No hay dos sin tres

El Real Valladolid buscará el próximo lunes la tercera victoria seguida de la presente campaña, aunque no lo tendrá nada fácil. Los hombres de Portugal se desplazan a tierras catalanas para medirse al Girona en Montilivi, un escenario en el que los pucelanos no han ganado nunca en Segunda, por lo que intentarán que a la quinta vaya la vencida. El plantel entrenado por Pablo Machín no atraviesa un gran momento, ya que lleva cuatro jornadas consecutivas sin ganar, además de haber perdido los dos últimos duelos en su feudo, por lo que el cuadro castellano tratará de asaltar el fortín de su rival para arrancar el 2016 como despidió el año anterior.

No hay dos sin tres
(Foto: Real Valladolid).
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Por Pedro Parra

La situación se ha estabilizado un poco a orillas del Pisuerga justo antes de acabar el año. Los pupilos dirigidos por Miguel Ángel Portugal han tirado de orgullo y casta para levantar el vuelo y escapar de la zona peligrosa de la clasificación en la Liga Adelante, territorio en el que se habían adentrado tras la derrota contra el Llagostera. Esto provocó la destitución de Gaizka Garitano y la llegada a la capital de Castilla del burgalés, quien todavía no ha sido capaz de dar con la fórmula adecuada para encandilar con su estilo de juego, si bien es cierto que los resultados están acompañando más que con el vasco.

El ex del Eibar no tuvo la suerte de su lado para haber permanecido todo el curso futbolístico en la ciudad que vio nacer a Miguel Delibes, por lo que la presión de gran parte de la hinchada albivioleta obligó a Carlos Suárez y Braulio Vázquez a ponerse las pilas, especialmente para encontrar un recambio de plenas garantías en el banquillo castellano. La decisión de hacerse con los servicios de Portugal, un hombre experimentado y con tablas, gustó a la mayoría de los seguidores del cuadro pucelano. Y parece que el tiempo le está dando la razón a la directiva del Real Valladolid, puesto que la tesitura ha cambiado estos últimos meses en el Nuevo José Zorrilla.

Nueve son los encuentros que el ex de Racing de Santander y Real Madrid Castilla, entre otros, ha dirigido al Pucela desde que asumió el cargo para relevar al técnico de Derio. Cuatro triunfos, tres empates y dos derrotas es el balance hasta la fecha del míster albivioleta desde que tomara las riendas del navío vallisoletano, lo que supone 15 de los 27 puntos que ha habido en juego. Es verdad que no es un bagaje que te asegure estar en lo más alto de la tabla liguera, una auténtica utopía para la presente campaña, pero es una forma de indicar el camino a seguir para, al menos, pelear por entrar en la promoción de ascenso a la Liga BBVA.

(Foto: Real Valladolid).
(Foto: Real Valladolid).

Los batacazos en el feudo castellano frente a rivales directos por subir a Primera como Osasuna (con polémica) y Alavés, que sí que le dio una verdadera lección de cómo se juega al balompié a los de Portugal delante de su parroquia, fueron difíciles de asimilar, aunque los pucelanos han sido capaces de reponerse a ello y de sacar fuerzas de flaqueza para enmendar su rumbo en la siempre compleja Segunda División española. Prueba de ello han sido los dos últimos triunfos, dos victorias consecutivas que han devuelto la ilusión y la esperanza a toda la expedición del Real Valladolid.

Potenciar las virtudes

Albacete y Tenerife han sido las últimas víctimas de las tropas encabezas por Portugal en el campeonato doméstico en la categoría de plata del deporte rey a nivel nacional. Las sensaciones exhibidas en el Carlos Belmonte fueron muy positivas, lo que permitió conseguir el segundo triunfo a domicilio de la presente campaña gracias al tanto de Juan Villar, ya que hasta el momento solo se conocía el triunfo lejos de la capital del Pisuerga por los tres puntos sumados en La Romareda frente al Real Zaragoza. El Pucela fue muy superior a los hombres de Luis César Sampedro, pero acabó pidiendo la hora por lo ajustado del resultado en todo instante (0-1).

