El fútbol es gol. Una máxima que en Primera División se cumple cada jornada y que el Sporting está sufriendo muy mucho en este inicio de temporada. Con la derrota de Vallecas aún en la retina, los asturianos saltaron al césped de El Molinón buscando la redención. Enfrente, el Betis, el último rival al que los rojiblancos superaron para lograr la hazaña del ascenso.

Cambios en el once

De salida, Abelardo apostó por Meré y Carlos Castro, que le ganó la partida a Guerrero, como sustitutos de Bernardo y Sanabria, respectivamente. Además, devolvió la titularidad a Isma López en detrimento de Canella y como hiciera en Riazor, colocó a Álex Menéndez en la banda izquierda. Jony, pretendido por los béticos, pasó a la derecha, otorgando total libertad a Halilovic, que partió desde la mediapunta. La jugada le salió redonda al Sporting, que tardó 44 segundos en plantarse en el área de Adán merced a una buena combinación entre Castro y Menendéz que Westermann envió a córner. Tan solo fue el preludió de lo que estaba por venir. A lomos de un omnipresente Halilovic, el Sporting desplegó un torrente de fútbol que superó por completo a los andaluces. Los de Mel, descolocados, eran incapaces de sacar y mantener el balón en sus pies.

Polémica en el área visitante

El dominio local se tradujo pronto en ocasiones. En el minuto cinco, Carlos Castro batió a Adán en fuera de juego. Dos minutos después, Piccini interceptaba con la mano un servicio desde la izquierda, pero de nuevo, para desesperación asturiana y como sucediera en Vallecas, el colegiado no decretó la pena máxima.

En el nueve, Halilovic sirvió un balón de oro a la derecha y Jony, tras un magnífico recorte ante Varela, obligó a Adán a lucirse. El exguardameta del Real Madrid, a mano cambiada, tocó lo justo para mandar el esférico a la cruceta cuando ya se cantaba gol.

Carlos Castro debutó en Primera División anotando el primer tanto del encuentro

Sin fluidez en el centro del campo, los béticos cambiaron su dibujo, pasando del 4-4-2 inicial, al 4-1-4-1 en busca de una cohesión que lograse parar el talento de Halilovic. El croata se movía a su antojo entre las líneas enemigas y en el minuto doce probó fortuna desde la frontal. Su disparo se fue alto. Cinco minutos después, el de Dubrovnik superaba a Portillo con un caño antológico y se asociaba con Castro, que se deshizo de Westermann con un gran giro y fusiló a Adán. El de Ujo se estrenaba en Primera de la mejor manera, marcando.

El tanto espabiló al Betis, que comenzó a estirarse. Un desasistido Rubén Castro buscó fortuna en el minuto veinte y poco después Joaquín no logró empalar bien un buen centro de Piccini. Acto seguido, Adán, empeñado en erigirse en protagonista, mandó a córner un duro disparo de Menéndez tras un pase magistral de Halilovic, que fue el mejor en los primeros cuarenta y cinco minutos.

En el 33, tras un rebote, pudo empatar el Betis, pero Alberto respondió bien al disparo de Varela, en la que fue su primera aproximación al ataque y la última ocasión del primer acto.

Empate tras la reanudación

Tras el descanso, Joaquín pasó a la mediapunta y Cejudo a la derecha. El movimiento le salió perfecto a los verdiblancos, ya que en el primer minuto de la reanudación igualó el partido. Cejudo se aprovechó de un error en la salida de Isma López, centró al corazón del área y Rubén Castro, de forma magistral, asistió con la cabeza a Joaquín que, en boca de gol y también con la testa, superó a Alberto con un potente remate cruzado.

El gol desubicó al Sporting, que comenzó a tener dificultades para mantener el balón. Los rojiblancos, no lograron conectar con Halilovic y se ahogaron en la presión de un Betis espoleado por la inercia del empate. No obstante, en el 52, Álex Menéndez le ganaba la partida a Piccini y su remate de cabeza, previo centro de Halilovic, que apenas apareció en toda la segunda parte, casi sorprende a Adán. En el 56, el arquero mandó a córner un disparo de Jony; acción que a la postre iba a marcar el partido: el lanzamiento desde la esquina acabó en las manos del portero bético que rápidamente buscó en largo a Rubén Castro. Isma López, que cerraba junto a Lora, en su intento de ceder el esférico a Alberto, redondeó su aciaga mañana y le dejó el balón al canario, que desde lejos disparó un misil que se coló dentro tras tocar en el larguero. 1-2 y poco más de media hora por jugarse.

El golpe fue duro y Abelardo no tardó en reaccionar. En busca de más mordiente, Guerrero sustituyó a un desafortunado Isma López. Jony pasó a jugar en la izquierda y Menéndez retrasó su posición al lateral.

Dos minutos después del cambio, y en el primer balón que tocó, el delantero toledano bajó el balón con el pecho, se deshizo de Westermann y asistió a Carlos Castro que, en el mano a mano, no pudo con Adán, de largo el mejor de los verdiblancos.

En el 70, Mel quiso acumular más presencia en el centro del campo con la entrada a Petros, por un desaparecido Dani Ceballos. Cuatro minutos después, Westermann estuvo cerca de sentenciar el choque a la salida de un córner, pero su cabezazo acabó en el lateral de la red con Alberto ya batido.

En el tramo final, Juan Muñiz sustituyó a un exhausto Jony; Jorge Molina hizo lo propio por Joaquín, que se fue ovacionado de El Molinón.

A tres minutos del final, Cases, que cuajó una gran segunda parte, filtró un extraordinario pase entre los centrales que Guerrero, con todo a favor, mandó al limbo. Dos minutos después, con el Sporting ya volcado, Jorge Molina erró una ocasión clamorosa a puerta vacía tras una recuperación de Petros.

Con el partido agonizando, los locales tuvieron la última con un remate de cabeza de Pablo Pérez, que había ingresado en el lugar de Meré, pero su timorato y complicado cabezazo murió mansamente en las manos de Adán.

En el minuto 94 y medio, el colegiado Martínez Munuera decretó el final de un partido en el que la pegada volvió a ser, una vez más, el factor diferencial.