El Real Valladolid B no levanta cabeza, desde su derrota ante la Arandina los jóvenes jugadores del filial no conocen la victoria. En el encuentro de hoy, los pucelanos se veían las caras ante  el Izarra navarro y sufrieron la cuarta derrota consecutiva por un gol al filo del descanso obra de Lizarraga, cuando los locales mejor estaban jugando.

El técnico pucelano afrontaba este encuentro con las bajas de cuatro jugadores importantes dentro del once filial. A pesar de las ausencias de Ángel, Jose, Annuar y Arroyo, el conjunto local salió muy bien plantado sobre el césped de los Anexos, haciéndose con el control del esférico y gozando de las primeras ocasiones para abrir el marcador.

Toni sería el primero en probar fortuna de cara a gol pero su disparo salió mordido y se marchó fuera. Según pasaban los minutos, el Promesas se acercaba más a la portería y tenía las ocasiones más claras. En un saque de esquina, el filial tuvo su mejor ocasión para adelantarse en el marcador, pero el larguero impidió que el cabezazo de Mario fuera al fondo de las mallas.

A raíz de ese momento comenzó un nuevo partido en los Anexos. El Izarra se desperezó y comenzó a disputar la posesión al Promesas. El encuentro comenzó a ser un auténtico correcalles con dos equipos volcados sobre el área rival.

Los navarros crearon peligro sobre la meta defendida por Julio a base de jugadas a balón parado y contras. En una falta botada cerca de la frontal del área, el Izarra dio el primer aviso de peligro con un remate de Yoel al palo. El segundo avisó llegó en una contra del conjunto de Estella tras perdida local en el centro del campo que obligó a Julio a emplearse al máximo para evitar el tanto de Lizarraga.

Primero Toni puso a prueba a Aitor

Los minutos seguían pasando y los dos equipos buscaban sin demasiado acierto el gol que les permitiera irse con ventaja al túnel de vestuarios. Primero Toni puso a prueba a Aitor, pero el disparó se marchó fuera. Fue el turno del Izarra, que haciendo suyo el dicho castellano de ‘a la tercera va la vencida’ consiguió adelantarse en el marcador con un golazo de Lizarraga, ante el que nada pudo hacer Julio. El disparo del delantero del Izarra se coló por toda la escuadra y permitió a los visitantes irse con ventaja al descanso.

El gol fue un auténtico mazazo para el conjunto filial, que vio cómo el todo el trabajo realizado durante la primera mitad se veía truncado por el gol que acababan de encajar al final de los primeros 45 minutos.

Ocasiones sin recompensa

A la vuelta de vestuarios los de Borja Jiménez salieron claramente a buscar el empate. Los jóvenes futbolistas mostraban las ganas por igualar el partido lo antes posible, pero eso hizo que se crearan muchos espacios atrás que el Izarra aprovechó para realizar contras de mucho peligro que pudieron cerrar definitivamente el encuentro.

El orden, la disciplina y la solidaridad en el trabajo del conjunto navarro  fueron un obstáculo insalvable para las acometidas de los jóvenes jugadores vallisoletanos, que estuvieron imprecisos en las combinaciones para desarbolar el buen entramado defensivo impuesto por Sergio Amatriain en el segundo tiempo.

Ni si quiera los cambios realizados por el técnico abulense sirvieron para que los suyos consiguieran anotar un gol. Es más, hasta los minutos finales estuvo más cerca el gol visitante. En una nueva contra el Izarra rozó el segundo gol gracias a Garrido pero bajo palos se encontraba Julio para realizar una gran estirada y mantener con opciones a sus compañeros de equipo.

En la última parte del partido el Promesas consiguió encerrar en su campo al Izarra, que se conformaba con el tanto anotado en la primera mitad y se centró en defender esta renta hasta el pitido final. El filial se volcó en ataque y gozó de varias ocasiones, pero los vallisoletanos no tuvieron fortuna de cara a gol.

Caye Quintana rozó el empate con una chilena que se marchó fuera

Primero fue Caye Quintana quien rozó el empate con una chilena que se marchó fuera. Luego Manel Royo tuvo el gol en una gran jugada personal. El lateral catalán regateó a varios defensores y se marcho hasta línea de fondo para poner un centro chut que despejó la defensa navarra.

Al final el Izarra se llevó los tres puntos de los Anexos al José Zorrilla y se convierte en el segundo equipo que consigue derrotar en casa al Promesas. Por su parte, el Real Valladolid B se hunde un poco más en la clasificación y continúa en puestos de descenso.

La próxima jornada el equipo dirigido por Borja Jiménez se desplazará hasta Mareo para jugar ante el Sporting B. Duelo de filiales en tierras asturianas para conseguir la primera victoria como visitante y recuperar la moral perdida en los últimos encuentros.