El Real Valladolid se llevó el II Memorial Agustín Villar, en un sentido homenaje que repite el conjunto pucelano por segundo verano consecutivo. Pero no fue sencillo, primero por la baja en defensa de Chica, y segundo porque al descanso, el resultado no era positivo para los de Zorrilla. Sin embargo, el conjunto albivioleta supo reponerse y dio la vuelta al marcador en un segundo tiempo marcado por el doblete en cinco minutos de Rodri, dejando atrás sus molestias en el tobillo y reencontrándose con el gol. 

Sorprendió Garitano con su alineación titular, situando a Anuar en el lateral derecho por la baja de Chica. El técnico vasco, que lo había ensayado durante esta misma mañana en el entrenamiento diario, probó con el habitual centrocampista del Promesas para ocupar esta demarcación, cuando otras opciones eran el propio Mario Hermoso, más acostumbrado a las tareas de lateral, o utilizar a uno de los dos extremos. Con esta defensa de circunstancias en los costados, y los debuts de Rodri y Mojica, por segunda vez, comenzó una primera parte un tanto amarga para los pucelanos.

Lo fue porque, a pesar de tener un gran número de llegadas y el control del cuero, no consiguió perforar la portería de Miguel, que realizó un par de buenas paradas. No hubo que esperar mucho para el primer acercamiento visitante, pues en un saque de esquina la defensa zamorana sacó bajo palos el buen remate de Samuel que se iba directo a gol, cuando apenas se cumplían cinco minutos de partido. El balón parado, faceta del juego muy estudiada por Garitano, continúa siendo una de las principales armas ofensivas de este Real Valladolid. Sí entró el balón unos minutos después, cuando Juan Villar superó al arquero rival tras el buen centro de Rodri, sin embargo el onubense se encontraba en fuera de juego y el colegiado anuló el tanto.

El Zamora supo aprovechar su ocasión y cerró la portería con un gran Miguel 

Mientras, el Zamora trataba de dar lo mejor de sí mismo, a la contra o en rápidas transiciones. Mariño, quien sigue peleando por hacerse con el puesto de titular en la portería, realizó una magnífica estirada para impedir el tanto de un David Álvarez que tiró de tacón como último recurso. Y fue el propio David, poco después, el que obtuvo el premio para su equipo, cabeceando un buen centro medido de Manu Moreira desde la derecha, en un contraataque que pilló descubierta la zaga pucelana. Algo que, a Garitano, seguro que no le gustó nada, ya que el técnico vasco presta mucha atención al trabajo defensivo y el repliegue de sus jugadores hacia su campo.

En líneas generales, el Real Valladolid fue algo superior a su rival en estos primeros 45 minutos, ya que sumó un par de llegadas peligrosas más que pudieron convertirse en el empate. Primero, con el intento de Rodri a pase de Mojica, demostrando que ambos futbolistas han llegado enchufados en esta recta final de pretemporada; y después con la estirada de Miguel al cabezazo de Ángel, de nuevo en un saque de esquina. Desde el córner, el Pucela tuvo sus dos mejores acciones de peligro. Tan solo pudo contabilizarse un disparo más, de Juan Villar, que se fue al lateral del área, en el primer periodo, que finalizó con la derrota momentánea de los pucelanos. 

Rodri resuelve la situación con un doblete

El segundo tiempo empezó con cambios, hasta tres en el conjunto de Garitano. Timor, Guzmán y Alfaro reemplazaron a Leao, Juan Villar y Renzo Zambrano, este último después de estar algo apagado y desdibujado en los primeros 45 minutos. Por su parte, Balta decidió cambiar al que había sido su mejor hombre, el arquero Miguel, dando entrada a Jon Andoni. Le dio resultado al vasco, pues en una de las primeras acciones del segundo compás, Guzmán Casaseca encontró el hueco para lanzar un medido centro que Rodri remató con la testa a la red. Debut con diana para el soriano, y una nueva aparición en lo que se refiere al gol para Guzmán Casaseca, sin duda uno de los jugadores más en forma durante el verano. Pero había más, pues si en dos saques de esquina anteriores el Pucela se había quedado cerca del tanto, esta vez Rodri no dejó escapar la oportunidad, y a placer puso el segundo en su cuenta particular y completó la remontada visitante.

Rodri y Alfaro fueron un peligro constante en la segunda mitad

No terminó el hambre del Real Valladolid y de Rodri en particular, pues el soriano buscó su hattrick particular. Lo pudo encontrar con un derechazo, blocado esta vez sí por Jon Andoni. Pero cuando se cumplía la hora de juego, en una fulgurante contra, los albivioletas sentenciaron el choque. Con rapidez, sin dar tiempo a que el rival se pudiera replegar, Alfaro culminó la jugada visitante con la asistencia de Mojica desde la izquierda.

En apenas quince minutos, los de Garitano resolvieron el sinsabor del primer tiempo y pusieron tierra de por medio ante un rival teóricamente inferior por su categoría, actualmente la Tercera División. El dominio pucelano continuó, con repetidas llegadas, como un disparo de Alfaro que se marchó algo desviado. Ya con Caye Quintana sobre el campo, los jugadores ofensivos del Real Valladolid no bajaron el pistón, toda vez que consiguieron recuperarse de la desventaja en el marcador. De hecho, el ‘9’ del Promesas se quedó cerca del gol tras un chut con la zurda que despejó el arquero zamorano.

El Pucela termina deborando al Zamora

Caye Quintana sigue sumando minutos de calidad y goles

Los minutos finales sirvieron para que, aparte de reafirmar la superioridad pucelana y seguir sumando goles, Caye Quintana marcara su tanto. El delantero onubense, llegado para el Promesas, se está ganando un puesto en el primer equipo, y hasta el propio Garitano ha afirmado que está muy satisfecho con su labor. Entre Alfaro y Guzmán consiguieron elaborar una acción de peligro que Caye mandó a la red, con la colaboración del zaguero del Zamora, Cristian. Con los brazos abajo, y viéndose muy superado en el segundo tiempo, el equipo local dio más facilidades, lo que se tradujo en el quinto tanto blanquivioleta, esta vez obra de Timor, con un disparo con la zurda típico del jugador valenciano. Desde la frontal, colocado y complicado de atajar para Jon Andoni.  Si cinco parecían demasiados, quedó tiempo para el sexto, de nuevo de Alfaro, superando al aquero en el mano a mano.

Con este arreón final, el colegiado dio por terminado un choque que se le hizo muy largo al Zamora, viendo como el Real Valladolid le pasó por encima en el segundo tiempo y consiguió la friolera cifra de seis goles. Sensaciones muy positivas para los de Garitano, que siguen creciendo, pero dejan esa pequeña mancha de haber dejado pasar ocasiones en el primer tiempo y haber cometido un fallo que propició el tanto local. Victoria, mejoría y un bonito recuerdo para Agustín Villar, el verdadero protagonista de la tarde.