Carta de despedida de Beto

El tricampeón y especialista en penaltis se va tras tres temporadas y media

Carta de despedida de Beto
Fotografía: Raúl Pajares
manuelrodsab
Por Manuel Rodriguez Sabaté

Todos los sevillistas recordaran a este portero sobre todo tras la Europa League de 2013, en la cual fue decisivo en dos tandas de pena máxima. En le Villamarín el Sevilla se clasificó tras parar el quinto penalti de los béticos que tiró Nono, y en Turín paró dos penaltis para posteriormente levantar la copa al cielo italiano.

Ha querido manda una carta todos los aficionados sevillistas que tanto han coreado su nombre cada vez que se ponía la camiseta de su equipo y defendía la portería de Nervión.

Hoy es un día triste para mí... De esos días que nunca quieres pensar que tiene que llegar”. Así empieza la despedida del mejor meta que ha tenido el Sevilla tras la salida de Palop.

Recuerda cómo llegó al equipo hispalenses “en el mercado de invierno de la temporada 2013 llegué al Sevilla FC, y desde que me puse bajo los tres palos del Vicente Calderón, al día siguiente de aterrizar, supe que mi paso por este gran club no sería una etapa más de mi vida” declaró.

Haciendo memoria de los aficionados y la entidad “desde el primer momento me recibieron con los brazos abiertos, tanto el club como la ciudad, que me acogió como a uno más de aquí, y me sentí querido por todos, especialmente por la afición, con la que pronto tuve lo que yo siempre llamé una bonita boda”.

Beto tras pararle el penalti a Nono
Beto tras pararle el penalti a Nono

Sabiéndose clave en la reconquista europea del Sevilla “he tenido la inmensa suerte de vivir esta época dorada del Sevilla FC, disfrutando de la consecución de tres Europa League consecutivas, con las que sumo cuatro en mi carrera profesional. Ni que decir tiene que de la que guardo mejores recuerdos es de la primera, en la que tuve la oportunidad de aportar mi granito de arena en eliminatorias inolvidables ante Betis, Oporto, Valencia y culminando en la tanda de penaltis ante Benfica en la final de Turín”.

Tuvo también palabras de satisfacción personal al compararse con el que para muchos es el mejor portero de la historia sevillista: “Esta trayectoria colectiva me llevó a disfrutar de éxitos a nivel personal, como batir el record de imbatibilidad del mítico Andrés Palop en 2015, dejándolo en 517 minutos, todo un orgullo para mí”.

No todo ha sido un camino de rosas para el internacional luso “también hubo momentos malos, y en un año 2015 muy complicado llegaron las lesiones, ésas lesiones que me habían respetado durante toda mi carrera y que aquí se conjugaron para venir una tras otra. Entre ellas hay dos fechas nefastas por encima de las demás: el 5 de febrero de 2015, cuando sufrí una luxación en el hombro que me mantuvo apartado de los terrenos de juego más de dos meses, y por la que estuve a punto de ser intervenido, y el 13 de septiembre, donde después de empezar la temporada jugando como titular, un esguince de rodilla me volvió a apartar de los terrenos por un periodo demasiado prolongado” recordó apenado.

Demostró su poder de superación y su amor propio: “nunca perdí la fe y la confianza en mí mismo. Y con profesionalidad y las inmensas ganas de recuperarme para volver a ayudar al equipo, dediqué todo el esfuerzo y el tiempo necesario para acortar plazos y tener una buena y rápida recuperación y estar disponible para cuando se presentará la oportunidad de volver a jugar. Así termino este breve repaso a estos tres años vistiendo la camiseta y defendiendo el escudo del Sevilla”.

No quiso olvidarse uno por uno de los directivos que más han estado a su lado desde que llegó para disputar aquella semifinal de Copa: “no me quiero despedir sin antes dar las gracias a todos, desde el Consejo de Administración, con José Castro a la cabeza, a José María del Nido Carrasco y a todos los directivos, al cuerpo técnico al completo, empezando por el míster Unai Emery, a Monchi, a Juan Martagón, a todo el equipo médico, fisios, utileros, a Marketing, a los medios y hasta el último empleado del club”.

Como no podía ser de otra forma y como ya demostró con lágrimas en los ojos cuando acabó el partido contra el Granda, la final de Basilea, la de Madrid y la celebración de la quinta Uefa del club, quiso despedirse de los que tanto le han apoyado desde la grada estos años. “Mención aparte merece la afición, nunca olvidaré lo que se siente al saltar al Sánchez-Pizjuán desde el túnel de vestuarios escuchando el himno del Centenario. GRACIAS con mayúsculas a la mejor afición del mundo, por haber estado animándome siempre en los buenos y en los malos momentos. He sentido siempre ese apoyo en el campo y fuera de él”.

En lo más personal también dejo claro que la ciudad andaluza le ha marcado un antes y un después al guardameta, “gracias Sevilla por acogerme como a un hijo más de esta maravillosa ciudad. Me enamoré de Sevilla nada más llegar, de su gente y en particular de una sevillana que ya forma parte de mi vida y que me ha dado una segunda familia aquí, razón de más para que mi vinculación con esta ciudad sea ya para siempre. Ellos junto a mi familia han sido mi principal apoyo”.

Concluye esta emotiva carta de forma sentimental y con el corazón en un puño ”llevaré al Sevilla FC y a Sevilla siempre en mi corazón, como digo siempre: no puedo ser sevillano, pero sí puedo ser sevillista”.

Muchas gracias a todos.

¡¡¡Viva el Sevilla FC!!!

Beto sonriendo tras un partido
Beto sonriendo tras un partido