Una de cal y otra de arena para el Pucela

Viendo el vaso medio vacío, el Real Valladolid no ha pasado del empate en casa ante una SD Ponferradina en horas bajas, cuajando un partido gris, sin generar apenas juego ni ocasiones y acusando en exceso las bajas de Álvaro Rubio y Juan Villar. Viendo el vaso medio lleno, el conjunto pucelano lleva ya cinco partidos consecutivos sin conocer la derrota y cuatro sin encajar un solo gol.

Una de cal y otra de arena para el Pucela
Pedro Tiba, en un lance del partido con la Ponfe. (Foto: LaLiga).
alvaroyepes
Por Álvaro Yepes

Todo en la vida es cuestión de perspectiva. El Real Valladolid no ha hecho un buen partido este sábado a orilas del Pisuerga contra la Ponferradina, pero no todas las conclusiones son malas.

Cinco partidos sin perder y cuatro imbatido

Es cierto que este empate deja un mal sabor de boca a la parroquia pucelana por el hecho de dejarse dos puntos en casa ante un rival a priori asequible, pero lo cierto es que el Real Valladolid ya suma cinco encuentros consecutivos sin perder. Dos victorias y tres empates, o lo que es lo mismo, nueve puntos de 15 posibles. Tampoco es para tirar cohetes, pero demuestra que el equipo ha madurado con Miguel Ángel Portugal y ha logrado una solidez y una estabilidad que antes con Garitano no tenía. Y no solo se ha puntuado en los últimos 5 partidos, sino que en las últimas cuatro jornadas no se ha encajado ningún gol.

Ni Mallorca, ni Córdoba, ni Alcorcón, ni Ponferradina han logrado perforar la meta defendida magistralmente por el jovencísimo Kepa Arrizabalaga, que ya es uno de los cancerberos menos goleados de la categoría dejando su portería a cero hasta en 8 ocasiones de 22 encuentros disputados. El canterano Julio Iricibar también quedó imbatido en uno de los dos encuentros que ha disputado con el primer equipo. Esto no solo se debe al buen hacer de ambos bajo palos, sobre todo significa una gran crecimiento defensivo del equipo. Con la llegada del nuevo míster el equipo se muestra más sólido atrás, más sacrificado en tareas de contención y mantiene sus líneas más ordenadas.

Ni rastro del gol

Sin embargo, también hay que hacer autocrítica. En las dos últimas jornadas ante Alcorcón y Ponferradina el Real Valladolid no ha ofrecido su mejor versión y no ha podido pasar del empate. Y es que si bien es cierto que el Pucela no encaja, tampoco es capaz de ver portería. Ni un solo disparo entre los tres palos. Dato desolador. Llevando el peso del partido durante la mayor parte del encuentro e incapaces de probar al guardameta rival. Es entendible que los de Miguel Ángel Portugal hayan notado la baja de Juan Villar, baluarte ofensivo del equipo en lo que llevamos de temporada y pichichi indiscutible con nueve tantos, pero para lo de esta tarde no hay excusa, y más teniendo en cuenta que el ex del Cádiz es jugador de segunda línea y no la referencia arriba.

Rodri, el delantero centro titular, carece de instinto goleador

Rodri, el delantero centro titular, carece de instinto goleador y, lejos de tener la portería contraria entre ceja y ceja, prefiere trabajar y asistir para que sean otros los que terminen las jugadas. Aporta mucho al equipo, pero a un “9” se le piden goles. Los dos fichajes ofensivos de este mercado de invierno, Rennella y Roger, aún tienen que coger ritmo de competición y adaptarse al equipo y su forma de jugar; ninguno de los dos está todavía al 100%, a pesar de que el ex del Real Betis hoy haya estrenado titularidad.

Respecto al resto de efectivos ofensivos, Mojica no destaca precisamente por su relación con el gol y Manu del Moral, notable definidor, tiene un rol más retrasado del que pudiera tener en Sevilla o Getafe, sacrificándose más en defensa y participando más en el juego del equipo pero lejos de la meta rival. Villar da mordiente al equipo, el “punch” que dirían en boxeo. Se puede tener un mal día, pero no tirar a puerta en 90 minutos es inadmisible. Van dos partidos consecutivos sin marcar.

Rubiodependencia

Pero lo peor es que el aspecto ofensivo no ha sido lo más preocupante del derbi. El Real Valladolid no ha generado prácticamente nada. Poquísimo juego y poquísimas ocasiones. Ni rastro del buen fútbol que nos ofrecieron ante el Córdoba hace tan solo dos semanas. Y es que si antes hablábamos de lo mucho que el equipo había acusado la baja de Villar en el encuentro de este sábado, más aún se ha notado la ausencia de Álvaro Rubio.

Si bien hay que reconocer que el terreno de juego estaba en muy malas condiciones, también hay que decir, con todos los respetos, que la SD Ponferradina no demostró ser un rival demasiado potente. El conjunto visitante, que llegaba a Zorrilla sumido en una profunda crisis de resultados y sin tiempo aún para rehacerse tras la destitución de Manolo Díaz, salió al partido sin ideas ni demasiadas armas para hacer daño a sus vecinos de Valladolid, y ni por esas el Pucela se hizo con el dominio del encuentro.

Tiba, sin hacer un mal partido, sigue sin encontrar su sitio en este equipo

Leao lo está haciendo bastante bien y se está asentando en la medular, pero no es Álvaro Rubio y juega mejor con el capitán a su lado. Tiba, sin hacer un mal partido, sigue sin encontrar su sitio en este equipo, en este esquema de juego. Ambos pivotes no han sufrido en defensa, pero tampoco han sabido conectar con los hombres de tres cuartos de campo. Arriba los atacantes no han llegado a hilvanar entre ellos una sola jugada destacable, lo cual es muy preocupante.

Por su parte, la defensa hoy no ha estado especialmente acertada a la hora de sacar el balón jugado, sobre todo los laterales Moyano y Hermoso. Este último no dio un solo balón bien, literal. En definitiva, decepcionante el equipo en líneas generales, y más jugando en casa. Es evidente que Álvaro Rubio es insustituible, pero parece que el Real Valladolid solo funciona con él al volante, algo preocupante teniendo en cuenta sus 36 años.