La magia de Nervión

Dos partidos en seis días de los sevillistas como locales, y sendas gestas para igualar ante el líder de la Liga BBVA e ir con mayores garantías al choque de vuelta de cuartos de la Europa League ante el Zenit.

La magia de Nervión
Imagen: Juan Ignacio Lechuga (Vavel).
flopencor
Por Florencio Peña

Hace unos días preparaba el Sevilla el partido ante el Barcelona después de ganar al Levante en el Ciutat de Valencia, lo que, unido a los resultados de Valencia y Atlético de Madrid, le permiten hoy por hoy seguir optando a los puestos de Liga de Campeones.

La grada fue clave para igualar el 0-2 momentáneo del BarcelonaEse choque ante el líder de la Liga BBVA tuvo al Pizjuán como espectador de lujo, pero también como actor participante para que los de Emery no vieran truncada su tan buena racha en casa. Pero la verdad es que no fue fácil, puesto que los de Luis Enrique se pusieron 0-2 a la media hora de partido -y pudieron ser algunos más-, pero apareció Nervión para levantar a su equipo.

Cuando peor lo pasaba el Sevilla llegó el tanto de Banega, admitido como clave por entrenador y jugadores tras el partido. Gameiro puso el empate a siete minutos del final. El primer asalto de esta dura semana en 'familia' había pasado, y las sensaciones eran positivas.

Fortín en Liga y Europa League

De nuevo, la afición alentó hasta ver a su equipo con ventaja en el marcadorCambio de tercio. Turno de la Europa League, con el primer partido en casa. Una vez en él, las cosas se complican. El Zenit se adelanta en el marcador y los jugadores se van al descanso en desventaja. Pero cuando vuelven del vestuario, la grada comienza a jalear a su equipo hasta el punto de ser un no parar, alentando en cada uno de los 22 saques de esquina que botaron los blanquirrojos.

De hecho, de dos córners llegaron los dos goles, ambos tras segunda jugada, y el de la remontada a cuatro minutos del final. Había vuelto a ocurrir, el público levantó al equipo. La magia de Nervión sigue, y con él los números del cada vez más inexpugnable fortín. Más de un año sin caer como local en partidos oficiales, es decir, 33 encuentros consecutivos.