Buen recuerdo del derbi copero

La última vez que se disputó un derbi en Copa, el Sevilla se clasificó gracias a un solitario gol de Kanouté. El momento más recordado de esa eliminatoria es el botellazo que sufrió Juande Ramos por parte de un aficionado bético.

Buen recuerdo del derbi copero
El Sevilla necesitará del aliento de su afición para pasar a la siguiente ronda / Fotografía: Juan Ignacio Lechuga (VAVEL.com)
pedro16casas
Por Pedro Casas Alonso

El fútbol sevillano se alegró cuando las bolitas depararon el cruce en octavos de final entre Sevilla FC y Real Betis Balompié. Siempre es emocionante que se dispute un derbi, pero más cuando es a doble partido, ya que son 180 minutos y habrá seguro un vencedor y un vencido. 

La afición del Sevilla debe tener buen recuerdo de los derbis en rondas eliminatorias. En el más reciente, dos temporadas atrás, el Sevilla se clasificó a cuartos de la Europa League tras una agónica tanda de penaltis, después de que el Sevilla logrará igualar el 0-2 conseguido por el Betis en el Sánchez - Pizjuán. 

Precedentes en Copa

Durante la temporada 2006/07, también se disputó un derbi copero. El partido de ida se saldó con un inmerecido empate a 0 en Nervión, ya que el Sevilla mereció en muchas ocasiones el gol. La vuelta en el, por entonces, Manuel Ruiz de Lopera, tuvo que ser suspendida en el minuto 56, tras un botellazo en la cabeza de Juande Ramos, entrenador del Sevilla, mientras celebraba el gol de Kanouté. Un gol que, a la postre, sería definitivo, porque los 35 minutos restantes de partido se jugaron a puerta cerrada en el estadio del Getafe, el Coliseum Alfonso Pérez, y el resultado no cambió. El Sevilla se clasificó para las semifinales de una Copa que acabaría ganando, precisamente frente al Getafe en el Santiago Bernabéu. 

Ganas de que se repita

Nunca nadie quiere perder un derbi, pero durante esta campaña tan floja de ambos equipos, el pasar a la siguiente ronda se antoja como un gran estímulo para quien lo consiga. El Sevilla parte como favorito, su afición lo sabe y le exige la victoria más que nunca. Pero, realmente no hay favoritos, un derbi siempre será un derbi.