Tarde de sol -sin playa- en Haro, pero lo que es más importante, tarde de fase de ascenso y del último partido en El Mazo de los locales. Buen aspecto el que presentaban las gradas del siempre curioso estadio que destaca sobre el resto de construcciones de la zona por un arco que los pontevedreses miraban con sorpresa, "ésto lo habéis cogido de San Mamés", comentaban a la entrada del estadio a los aficionados del Haro en una gran demostración de lo que representa el fútbol, respeto y buen humor.
Más de 200 aficionados se trajo consigo en tres autobuses el Pontevedra para animar en uno de los dos partidos más importantes de la temporada, esperando al que tendrá lugar en Pasarón. Por su parte los aficionados jarreros respondieron al llamamiento del club y acudieron más de 1200 locales al estadio, cifra respetable si se tiene en cuenta que el municipio cuenta con 11.000 habitantes.
En lo referente al fútbol, los gallegos llegaban al estadio como favoritos en la eliminatoria, pero por supuesto, con todo por jugar. El Haro, el equipo más humilde de los supervivientes, celebraba poder disputar este partido asumiendo que son ellos los que tienen todo por ganar y muy poco que perder, mientras que el Pontevedra es el equipo que más perdería en caso de caer derrotado tras 180 minutos, o más, de eliminatoria.
El fútbol se olvidó de favoritos
Con el partido comenzando, el balón pasó de todos aquellos pronósticos que hacían los aficionados minutos antes del pitido inicial. Sobre el césped 22 jugadores queriendo el control del esférico, que se repartiría durante los primeros 20 minutos para ambos equipos, hasta que el Haro Deportivo pisaría ligeramente el acelerador para apretar al Pontevedra, que parecía no querer asumir excesivos riesgos.
No conseguía ocasiones claras el Haro, pero la banda de Suárez y Zabala empezaría a ser un problema para los gallegos, que veían como todo el peligro local emergía por ahí y de las botas de Liébana, que seguía colgando balones muy peligrosos al área para que el batallador Gómez, físicamente superior a Pablo y Anxo, pelease contra ellos. La tendría el Haro, pero Pablo, central del Pontevedra, sacaría a relucir todo su talento al cortar a la perfección una contra de Olavarrieta que parecía, acabaría en un 1 - 1 ante Edu, portero visitante.
Suárez no dejó sentarse a nadie
Por la definición bien podríamos pensar que el jugador de banda derecha del Haro Deportivo era Luís y no Dani Suárez, sin embargo el 10 de los locales daría el pistoletazo de salida a la segunda mitad con una gran jugada por su banda esquivando rivales y aprovechándose de un rebote al perder la pelota para cruzar la pelota con la diestra al palo largo del portero, que nada podría hacer para evitar que El Mazo celebrase, sin apenas poder sentarse, un gol que nadie parecía esperar.
Tras marcar, el Haro empezó a replegarse y defender con uñas y dientes un resultado vital para afrontar la vuelta con más ilusión, si es que eso era ya posible. El Pontevedra parecía tener dificultades para crear ocasiones pese a ser mejores individualmente. Poco a poco se decidieron a colgar balones al área sin mucho éxito, con Javi Pérez especialmente acertado en los balones aéreos, haciendo valer su altura ante sus rivales.
La tendrían los visitantes antes de llegar al minuto 90, pero el disparo de Carnero, que había entrado en la segunda mitad, se marcharía muy cerca del palo derecho de la portería riojana.
Con 90 minutos por delante, los jugadores del Haro tendrán que afrontar con ventaja una eliminatoria muy importante para el municipio riojano, que tras casi 100 años de historia, apenas ha podido disfrutar del sabor de la categoría de bronce del fútbol español.