El cuarto derbi de la temporada volvió a decantarse del lado nervionense. Esta vez tocó la competición liguera, y con la tensión propia de este tipo de partidos, Velasco Carballo se convirtió en el protagonista inesperado. El doblete de Gameiro permite a los de Emery seguir aspirando a la cuarta plaza, mientras que deja al Betis sentenciado en su lucha por la permanencia.
Como no podía ser de otra manera, el ambiente del Benito Villamarín fue espectacular.
A pesar del resultado final, el Betis entró el partido con tensión y en busca del gol, mientras que el Sevilla parecía acusar el esfuerzo físico realizado el pasado jueves frente al Oporto.
La polémica empezó en el área de Beto, en un posible penalti de Iborra sobre Baptistao que el árbitro no consideró como tal, a pesar de las protestas de los jugadores verdiblancos.
Pero el penalti cayó del lado contrario. Juan Carlos vio la roja directa tras una entrada sobre Bacca dentro del área que el árbitro consideró como penalti. Gameiro fue el encargado de transformar la pena máxima.
En inferioridad numérica, el Betis no perdió la cara al partido, aunque acabó acusando en exceso la expulsión.
La tensión no cesó tras el paso por vestuarios. El Betis se fue arriba pero no estuvo acertado de cara a puerta.
Beto tuvo que hacer alguna intervención de mérito, y el Betis volvió a pedir un penalti a favor que Velasco Carballo no decretó.
Pero el Sevilla supo controlar el partido y acabó creando las ocasiones más claras al contragolpe. Adán hizo dos buenas intervenciones antes de que Figueiras asistiera a Gameiro para hacer el definitivo 0-2.
En definitiva, el Sevilla deja tocado y hundido al Betis y sigue inexpugnable en su lucha por la Champions tras su gran racha liguera.
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