El León: coraje, tradición y buen juego

El próximo rival del Sevilla FC por Cuartos de Final de la UEFA Europa League será el peligroso Athletic Club, que además de estar en el camino del tricampeonato continental también es rival directo en la lucha del club andaluz por finalizar la temporada en puestos europeos.

El León: coraje, tradición y buen juego
Los jugadores del Athletic Club festejan en el Santiago Bernabéu | Imagen: Dani Mullor (Vavel.com)
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Por Rodrigo López Vázquez

Desde Julio del año 2013, Ernesto Valverde viene construyendo un Athletic Club notable que ha logrado convertirse - siguiendo la estela dejada por Marcelo Bielsa y su revolución en el conjunto vasco- en uno de los grandes protagonistas de la Liga BBVA y de las competiciones europeas. Si bien es extraño ver al Athletic levantar trofeos, Valverde logró lo imposible hace pocos meses con una categórica victoria 4-1 ante el FC Barcelona (que estaba en búsqueda de su sexto título de la temporada) por la Supercopa de España que cortó con una sequía de 31 años sin conocer la gloria. El singular modelo de gestión que posee el Athletic Club - que no permite la contratación de jugadores que no hayan nacido en el País Vasco y que apunta a la formación de juveniles de su cantera- ha convertido a la institución en el orgullo de una nación y al mismo tiempo le ha hecho perder algunos pasos en cuanto al resto de sus competidores domésticos. Aún así, han sido pocas las veces en las que no ha luchado por ingresar a competiciones europeas y en los recientes años ha gozado de un prestigio y respeto dignos de su rica historia. 

El destino, que no suele tener contemplaciones aunque si vueltas de tuerca sorpresivas, hizo que el Athletic Club se encontrase en el camino con un Sevilla que cabalga con varias dudas hacia su tercera Europa League consecutiva. Justamenye por ello, sobre todo considerando el rendimiento actual de ambos equipos, los pronósticos no son completamente positivos para el equipo de Unai Emery. El club vasco llega en un gran momento futbolístico, posicionado en el sexto lugar de la clasificación de la Liga BBVA con las mismas 48 unidades que detenta el cuadro rojiblanco y con el detalle de que durante un tramo de la actual temporada corrió desde muy atrás - ocupando puestos de relegación durante varias jornadas- llegando a suponerse que este año no ingresarían siquiera en la Europa League. Pero una remontada a puro corazón y cuatro victorias, un empate y una derrota en sus últimos seis encuentros ligueros le han permitido recuperar terreno y quedar en la misma línea que su contendiente por una plaza en las Semifinales de la segunda competencia de mayor relevancia en el mundo.

Irregularidad en Liga, con paso estable en Europa

Por Liga BBVA, el Athletic Club ha disputado un total de 31 encuentros, obteniendo 14 victorias, 11 derrotas y 6 empates. Su comienzo de año tras la paliza al Barcelona no fue el ideal, de la mano de dos apretadas derrotas ante el club catalán y el Eibar, para luego recuperarse en la tercera jornada con un 3-1 contundente ante el Getafe. Dos derrotas ante el Villarreal y el Real Madrid en las jornadas posteriores signaron el comienzo de una campaña que ha sido en exceso irregular, plagada de altibajos y que no permitió al equipo vasco mostrar todo su potencial. 

Sus números son clarificadores al respecto: 49 goles a favor, 40 goles en contra, un promedio de 15 jugadas de riesgo por encuentro (redondeando un total de 260 ocasiones de gol), un 44% de precisión en sus disparos a portería, un 49% de posesión en promedio y un 74% de eficacia en los pases. Pasándolo en limpio: muy poca concreción de cara al arco rival, una defensa muy accesible y un promedio apenas razonable de posesión, aunque esta no sea el gran objetivo del entrenador sino un medio más dependiendo quien sea el contrincante.

En Europa League, sin embargo, su mejoría es notable, pues entre fase de grupos y los choques de Dieciseisavos y Octavos de Final, el Athletic ha jugado diez encuentros, ganando 6 de ellos con 2 empates y 2 derrotas en los cuatro restantes. Finalizó primero en su grupo con 13 unidades, venció al Marsella en el primer duelo directo por un 2-1 global y luego hizo lo propio con el Valencia en la instancia siguiente con un 2-2 global en el que hizo valer su valla invicta como local en el primer partido a pesar de caer por 1-2 en Mestalla. No ha sido un camino fácil, pero sus estadísticas son positivas: 20 goles anotados, 11 recibidos, 98 chances netas generadas (7 por encuentro), un 53% de eficacia en los intentos a puerta, un 51% de posesión y un muy alto 75% de acierto en los pases. 

