No hubo manera. El Alcoyano buscaba tres puntos para alejarse de sus perseguidores y acercarse a la cabeza del grupo. El Huracán, dignificar el escudo ante su afición y proporcionarles una postrera alegría. El marcador, esperaba ansioso ser inaugurado pero su gozo quedó en un pozo y el 0-0 se mantuvo intacto en una tarde con más tensión que fútbol.

Durante los primeros minutos, el CD Alcoyano demostró que era el equipo que más necesitaba los tres puntos y salió a por el partido. El balón era suyo y el juego transcurría en las cercanías del área huracanista. Así, no tardó en llegar una oportunidad bien clara. Nacho Rodríguez, sin oposición delante de Paco, disparó demasiado alto perdonando al Huracán.

Pasados los primeros 15 minutos de asedio alcoyanista, el dominio se equilibró y el Huracán empezó a controlar el balón, tocando con paciencia y buscando su turno para avisar al Alcoyano. Momento que llegó cuando ya estaba finalizando la primera mitad, Luismi envió una falta al larguero y Javi Navarro con un remate a media vuelta que salió rozando el palo y un disparo que detuvo Rangel, metieron el miedo en el cuerpo de los de David Porras.

Segunda parte floja y reparto de puntos

El luminoso, espectador privilegiado del encuentro, confiaba en que la igualdad se rompiera tarde o temprano. La primera parte le había gustado, la intensidad de las dos escuadras mantenía bien viva su esperanza de tener movimientos. En el descanso, jugó a imaginar una segunda parte trepidante con al menos tres goles y llena de emoción, 45 minutos en los que ser protagonista con la ayuda de los jugadores.

Entre tanto, los equipos salían de los vestuarios y el árbitro indicaba la reanudación del juego. El marcador, dejaba de fantasear para centrarse en observar el espectáculo. No obstante, con el paso de los minutos, su decepción no pudo ser mayor. Imprecisiones, ritmo bajo, pocas ocasiones (la más destacable, el disparo al larguero de Javi Rubio que botó en la línea)... Cuando se quiso dar cuenta, los 90 minutos habían llegado a su fin y él se quedaba solo en un estadio que se iba quedando desierto, sin haber podido brillar en toda la tarde.

Finalmente, empate sin goles y un punto para cada equipo. Punto que sirve más al Alcoyano que al Huracán, aunque se antoja corto. Una oportunidad perdida para los de David Porras, que no han podido alejar a sus perseguidores, aunque todavía dependen de sí mismos para clasificarse para el playoff de ascenso a Segunda División.