se enfundó la albivioleta alcanzó el 51,3% de duelos ganados, un registro escaso para ser defensa, pues de los cinco años que lleva Peña en Pucela, este ha sido el más flojo de todos. En ataque, mucho se le ha achacado que su presencia por banda zurda era estéril, ya que sus centros rara vez tenían rendimiento. De hecho, solo 12 de sus 108 envíos intentados desde la cal tuvieron éxito, un 11,1% muy poco interesante para un carrilero. Solo una asistencia de gol y una diana -en la goleada en Huelva- completan su bagaje ofensivo.

Peña es apto para ser un buen suplente

Suma ya 31 años, una edad a tener en cuenta en este deporte. Desde que se confirmó la no presencia pucelana en Primera, se ha especulado con una posible marcha de Peña al Levante, en la Liga BBVA y un destino apetecible para los jugadores del Real Valladolid, como bien saben Pedro López o Mariño. Zorrilla entiende que este lateral siempre lo deja todo y su esfuerzo nunca es cuestionable, pero llega un momento en el que esto no es suficiente. La afición entendería su adiós, pues sabe que ya no está para ser titular, eso sí, sería válido como suplente de garantías en zaga.

Samuel Llorca

Cuánto se ha añorado a Marc Valiente en el tramo final de campaña. El cedido por el Celta se ha limitado a mostrar contundencia y muy poco más, evidenciando una grave falta de conceptos técnicos para jugar la pelota de una forma algo más elaborada que dando un patadón a seguir. Llorca ha alcanzado un 66,1% de éxito en los duelos con el rival a lo largo de los 20 partidos disputados, si bien ha sufrido horrores cuando el atacante lo encaraba en velocidad, ya que si un problema tiene Samuel es su lentitud en los giros, pues se debe tener en cuenta que ha sido intervenido varias veces de lesiones de gravedad en la rodilla.

La continuidad del corpulento alicantino depende del conjunto gallego, a quien pertenece. Una hipotética vuelta a Valladolid el año que viene, sea a préstamo o en propiedad, aportaría carácter a la zaga castellana, aunque sería un error confiar en él como líder de la defensa, una línea que necesita retoques, especialmente en el centro, visto el nivel de Rueda en la pasada temporada.

Chus Herrero

Entre lesiones y rotaciones, el maño alcanzó la cantidad de 18 choques, repartiendo su presencia entre el lateral derecho y el eje de la zaga, con alguna incursión puntual como centrocampista. Rubi avaló que firmara por el club del Pisuerga tras coincidir en Girona, consciente de que aporta experiencia y polivalencia, aunque quizá no al nivel que al aficionado le gustaría. El de Zaragoza apenas ha superado el 50% de los duelos ganados, siempre sufriendo si le tocaba lidiar con un extremo veloz y algo más cómodo cuando formaba como central.

Su contrato detalló que solo estaría un año en Zorrilla, y ahora es momento de evaluar su adiós o su prórroga. Chus, como puede ocurrir con Samuel, puede ser un buen recurso en un vestuario, ya que puede ocupar varias posiciones, pero no se puede confiar en él para cometidos de alta categoría. Si el Valladolid no encuentra un defensa en crecimiento y que pueda ocupar más de un puesto, Herrero podría continuar un año más y seguir disponible para tapar agujeros ocasionales.

Lluís Sastre

Tres años lleva el menorquín en Castilla y tres años ha mostrado luces y sombras. No termina de gustar a ningún entrenador y acaba asumiendo el papel de comodín en el centro del campo, como este año, que ha llegado a 20 participaciones, doce de inicio y ocho desde la suplencia. En ellas completó un notable 85,2% de los pases, exhibiendo un buen toque de balón, pero sin el criterio que hubiera sido deseable. Rubi comenzó el curso confiando en él, el paso de los meses hizo disminuir esta fe pero en el tramo final Sastre volvió a tener presencia en el equipo.

Formado en La Masía, el caso del ex del Huesca se asemeja al de Herrero y Llorca: podrían seguir, pero como escuderos de otros jugadores con mejores cualidades que las suyas, ya que los tres han mostrado que saben lidiar con el banquillo. Si no se llega a un acuerdo, Lluís se marchará en busca de otro lugar en el que contar con más regularidad.

Álvaro Rubio

La edad no perdona en el ámbito físico, pero sí es más benévola con lo técnico y táctico. Rubio ya no está para acabar los 90 minutos, pero sí para brindar un buen fútbol cuando pisa el césped. Lo sabe él y lo sabe una ciudad enamorada del riojano, que si por votación popular fuese sería incluso candidato a la alcaldía. El capitán lleva ya ocho temporadas en Zorrilla, y aunque esta no ha sido la más brillante de ellas, ha llegado a 29 participaciones, 18 de ellas como titular y con casi el 80% de los pases completados satisfactoriamente.

