Un experimento inservible

El Sevilla cayó derrotado ante un Espanyol que fue mejor en la segunda mitad y que vio recompensado su fútbol con un gol de Caicedo en el minuto 52. Los andaluces fueron incapaces de disparar a puerta en todo el partido. Emery planteó un once plagado de suplentes.

Un experimento inservible
Imagen: LFP.es
juandeperezboza
Por Juan de Dios Pérez Boza

Partido con diferentes necesidades para Espanyol y Sevilla. Los locales se han despistado en las últimas jornadas y se han visto inmersos en la pelea por evitar el descenso. El margen de maniobra de los hombres de Galca es de tres puntos pero el calendario no ha sido ni mucho menos generoso con ellos porque la próxima semana tiene que recibir al FC Barcelona.

Los hispalenses, con parte de sus miras puestas en la Europa League tenían que buscar el triunfo en Cornellá para seguir en la pelea por la quinta y sexta posición. Como indicó el propio Emery en la previa del choque, los andaluces estaban vivos en tres competiciones pero aún no habían hecho nada.

Revolución en el once sevillista

El calendario tan ajustado que está viviendo el Sevilla provocó que Unai Emery tuviera que dar descanso a la mayor parte de los futbolistas que jugaron el pasado jueves ante el Shakhtar. El técnico dio entrada a Matos en el lateral izquierdo, Cotán en el medio centro y a Curro en el extremo izquierdo. A estos cambios se añadieron los cambios en el sistema táctico que permitieron ver a Coke en el extremo derecho por delante de Diogo Figueiras. El Espanyol por su parte salió con lo mejor que tenía y no realizó demasiados cambios en busca de unos puntos que eran más que necesarios.

Imprecisiones a ambos lados

El partido comenzó con un Sevilla más dominador del juego aunque completamente falto de ideas. La ausencia de los jugadores que habitualmente crean fútbol les estaba pesando demasiado a los andaluces. Curro lo intentó por su banda asociándose con su compañero del Sevilla Atlético Matos pero la mayoría de las acciones acababan en pérdida de balón.

Susto con Kolo

Cuando el reloj cumplía el primer cuarto de hora, una acción fortuita entre Matos y Kolo provocó que el central francés acabara sobre el césped del Powerade Stadium. Los servicios médicos entraron a toda prisa al terreno de juego y tras una primera exploración vieron como el jugador recuperaba la conciencia y podía seguir jugando. En los minutos siguientes se vio a Kolo algo impreciso en sus acciones defensivas.

Los errores y las precipitaciones llegaban por parte de locales y visitantes. La ansiedad por ganar del Espanyol y el experimento del Sevilla en el once titular hacía que nadie fuera el dueño de un esférico que estaba siendo bastante mal tratado a base de patadones sin sentido. El primer acto terminó sin que apenas se vieran disparos a puerta. Tan sólo un chut entre los tres palos de Caicedo desde el interior del área que apenas inquietó a Sergio Rico.

Pareja regresa al fútbol

El segundo tiempo comenzó con una gran noticia para los amantes del fútbol, Nico Pareja regresaba a los terrenos de juego tras recuperarse de ls ligamentos de su rodilla derecha. El argentino no jugaba desde el 23 de abril de 2015 cuando se lesionó ante el Zenit en la Europa League. En el banquillo se quedó un Kolo que no se terminó de recuperar del golpe sufrido en la primera mitad.

Palo a palo

El Espanyol saltó mucho más vivo que el Sevilla en la segunda mitad. Marco Asensio se puso el traje de protagonista para empezar a mover la manija del conjunto perico. El primer aviso serio por parte de los locales nació de las botas de Víctor Sánchez, el capitán blanquiazul disparó desde la frontal del área y mandó el balón al poste derecho de Sergio Rico. Tan solo tres minutos después, Hernán volvió a mandar el esférico al poste, esta vez la izquierdo, el rechace era recogido por Caicedo que no perdonaba para hacer a placer el 1-0 en el minuto 52.

Buscando soluciones en el banquillo

Unai Emery observaba desde el área técnica como sus futbolistas eran incapaces de crear el más mínimo peligro ante un Espanyol que ahora veía el encuentro con otra perspectiva gracias al gol del ecuatoriano Caicedo. El técnico sevillista decidió buscar frescura de ideas desde el banquillo y dio entrada a Konoplyanka, Juan Muñoz por un voluntarioso Coke y por un Llorente que una vez más pasó totalmente desapercibido

El paso de los minutos demostró que los cambios sirvieron para poco más que para dar descanso a los titulares de inicio ya que los que llegaron desde el banquillo no inquietaron lo más mínimo la portería de Pau López. El jugador más destacado en los andaluces pero no precisamente por su buen juego, fue Diogo. El luso se dedicó a meterse en numerosos charcos que no hacían más que perjudicar a su propio equipo.

Final bronco

El partido finalizó con demasiadas interrupciones debido a las ganas de pelear de unos y otros. El árbitro repartió algunas tarjetas pero aún así los humos no se calmaron. Feo final para un partido que no destacó por la violencia de ambos conjuntos pero que en los minutos finales sacó a relucir los nervios de unos y otros.

El Sevilla se queda con esta derrota en la séptima posición de la Liga BBVA con 52 puntos, a cinco del sexto (Celta de Vigo) y a ocho del quinto (Athletic Club). Los andaluces tienen aún más complicada la clasificación vía Liga para los puestos de Europa League por lo que tendrán que echar el resto en la vuelta de las semifinales de la Europa League y en una posible final, sin olvidar la final de Copa del Rey. El Espanyol por su parte toma aire hacia la salvación y se coloca décimo cuarto con 40 puntos, a cinco de los puestos de descnso que marca el Sporting de Gijón.

Unai Emery intentó hacer una revolucionaria alineación para conseguir el primer triunfo lejos del Sánchez Pizjuán pero el tiro le salió por la culata. Este domingo en Barcelona quedó demostrado que los andaluces solo tienen un once de garantias y gran parte de este se quedó en Sevilla.