Quién iba a decir a la afición del Real Valladolid hace apenas tres meses y tras el fiasco en Las Palmas que el jugador más destacado en esta segunda jornada del campeonato nacional liguero 2015-2016 iba a ser un futbolista procedente de Segunda División B, con acento andaluz, que viene del Cádiz y que se llama Juan Villar.

El del Pucela dio un recital en el encuentro de ayer ante el Alcorcón y volvió loca a una defensa, la madrileña, que va a soñar con los continuos desmarques de un jugador, el andaluz, que acabó el encuentro extenuado, tras disputar los noventa minutos, con un derroche supino de coraje, ganas e ilusión.

Bien de delantero

Sorprendió Gaizka Garitano de inicio no por dar entrada en el once inicial al siete del Real Valladolid sino por hacerlo como delantero centro y en sustitución de un Rodri que no fue, ni mucho menos, de los peores en el primer encuentro liguero en tierras cordobesas.

Villar dotó al equipo de esa presión que Garitano quiere, desde el ataque, en cada partido

El nuevo técnico del conjunto vallisoletano era consciente de que el pasado sábado en el Nuevo Arcángel el jugador cedido por TSV Munich 1860 no le había dado esa presión innegociable que el entrenador vasco quiere en cada partido y en la tarde-noche lluviosa de ayer, ante el conjunto de Juan Ramón López Muñíz, Juan Villar si dotó al equipo de esa agresividad y lucha desde la zona atacante. Batallador y peligroso como delantero centro, el ex del Cádiz gozó de las mejores ocasiones de la escuadra que preside Carlos Suárez en la primera parte e incluso fue objeto de un penalti, pero lo mejor lo tenía reservado el onubense para la segunda parte.

Perfecto entrando desde la banda

Tras la rigurosa expulsión de Chema Rodríguez en el minuto 56 de encuentro y la entrada al terreno de juego de Rodri en sustitución de Guzmán (minuto 63), Villar recuperó y volvió a su posición natural, la de extremo derecho. Desde allí creció aún más su actuación, buscando el desborde y el centro, como se demostró en el tanto que regaló a Óscar, o las diagonales hacia el área para encontrar posiciones de remate.

Corría el minuto 67 de encuentro cuando una gran jugada de Mojica por la izquierda la enviaba al fondo de la portería visitante el andaluz con un testarazo potente y preciso. Era el primer tanto con la zamarra albivioleta pero el jugador del Pucela quería más y cuando el partido agonizaba regalaba el segundo tanto a Óscar para cerrar el partido, los tres puntos y una actuación memorable.

El primero de muchos

El de Juan Villar era el primer tanto oficial con el Real Valladolid, el octavo en la categoría del plata del fútbol español. Un partido para enmarcar para un jugador de 27 años, en la edad propicia para brillar en esto del deporte del balompié. El de Huelva cuajaba un partido de diez, con gol y asistencia incluidos, y demostraba que la segunda división B del fútbol es una mina de jugadores con calidad, hambre y oficio, muy interesante para pescar por parte de equipos con los recursos escasos con los que cuenta el conjunto vallisoletano. Este seguro que es el primero de los muchos tantos que le quedan por marcar a la nueva estrella del equipo de la capital del Pisuerga.