Rubio es el emblema del José Zorrilla

Dos goles y cinco asistencias confirman que con el técnico catalán, sobre todo cuando se jugó con trivote, el de Logroño tuvo más presencia en área rival, si bien no olvidó sus funciones defensivas con 84 balones recuperados y el 78% de las entradas acertadas. Su continuidad depende de los despachos, hace unos meses llegó a haber polémica porque iba a llegar al mínimo de partidos que lo hubiera renovado automáticamente, llegando a decirse que Rubi lo hacía por órdenes del presidente, aunque actualmente todo invita a pensar que seguirá un año más en su ciudad adoptiva. Sin embargo, Suárez declaró que Álvaro Rubio podría estar en ese vestuario todo el tiempo que quisiese. Pese a sus 36 años, la retirada aún no se contempla.

Mojica

El colombiano llegó a Valladolid en calidad de cedido por el Rayo Vallecano, pues su explosividad como lateral no era del agrado de Jémez, aunque vestido de blanco y de violeta ha intervenido mucho más como extremo. Su máximo aval es la velocidad, pero esta no cuenta con la siempre provechosa compañía de la cabeza, de ahí que buena parte de sus intentonas por banda izquierda fuesen en vano, pues solo 27 de sus 149 centros llegaron a su destino. Siete goles y seis asistencias muestran que Johan no ha firmado un mal año, siendo clave entre noviembre y febrero, asumiendo galones en ataque y personalidad arriba, pero no pudo mantener el ritmo en el segundo bloque de la temporada, más aún desde que sufrió una lesión tras ser convocado con Colombia.

El sudamericano tiene muy difícil volver a defender a estos colores, ya que puede formar parte de la plantilla del Rayo sin problema, siempre que su técnico lo acepte. En caso contrario, podría recalar en alguna plantilla de Primera que lo quisiera también cedido. Pucela seguro que lo aceptaría de vuelta, ya que no es precisamente una opción muy atractiva para jugadores que puedan tener minutos en la Liga BBVA, siendo consciente de sus virtudes y sus limitaciones.

Óscar Díaz

Caso idéntico al de Chus Herrero. También firmó un año tras tener un papel secundario en Almería y certificar 16 goles en el Lugo de Setién la temporada anterior y llegó a Zorrilla un delantero polivalente, capaz de partir desde ambas bandas o como segunda punta, pero con más dificultades si es la referencia ofensiva. Tuvo que serlo varios meses tras la caída de Roger, pero su escaso acierto hizo que Rubi llegara a apostar por Jeffren en esa posición. Dos goles y una asistencia son los registros alcanzados tras 27 partidos.

Óscar Díaz fracasó como delantero centro

Díaz tiene casi imposible recibir la llamada de Primera, así que todo depende de que el nuevo entrenador, Braulio y él puedan llegar a un acuerdo, en caso de que ninguna de las tres partes no esté interesada. A sus 31 años y vistos sus pobres datos de la temporada, no parece probable que reciba la propuesta de seguir un año más en Zorrilla.

Túlio de Melo

El brasileño fue la apuesta de los despachos para reforzar la maltrecha delantera, pero en ningún momento dio la verdadera sensación de que Túlio pudiera aportar al equipo. Llegó pasado de peso, sin competir en algo más de un año y tras serias lesiones de rodilla, que son especialmente dañinas en personas corpulentas como él -193 centímetros-, así que apenas aportó en los 376 minutos disputados, en los que certificó dos goles y una asistencia.

A sus 29 años, el ex del Lille y conocedor de competiciones europeas queda libre el mencionado 30 de junio. En caso de que continuara en la entidad, podría verse si, tras la pretemporada, el ariete que destacó en la liga francesa no ha olvidado lo que es ser futbolista y no ha olvidado lo que es marcar. No obstante, depende de si la directiva confía en alguien con tan poco peso en la pasada campaña.

Jonathan Pereira

Si el gallego hubiese mantenido su inercia inicial, el Pucela hubiera llegado a Primera en un santiamén. Tras disputar algunos minutos contra el Alavés y el Llagostera, rubricó su titularidad en Mallorca con tres goles y dos asistencias, un estreno brutal que elevó la esperanza de la parroquia pucelana a límites insospechados. Tras rendir bien alguna semana más, como en la goleada en Santander, una absurda expulsión en Tenerife condenó al banquillo a un Pereira que no volvió a aportar casi nada hasta la conclusión del curso. Sus seis tantos engordan un apartado estadístico notorio, pero en cuanto a presencia en el juego y regularidad, a Jonathan no se le vio.

