Steven N'Zonzi despertó muchas ilusiones en su llegada a Sevilla. Con muy buenos registros de pases, recuperaciones, pocas tarjetas y un físico impresionante, vino desde el Stoke City para sustituir a Banega y echar un cable a Krychowiak, Cristóforo e Iborra. Pero Unai Emery tenía otros planes para él. El laureado entrenador del conjunto hispalense es experto en cambios de posiciones (véase Jordi Alba y Aleix Vidal desde el extremo a lateral). Con N'Zonzi ocurrió lo mismo. Jugó escasos minutos en la mediapunta, donde solía hacerlo en Inglaterra para evolucionar al doble pivote que sustenta a este Sevilla.
Inicio complicado
Desde el primer partido, Emery le dejó clara su intención y le alineó en el doble pivote en La Rosaleda. Si la temporada anterior solo había recibido una amarilla, ese día logró dos. No empezaba con buen pie y ni el ser el autor del primer gol de la temporada del Sevilla le salvó de una primera lluvia de críticas. Pero Emery pedía paciencia. Dejaba algunas exhibiciones técnicas, como ante el Borussia en Champions, pero solo y simplemente técnicas. Por suerte para los intereses rojiblancos, el galo de origen congoleño ha aprendido a defender, a posicionarse y a abarcar mucho espacio gracias a su larga zancada, todo eso sumado a su ya mencionada habilidad para jugar con criterio el balón. Este proceso de aprendizaje se ha hecho visible con el paso de los meses, y la afición del Sevilla ya no le exigía demasiados goles de cabeza sino seguir al mismo nivel.
Una sociedad casi perfecta
N'Zonzi encontró dos socios idóneos para ayudarse mutuamente. Banega y Krychowiak. El argentino bajaba a recibirla si él se quedaba sin ideas y el polaco ocupaba su marca y recuperaba balones si él se quedaba demasiado arriba. Los días en que Banega faltaba, más de los esperados por la hinchada sevillista, todos los galones de hacer jugar al equipo cayeron en sus piernas. Demasiada responsabilidad, no cumplió pero es que la magia de Banega es poco común. Y esto también lo aprendió poco a poco el público de Nervión.
Steven ha ido de menos a más y ese más final ha sido clave. Su baja en la final de Copa del Rey se notó más de lo esperado. Se ha convertido en imprescindible en el esquema sevillista y si este año ha aprendido a defender, el que viene deberá asumir más responsabilidad a la hora de dirigir el balón desde el doble pivote, ya que el vacío de Banega será casi imposible de llenarse en su totalidad.
Competición | Partidos | Partidos titular | Tarjetas amarillas | Tarjetas rojas | Goles |
Liga | 28 | 22 | 4 | 1 | 3 |
Copa del Rey | 6 | 6 | 3 | 1 | 1 |
Champions League | 5 | 5 | 1 | 0 | 0 |
Europa League |
7 | 7 | 3 | 1 | 0 |