Su máximo goleador y asistidor es Aduriz Zubeldía, un delantero temible que se ha pasado la temporada perforando redes para llegar a la marca de 17 goles. En el rubro de las asistencias, su labor también es notable considerando que es un delantero de área puro, con 6 en total que permitieron a sus compañeros anotarse en el marcador. El jugador con mayor precisión en los pases es Muniaín, registrando un 83% con un total de 159 envíos completados. En lo que refiere a los disparos a portería, no es Aduriz quien gobierna esta sección sino Elustondo Urkola con un 67% pero merced de sus tres disparos contabilizados en total. La categoría final en la que vale la pena detenerse es la de pases completados, donde Etxebarria Urkiaga lidera con un sensacional 81% de precisión y unos sensacionales 1156 pases que llegaron a destino. Este mismo jugador es también quien ha generado más situaciones de riesgo contabilizando 53, aunque solamente en cinco ocasiones el esférico terminó en el fondo de la red. 

Con el desequilibrio como ley

Bajo la tutela de Ernesto Valverde, el Athletic Club siempre ha formado con un 4-2-3-1 que suele denotar equilibrio pero que esconde un poderío ofensivo notable que se apoya en un mediocampo pleno de solidez y contención y una transición al ataque tan veloz como letal. En el análisis puesto por puesto hay que comenzar por la portería, que sin dudas es de Iraizoz, una leyenda del club que es garantía a cada partido más allá de la cantidad de goles recibidos en la corriente temporada. La defensa estará conformada por De Marcos y Balenziaga como laterales y - ante la ausencia del francés Laporte- Bóveda y San José como dueto de centrales. El esquema y la estrategia de Valverde contemplan que ambos laterales tengan buena pegada y se sumen siempre al ataque para buscar desde allí junto a los dos exteriores a la referencia dentro del área. En cuanto al centro del campo, Iturraspe y Beñat serán los encargados de controlar al doble pivote del Sevilla, siendo el primero quien posee mayores condiciones para jugar como mediocentro y el segundo el que suele acoplarse al ataque por el andarivel central como un segundo creador de juego. La ausencia de Raúl García, purgando una suspensión por acumulación de amarillas, muy posiblemente le permita a Iker Muniain (postergado esta temporada por las lesiones) ocupar el eje de la mediapunta con los veloces Williams y Susaeta por los costados para jugar no de interiores sino como dos extremos. El ataque es completado por Aduriz, que juega dentro del área, luchando siempre con su gran físico contra los centrales del rival y también de espaldas a portería, permitiendo que los tres volantes ofensivos puedan ingresar al cuadrado grande.

Dependiendo del rival, el Athletic Club elige si disputar o no la posesión del balón, algo para lo que posee calidad individual y argumentos colectivos, aunque no haya sido su opción principal durante esta 2015/16. Los vascos suelen esperar en el círculo central, con sus líneas bien juntas y adelantadas, cediendo la posesión al contrincante para apostar a que la segunda pelota sea siempre de sus volantes y sorprender en velocidad con el cuarteto de adelante. Asume riesgos cuando avanza, dejando a sus centrales y al mediocentro siempre mano a mano contra los delanteros contrarios, algo que los convierte en un cuadro con desequilibrios lógicos dentro de una estructura que pretende mantener sus líneas ordenadas y en sintonía. Los avances están llenos de velocidad, pero el buen trato del balón es esencial, es parte de la filosofía que posee el equipo, materializándose por lo general en muchos pases cortos y triangulaciones a un toque en todo el campo de juego. Y último pero no por ello menos relevante, se encuentran la garra y el corazón, esas dos virtudes que caracterizan al pueblo vasco y por ende a cada generación de jugadores del Athletic Club. Unas que siempre están presentes durante los 90 minutos y convierten a los pupilos de Ernesto Valverde en un hueso duro de roer sin importar cual sea el obstáculo que se les coloque enfrente. 

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Sobre el autor
Rodrigo López Vázquez
Locutor Nacional recibido en el Instituto Libre de Segunda Enseñanza Radiofónica (ISER) y pronto Licenciado en Ciencias de la Comunicación con Orientación en Periodismo en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Redactor deportivo también en Duelo Deportivo, Somos Sevilla y Falso9Sports.