Un movimiento de última hora de la dirección deportiva verdinegra ha propiciado el retorno de Gorka Magunazelaia Garrido  a la portería donde debutara en la categoría de bronce hace cinco temporadas, cuando llegaba en calidad de cedido por el Athletic de Bilbao al Sestao de Félix Sarriugarte. Magunazelaia, de 24 años de edad,  firmaba hace dos años por el Oviedo con la idea de progresar a la sombra del veterano Esteban, pero, resignado al filial, no había gozado de minutos como tercer portero de una plantilla que, para esta temporada, ya contaba, además de con el citado Esteban, con Juan Carlos, fichado del Albacete, e incluso Alfonso Herrero, que llega desde el Castilla con la idea de alternar entre el primer equipo azul y su filial, como estaba haciendo el ya exguardameta del equipo carbayón.

El nuevo fichaje del River, aunque forjado en Lezama desde las categorías inferiores, se hizo con el puesto de titular en el Sestao, con tan solo 19 años, en una temporada donde disputaría 28 partidos de liga. Esta cifra se ampliaría hasta llegar a casi 60 participaciones en la categoría de bronce los dos años siguientes, ya reincorporado en la disciplina del Bilbao Athletic, donde compitió por la titularidad con guardametas de la talla de Serantes y Kepa Arrizabalaga.

Con dos playoffs a sus espaldas y el factor añadido de conocer la casa, el nombre de Magunazelaia, que ya fue tanteado mientras tenía contrato en vigor con el Oviedo por varios clubes de la categoría de bronce, sonaba con fuerza por los mentideros futbolísticos de Las Llanas desde que se anunciara su desvinculación del equipo asturiano, aunque la temprana incorporación de Galder Uriarte y Nabar de Haro como porteros en la plantilla de Jon González hacía difícil la operación.

La inexperiencia en la categoría de ambos guardametas, así como la sustitución acaecida en el descanso del partido en Toledo, donde Galder era reemplazado por Nabar a causa de unos problemas físicos cuyo alcance concreto están por determinar, podrían haber sido el acicate definitivo para acelerar una operación que ha cristalizado a poco de cerrar el mercado. A pesar de haber sopesado ofertas de al menos dos equipos del grupo 1, así como la opción de marchar al extranjero, la predisposición del jugador por volver a un vestuario donde coincidirá con amigos y excompañeros como Jon García o Egoitz Magdaleno ha favorecido un acuerdo satisfactorio para todas las partes.

La llegada de Magunazelaia, cuya ficha se tramitará para que pueda sentarse ya en el banquillo para el partido de copa que disputa el Sestao este miércoles, se une a la del defensa Aitor Morcillo, que llega tras desvincularse de la Real Sociedad, y haber militado las últimas temporadas en el Real Unión de Irún. Un lateral polivalente de 22 años para competir con Gago y Magdaleno, con pasado en el Antiguoko y la cantera de Osasuna, y que explotó en la categoría de bronce en la etapa de Aitor Zulaika en el banquillo fronterizo.