Daniel Carriço, quién comenzó el partido como centrocampista pero retrasó su posición a central tras la expulsión de Fazio, veía un rayo de luz en el choque de Balaídos, pese a no lograr la victoria, el equipo consiguió sumar un punto, con uno menos durante 65 minutos. "El Celta es un equipo que te exige, con jugadores de mucha calidad y con uno menos el partido se ha complicado. Al final el punto es muy bueno, porque mantenemos nuestra quinta plaza. Creo que con once hubiéramos tenido muchas más posibilidades de ganar el partido, pero es así, ya nos tocara ganar un partido fuera de casa".
El portugués afirmó que "hemos ido a jugar la segunda parte con la ilusión de lograr la victoria. Hay que valorar mucho el esfuerzo del equipo. Jugamos en el Calderón con uno menos y hoy también… El equipo sabe sufrir y con esa dinámica y unión vamos a lograr muchas cosas bonitas esta temporada".
Siguiendo esta línea, Fernando Llorente destacaba al fin del encuentro la actitud del tuvo el equipo para sacar un punto frente el Celta, un rival difícil y al que se han enfrentado con un jugador menos. "Hemos venido con la intención clara de ganar, pero el partido ha sido muy difícil, muy condicionado por la expulsión tan pronta de Fazio. Nos ha limitado, pero el equipo ha sacado carácter y raza. Quedarse con diez ante un equipo como el Celta es muy duro, pero hemos conseguido el punto".
El riojano asumió, por otro lado, que el hecho de jugar con diez también perjudicó a su juego, porque "es muy complicado, porque hay que trabajar mucho, ayudar al equipo, son muchos metros de ahí al área y después de correr en la presión no te quedan tantas fuerzas. Creo que hay que estar orgullosos, porque el equipo ha hecho un gran esfuerzo. La progresión que llevamos es muy, muy buena tenemos que seguir como hasta ahora, ir creciendo y contento con el punto de hoy".
Por su parte, Krohn- Delhi volvía a la que ha sido su casa en las últimas tres temporadas, Balaídos. Más allá de las emociones encontradas, el danés tuvo que esforzarse como el resto de sus compañeros, sobre todo cuando se jugó en inferioridad numérica. Por este esfuerzo realizado, al final del choque, el centrocampista daba por bueno el punto: “fue un partido duro. Pero estamos contentos. El punto debemos considerarlo bueno".
Preguntado sobre los aplausos que le brindó la afición en Balaídos, el danés lo consideró lógico, porque "es mi casa, es como volver. Me pone muy contento el cariño que me muestran". Finalmente, sobre el partido de vuelta de semifinales de Copa, señaló que "tenemos que respetar al rival. Ellos han ganado al Barcelona por 4-1 en su estadio. Sabemos que va a ser un partido duro. El Celta juega muy bien al fútbol”.