'Champions', pendiente de confirmación

El Sevilla fue, como en alguna que otra tarde suele suceder en el Ramón Sánchez Pizjuán, un quiero y no puedo frente a un equipo armero que supo aguantar y defenderse de toda acometida sevillista.

'Champions', pendiente de confirmación
Krychowiak lamentándose de una clara ocasión de gol. IMAGEN: Juan Ignacio Lechuga (VAVEL.com)
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Por VAVEL

Este, era el último encuentro de un año mágico para los sevillistas, que querían haber cerrado con una victoria que asegurase su cuarta posición, pese a que cuando se reanude la liga de nuevo, el conjunto de Unai lo hará con un partido menos que el resto, como el Real Madrid. Pero no ha podido ser aunque por ganas e ímpetu del conjunto de Unai no haya sido.

La alineación sevillista presentaba algunas novedades, provocadas en parte por las lesiones, como la partida de Aleix Vidal de lateral derecho al igual que contra el Granada o simplemente, por un reparto equitativo de minutos, muy característico de Unai Emery, como la entrada de Gameiro por Bacca en punta.

El encuentro comenzó, como suele ser habitual en Nervión, con los locales tomando el control de la pelota y buscando la forma de hacer daño a través de combinaciones entre Banega y Reyes, de nuevo uno de los más destacados, con los hombres de banda, destacando un inicio de Aleix Vidal eléctrico.

Con el transcurso de los minutos, el ritmo de partido impuesto por los hombres de Unai decayó en intensidad. Algo que el Eibar, tarde o temprano aprovecharía, aunque ellos, seguían haciendo su partido y no perdian la compostura en ningún momento, pues las acometidas y acercamientos sevillistas no eran del todo precisos ni peligrosos. Pues bien, pasado el ecuador de la primera parte, el equipo armero, que jugaba por primera vez en Sevilla en la máxima categoría, le perdió el "respeto" y se atrevió a dar un paso hacia delante y presentar sus credenciales, materializando varias contras y alguna que otra jugada a balón parado, que llevaron el peligro al área local aunque estas fueron repelidas por Beto. Mientras, el Sevilla combinaba y construía hasta que llegaba al área donde se encontraba con el muro armero. Con este guión se llegó al final de la primera parte.

El descanso no sirvió de mucho, pues ambos equipos seguian a lo mismo. Ni la entrada de Bacca con su instinto “asesino” en el área, la de Denis con su dinamismo y frescura o la profundidad y el desborde de Deulofeu, fueron suficientes para superar a uno de los equipos que más a gusto se encuentra jugando fuera de casa, entregando la posesión al rival. Pero es que ni el talismán, M´Bia, fue capaz de rematar entre los tres palos en la última jugada del encuentro, como en anteriores ocasiones nos tenía acostumbrados.

Algo que confirma el poco acierto y la falta de punteria del Sevilla, son el número de lanzamientos a puerta, dos, los mismos que el Eibar aunque con la diferencia de que el equipo local lo intentó hasta en dieciseis ocasiones. Mientras que el equipo dirigido por Garitano tan sólo lo intentó en seis ocasiones, todas ellas desde fuera del área y siendo no menos peligrosas que las del conjunto nervionense. En la faceta de la posesión si que no ha habido color, aunque era algo que se preveía sabiendo los posibles planteamientos que iban a llevar a cabo ambos entrenadores.

Quizá el Sevilla mereció más, por su insistencia y entrega en su afán por cambiar el signo del partido pero igual el Eibar tampoco mereció salir de vacio del Pizjuán. Cada uno intentó su fútbol, con sus armas, con sus puntos fuertes y se puede decir que el equipo que sale vencedor es el recién ascendido y modesto Eibar, que a base de oficio e inteligencia demuestran partido a partido otra forma distinta de practicar este deporte.

Por tanto, Unai hoy no habrá sido “el hombre más feliz del mundo” por no haber conseguido la victoria, pero puede considerarse un entrenador satisfecho, pues finaliza el año “vivo” y con paso firme tanto en Europa como en copa del Rey, además de mantener al equipo en la cuarta plaza, que da acceso a la previa de Champions.

Y es que a pesar de la exitosa campaña, no se puede dejar en el olvido el incio titubeante de este equipo la temporada pasada y sí, claro que se puede ser ambiciosos y querer más pero el inicio de campaña de este Sevilla es como mínimo de notable, pues el equipo vuelve a estar donde se merece, luchando entre los grandes.