Cedido por el Villarreal, un hipotético ascenso lo hubiera mantenido dos cursos más en Valladolid, pero ahora ha de volver hasta 2017 a El Madrigal, donde seguramente se le busque destino en busca de un lugar en el que volver a marcar goles. Como en muchos de los arriba mencionados, no ha aportado gran cosa para merecer seguir en Castilla, pero podría ser una alternativa en el frente ofensivo.

Hernán Pérez

Bendita llegada invernal la de este guaraní. Su calidad y derroche físico son más propios de Primera, en un buen equipo, que de la Liga Adelante, a no ser que no tenga el día y no se esfuerce más que lo mínimo, en cuyo caso baja mucho su rendimiento. En media temporada se ha ganado a la afición y al entrenador, que contó con él siempre que pudo. Goles de hermosísima factura como los anotados al Sporting o al Barcelona B, amén del que mantuvo vivo al Valladolid en la eliminatoria contra Las Palmas, han demostrado que el paraguayo jugaría en casi todos los equipos de España.

Cuatro goles y cinco asistencias se lleva a casa Hernán, cuya presencia de blanco y violeta el año que viene es poco menos que una utopía, de hecho, se despidió de la grada en redes sociales. En caso de ascenso, también hubiera seguido otros dos años, una noticia casi tan positiva como el retorno a la élite. Un hipotético retorno a Valladolid en caso de también hipotético ascenso futuro sería un grandísimo refuerzo para la plantilla pucelana, que se tendrá que conformar con ver al sudamericano a través de la televisión.

Roger

Ya lo advirtió Braulio a lo largo de la temporada: era muy difícil que el delantero siguiese a orillas del Pisuerga, fuese en la división que fuese. La condena a vagar un año más por la categoría de plata convierte a Roger en un plato inalcanzable para el Valladolid, que pierde así a un atacante que en 18 partidos jugados ha celebrado siete dianas y ha exhibido una capacidad de presión y un carácter que hacía mucho que Zorrilla no disfrutaba. Su grave lesión rompió el ritmo del cedido por el Levante, que en caso de no haber sufrido la rotura de los ligamentos cruzados de la rodilla derecha en Gijón y haber sido la referencia pucelana, a buen seguro hubiera llevado al equipo de vuelta a Primera gracias a sus goles.

Su futuro vuelve a Orriols, donde formará parte de un equipo modesto en el que seguro que tendrá protagonismo y seguirá aprendiendo las claves del buen delantero, aunque ya tiene una buena base sobre la que seguir trabajando. El tigre, que se zafó de su competencia como lo hace de la defensa rival, volvió a ser el elegido por Rubi tras recuperarse de sus problemas físicos y demostró que la clave de una buena cura es la paciencia y no saltar plazos, lo cual acaba siendo perjudicial. Como sucede con Hernán Pérez, Valladolid cruza los dedos para que el día de mañana se vuelvan a cruzar los caminos de Roger y de Zorrilla, donde en apenas un año se ha ganado el cariño y el respeto de los aficionados.

Estas son las cábalas sobre las que gira la situación actual del Real Valladolid, así que es turno de que Braulio Vázquez desempolve su agenda y saque lustre al teléfono y recurra a sus contactos para formar un plantel competitivo de cara a recuperar el puesto en Primera en la próxima campaña, la 2015/16. En ella buena parte de los actuales jugadores no tendrán cabida, aún no se sabe cuántos hombres de esta lista perpetuarán su ciclo en Pucela, mientras que llegarán otros nombres en busca de cuajar un mimbre potente tanto en calidad como en trabajo en equipo, que al fin y al cabo es lo que acaba decantando la balanza de quienes suben y de quienes no lo hacen. Pronto se sabrá qué futbolistas han entonado el adiós y cuáles el hasta luego.

Llega el momento de los movimientos en el vestuario

En cuanto a entrenador, este Pucela necesita a alguien que sepa sacar provecho de la indudable calidad técnica de ese vestuario, pero que a su vez lo dote de carácter y unidad en torno a una idea de juego, un concepto a seguir en el que todos sepan su función y se vean capacitados de aportar. La Segunda división es muy larga y exigente, así que siempre es bienvenida la experiencia en esta liga, así como personalidad desde el banquillo, algo de lo que el Real Valladolid ha adolecido durante buena parte de la pasada temporada, en la que Rubi no fue capaz de impregnar a sus jugadores de la defensa de una causa común: el ascenso. Dentro de un año se verá si a la segunda es la vencida.

Imágenes: Real Valladolid | LFP.