No hará ni tres semanas desde que el jugador del FC Barcelona, Ivan Rakitic, visitara a su ex compañeros de equipo del Sevilla FC aprovechando el parón de selecciones y la Semana Santa.

El croata está muy vinculado con la ciudad de Sevilla, pues su esposa y su hijo nacieron allí. Además de por todo lo familiar, Rakitic disfrutó como un sevillista más de su estancia en la entidad nervionense, como cuando ejerció de capitán el día en que el Sevilla levantó la tercera copa de la UEFA de su historia imponiéndose al Benfica (ahora llamada Europa League).

El barcelonista tenía puesta la mirada en el Sevilla - Barcelona, por todo lo que supone para él regresar con la ciudad, la afición y el equipo, que le catapultaron a la primera línea del fútbol internacional. 'Rakití', como muchos de los sevillistas que se acuerdan de ese nombre le apelan, no realizaría uno de sus mejores partidos, pero el día en que volvió a Nervión no quiso dejar sin premio a las miles de personas que le tenían guardado en un hueco de su corazón.

"Lo que he vivido hoy se me quedará grabado toda la vida"

El ex sevillista terminaría ofreciendo al público del Sánchez Pizjuán, desde su camiseta hasta sus calcetines, aunque no quiso deshacerse de sus pantalones por su timidez, como él mismo reconoció más tarde en zona mixta.