El primer partido del año fue en el fortín maño, todavía con Rubi en el banquillo

Una vez que se doblegó al plantel manchego, llegaba la hora de afrontar el último partido de un 2015 que no va a ser precisamente recordado con mucho cariño por los pucelanos. Eso sí, el Real Valladolid despidió el año como lo empezó: ganando y convenciendo. El primer partido del año fue en el fortín maño, todavía con Rubi en el banquillo, donde los pucelanos asaltaron tierras aragonesas con un doblete de Óscar. Por su parte, ya en la campaña que nos compete y con el burgalés al frente del entramado blanquivioleta, el club presidido por Carlos Suárez le dio una alegría a su fiel afición antes de tomarse un parón por las festividades navideñas, debido a que goleó por cuatro dianas a una al Tenerife, todo ello con un Juan Villar realmente sensacional.

(Foto: Real Valladolid).
(Foto: Real Valladolid).

Por tanto, el conjunto pucelano tiene la ilusión de arrancar el 2016 como lo hizo en 2015, es decir, dándole serios motivos a sus seguidores de mantener viva la confianza de retomar por la senda del triunfo el Olimpo del fútbol en España. No obstante, no va a ser una tarea sencilla, puesto que la siguiente prueba implica visitar un campo en el que los vallisoletanos nunca han ganado en el torneo de la regularidad. Se trata de Montilivi, el estadio del Girona, plaza en la que los de blanco y violeta han jugado cuatro veces en Segunda, las cuales se han saldado con tres victorias para los albirrojos y un empate.

Aprender del pasado para enderezar el futuro

Las tablas en el marcador firmadas por gerundenses y castellanos se produjeron en la campaña 2011-12, curso en el que la escuadra dirigida por aquellas fechas por Miroslav Djukic acabó volviendo a la Liga BBVA por la vía del playoff, donde se deshizo del Córdoba de Paco Jémez y del Alcorcón de Juan Antonio Anquela. Sin duda, Portugal tratará de fijarse en el camino marcado por el balcánico a lo largo de su periplo en tierras vallisoletanas, dado que varios son los aficionados del Pucela que añoran la filosofía y el fútbol que practicaba el equipo con el serbio, un hombre que acabó yéndose por la puerta de atrás del que fue su hogar durante un par de años.

(Foto: Real Valladolid).
(Foto: Real Valladolid).

Es evidente que el Real Valladolid hará todo lo posible por doblegar a los de Pablo Machín y lograr el tercer triunfo seguido de la campaña, que sería el primero del año 2016. Pese a ello, no hay duda de que todos los integrantes del equipo pucelano firmarían empatar en Montilivi y volver a Primera al final de la campaña, tal y como hicieran los Valiente, Rueda, Javi Guerra, Nauzet y compañía hace ya cuatro años. De hecho, jugadores franquicia de la entidad castellana, tales como Álvaro Rubio y Óscar, intentarán repetir dicha hazaña con el club por el que han dado, dan y darán siempre el máximo nivel para devolverle al lugar que se merece.

Cuatro partidos seguidos lleva el Girona sin ganar en la Liga Adelante

Además, conviene precisar que el Girona atraviesa una dinámica negativa en la Liga Adelante. Cuatro son los choques de forma consecutiva que los catalanes llevan sin conocer la victoria en el campeonato doméstico en Segunda, ya que han empatado a domicilio frente a Tenerife (1-1) y Mallorca (1-1), al tiempo que han perdido los dos últimos compromisos que han jugado en Montilivi. El fortín albirrojo ha sido asaltado recientemente por Córdoba y Elche, dos planteles que aspiran a regresar a Primera División tras sus respectivos descensos, por lo que el conjunto albivioleta tratará de seguir la línea exhibida por blanquiverdes e ilicitanos en territorio gerundense.

(Foto: Real Valladolid).
(Foto: Real Valladolid).

El Girona ocupa la decimoséptima plaza de la clasificación con 19 puntos, siete como local y 12 como forastero, mientras que el Pucela se encuentra en decimotercera posición de la tabla liguera al contar con 24 puntos, 14 delante de su afición y 10 fuera de casa. Esto quiere decir que el cuadro preparado por Machín está dejando mucho que desear en su feudo, por lo que los castellanos intentarán prolongar la mala racha que los catalanes están experimentando en su terreno en las últimas jornadas. Como muy bien se dice, no hay dos sin tres, una victoria que supondría una auténtica inyección de moral y optimismo para todo el vestuario blanquivioleta.