El Real Valladolid volvió a perder, volvió a dar una imagen pésima sobre el campo, volvió a complicarse la vida él solo, volvió a demostrar que la temporada del equipo es un fracaso absoluto.

Ya no hay excusas. La culpa no es del entrenador, ni del director deportivo, ni de nadie más que de los jugadores. Después de 39 partidos, tras los esfuerzos de hacer una plantilla competitiva y habiendo cesado a dos entrenadores, se demuestra que aquí no hay un equipo, sino que hay 22 futbolistas que no miran más allá de su ombligo y que no les importa el escudo, ni la camiseta del club que les ha dado un voto de confianza.

La misma confianza que tenía la afición pucelana de que este equipo sería capaz de lavar su imagen en este último tramo de temporada sacando un poco de la garra que ha faltado a lo largo de toda la temporada. Pero eso ya es pasado, ahora los seguidores del Real Valladolid se han cansado, están dolidos de ver en este estado a su equipo y no pueden más que responder con protestas hacia el club y los jugadores.

Los tres entrenadores que esta temporada ha tenido el Real Valladolid intentaron durante sus primeras ruedas de prensa ser positivos y confiar en que los jugadores diesen la talla en el siguiente encuentro. Pero todos tuvieron un punto de inflexión, un partido en el que ya no pudieron ocultar las evidencias. Alberto tan solo ha tardado unos pocos partidos en estallar: "Lo que está claro es que lo primero que tiene que estar ahí es querer". Pero matizaba que "hay muchos que han querido", no se marcharía el técnico sin acabar señalando que "hay algún jugador del que esperaba mejor rendimiento".

Muchos problemas, escasas soluciones

Y es que las palabras de Alberto no son nuevas, pero a pesar de que dijo que no contaría con aquellos jugadores que no aportasen sobre el terreno de juego, no se hace más que evidente que son la mayoría. Entonces son muchos los que se preguntan el por qué no confiar en los jugadores del filial.

"Nos han matado las pérdidas en el centro del campo"

Uno de los mayores problemas de este Real Valladolid está en la defensa. Desde el principio se ha visto que es la línea más débil del equipo y que cada fallo suyo termina en gol del rival. Alberto apuntaba directamente más que a la defensa, al centro del campo: "Nos han matado las pérdidas en el centro del campo. Para alguno parece algún problema tener la posesión...", concluía.

"No quiero quitar ningún mérito al Tenerife, pero entiendo que ellos han aprovechado bien nuestros errores, sobre todo en los pases. A partir del 2-0, el equipo ha sido un quiero y no puedo, pero hemos conseguido el gol y después, una vez más, no hemos podido. El equipo lo ha intentado hasta el final", remarcó Alberto.

El Real Valladolid descansa este domingo, teniendo un partido vital el martes ante un rival (Girona) que le puede sacar las vergüenzas al conjunto pucelano hasta extremos insospechables.