El Barakaldo afronta una nueva temporada en la liga de bronce con ilusión, tras una temporada irregular donde el peligro del descenso se asomaba continuamente. El conjunto baracaldés ha reforzado su plantilla en numerosas posiciones con jugadores jóvenes procedentes de otros equipos vascos, la mayoría de estas incorporaciones han sido cesiones sin opción de compra.
El resto de fichajes han sido a coste cero, como los de Cerrajería y Alaín, fichajes estrella del club vasco. Alaín Arroyo jugó la pasada temporada en el Real Oviedo donde no logró adaptarse y volverse a frustrar otro año el sueño del ascenso. Cerrajería quien tras abandonar el filial del Athletic también pasó en su día por el Real Oviedo con el que estuvo a un paso de lograr el ansiado ascenso a Segunda división. Al finalizar la temporada decidió poner rumbo a Burgos, donde fue clave en la brillante temporada del conjunto blanquinegro en su vuelta a 2B.
Claves del juego
El Barakaldo es un equipo que acostumbra a estar ordenado y que presenta un sistema de juego muy similar al de equipos como Sestao River o Amorebieta,con una defensa férrea que sabe sacar bien el balón desde atrás y un centro del campo trabajador y contundente que merma la capacidad creativa del rival. El conjunto vasco que se siente muy cómodo sin balón, tiene un esquema defensivo muy bien elaborado que hasta el momento le está dando buen resultado, ya que no ha encajado ningún gol esta temporada.
Su juego ofensivo se basa en balones por banda, jugadas a balón parado y con el juego aéreo como una de sus principales virtudes. Sobre todo el Barakaldo se crece en Lasesarre, donde acostumbra ser un fortín con una afición acude regularmente al estadio y aprieta mucho.
Anécdotas del rival
El Barakaldo ha sido un club que históricamente oscilaba entre la Segunda División y la Tercera. En el año 1939, cuando el equipo vasco se llamaba Baracaldo Oriamendi, cayó eliminado en semifinales de copa por el Racing de Ferrol. El conjunto baracaldés había eliminado al Real Zaragoza previamente. Una de sus mayores gestas se remonta a la temporada 1977-78 donde militaba en Segunda división y que tras una temporada histórica se quedó a las puertas del ascenso a Primera.