Miel en los labios

El San Fernando y el Europa empatan a uno un partido marcado por la tensión propia de un duelo de playoffs. Los escapulados consiguieron su cometido en el minuto 9 gracias a Fran Bea y pudieron sentenciar el choque con el cuadro local groggie en la segunda parte. Sin embargo, los cambios de Méndez revolucionaron la contienda en la recta final. Iván empató y los azulinos gozaron de varias claras para desequilibrar una eliminatoria que se decidirá en el Sardenya.

Miel en los labios
Foto: CE Europa
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Por José Manuel Gallardo

El choque de trenes entre San Fernando y Europa se saldó en tablas. Con goles. O lo que es lo mismo, ligera ventaja para el conjunto catalán. Sin embargo, una sensación sobrevuela extrañamente la cabeza de unos y otros: el partido no fue el deseado.

Unos por las ocasiones erradas; otros porque la lesión de Poves les condenó a conformarse con una ventaja insuficiente. Ambos se marchan de Bahía Sur con una determinada acción en la cabeza, chasqueando la lengua y sabiendo, a ciencia cierta, que todo se decidirá la semana que viene en el barrio de Gràcia.

Puñetazo en la mesa

Y eso que el San Fernando llegó a estar fuera de combate, noqueado. Y con una herida profunda en su interior. Cuando los nervios iban pasando de largo, cuando La Isla comenzó a rugir y el Club Deportivo intentaba a acercarse por el empuje de su afición, Fran Bea entró con una guadaña en el área cañaílla, aprovechó la dejada de Abel Rita y fusiló a Fran. 0-1, minuto 9.

El once de Méndez no introdujo novedades destacables. Ceballos y Amarito en las bandas, Castillo y Pablo Vázquez en el eje de la zaga, Jorge y Lolo Garrido en la medular, con Ñoño, Tati y Dani Martínez en la zona de tres cuartos y arriba Edgar.

Tampoco Poch modificó su dibujo. 5-3-2 con un Fran Bea que estuvo en su sitio en la jugada del tanto. Chutazo de Padilla, mano abajo de Fran, Rita recoge el rechace y que  la llegada del centrocampista graciense, al que asiste en bandeja de plata. Ni que decir tiene que la eliminatoria cambiaba radicalmente.

El gol de Fran Bea en el 9' dejó muy tocado al San Fernando

El San Fernando se quedó pasmado. En estado de shock. Murmullo en la grada que acabó por convertirse en una ansiedad desmedida razonable con el paso de los minutos. Gianni se hizo grande en un par de acercamientos azulinos que trataban de forzar la igualada sin suerte. Un saque de esquina sin rematador primero, un remate picado de Tati Maldonado y varios centros a las manos del arquero provocaban las primeras muestras de preocupación en la siempre ardiente afición cañaílla.

Foto: CE Europa

Una hinchada que protestó airadamente el tiempo que se perdió con el encontronazo de Álex Poves y Amarito que se llevó por delante al máximo anotador europeísta. Poves abandonó el césped del Iberoamericano renqueante, con el gesto desencajado y conociendo a la perfección que tendrá muy difícil llegar a la vuelta.

Su relevo, Guzmán, condicionó la historia del choque. Poch se decidió por aguantar el marcador. La intención era clara. Juntar líneas y esperar a que el tiempo corriera cuanto antes. La realidad es que el plan, aunque pueda parecer una locura si se tiene en cuenta que restaba más de una hora de juego, estuvo a diez minutos de saldarse con un sobresaliente.

La lesión de Poves provocó que el Europa intentase amarrar el resultado

Quizás, eso sí, porque el San Fernando ni tan siquiera llegaba al cinco raspado de estudiante del montón. El ataque cañaílla era desesperadamente estático. La presión alta de Rita iniciaba un agobio que se pausaba en la medular para luego convertirse en insoportable en la zona decisiva del campo. Así, una y otra vez, el Club Deportivo se estampaba con una muralla naranja que maniataba a Edgar y Tati por el centro y que cortaba las alas de Amarito y Ceballos.

No obstante, lo peor para los locales aún estaba por llegar. El inicio del segundo acto fue todavía más desalentador. El Europa se hizo con el esférico e incluso tuvo el 0-2. Una galopada de Abel Rita dejó al exjugador de La Pobla de Mafumet solo delante de Fran. Su disparo escorado con la zurda se estampó en el pecho del arquero, que mantuvo con vida a su equipo. Algo similar ocurrió poco después, cuando un mal despeje de Castillo obligó al meta a emplearse a fondo.

Cambiar o morir

El San Fernando veía por entonces muy negro su futuro. Necesitaba un aliciente. Un impulso externo. Un cambio radical que llegó desde el banquillo. Con media hora de juego por delante, Iván y Pepe Carmona eran los elegidos. En sus botas estaban las mantener viva la ilusión por el bronce en la ciudad de San Fernando. Lo sabían y aceptaron el reto. Con ganas.

Tantas que, al principio, ambos futbolistas pecaron de algo de ansiedad. Sobre todo en el caso del extremo sevillano, que tuvo un par de encontronazos con los laterales Dot y Nils. Cuando supieron serenarse, ayudados por la entrada de Francis por Ñoño, el San Fernando voló.

Los cambios revolucionaron al San Fernando, que empató gracias a Iván

Nadie podrá explicar si fue por un bajón físico catalán, por un arreón de fuerza y pundonor azulino, o por un acierto táctico del técnico isleño. Lo cierto es que el Club Deportivo cambió. Floreció. Excitó a una hinchada que reventó todos los sonómetros existentes en el minuto 81.

Fue entonces cuando un saque de esquina desde la izquierda fue rematado en primera instancia por Pablo Vázquez. Gianni, de forma poco ortodoxa, desvió con el cuerpo, pero en el área pequeña, Iván la mandó a la red de cabeza.

Foto: CE Europa
Foto: CE Europa

Quedaba tiempo más que de sobra para terminar de remontar un partido heroico. Para valientes. El San Fernando lo intentó por activa y por pasiva. Tuvo el balón y, en este tramo, sí que tuvo ocasiones para salir victorioso. Pero no aprovechó ninguna y los fantasmas de la escasez de gol volvieron a aparecer en el peor momento posible.

Solo así se explica que, a falta de tres minutos para el final, Edgar y Pablo Vázquez dentro del área grande no lograsen rematar ante un Gianni preparado para reaccionar con rapidez y que Dani Martínez, que llegaba con todo a la frontal, hiciese un intento fallido de chutar con el alma y, sin embargo, lo que culminó fue la jugada más extraña del encuentro.

El San Fernando pudo culminar la remontada en la recta final

Todo, o al menos el primer capítulo de esta novela, acabó poco después de una acción clave para la eliminatoria. Con varios jugadores visitantes tendidos con calambres y el San Fernando con sed de venganza, Amarito lanzó un centro delicioso para la cabeza de un Edgar que no llegó por muy poco. El testarazo de Ceballos, con todo a favor y con muchos ya celebrando el tanto, se marchó a la izquierda de Gianni.

Era el final. No había tiempo para más. El San Fernando había reaccionado a tiempo, pero había dejado escapar a un Europa que celebraba con la sensación de que habían dado un paso de gigante. No definitivo, eso sí, ya que todo se decidirá en el Sardenya. Allí, el San Fernando deberá ganar o empatar a más de un gol. Difícil, pero no imposible. Y más en los playoffs, en esa fase que te regala partidos tan trepidantes cómo éstos…