El Atlético Mancha Real confirma su ascenso y el alcance de un sueño. Los andaluces se aprovecharon del desastre de partido de un Zamora que fracasa peligrosamente en su intento de ascenso. Elady, con un doblete, hace inútiles las ilusiones previas de los rojiblancos. Un sobreexcitado conjunto local se hace el harakiri con una actitud desorbitada y con un exceso de agresividad fruto de la tensión. Rubén Moreno, desterrado de héroe a villano, se expulsa de manera injustificada, emborrona su gran temporada y dejó a miles de aficionados con cara de tontos.
El equipo jienense es justo vencedor en ambos partidos, demostró más madurez y saber estar, y supo leer los 180 minutos de manera adecuada. Los de Juan Arsenal han ganado la batalla en el campo pequeño y de césped artificial, y con ventaja de dos goles, han sabido también actuar en el estadio abarrotado, el estadio de una capital entregada y de un césped rápido por las lluvias. Sin peros, por méritos, el Mancha Real es equipo de Segunda B. El Zamora deberá coger el segundo tren, pero tendrá que luchar ante mucha competencia, ante ellos mismos y sin su mejor jugador por una canallada.
Tal escenario no mereció tal bochorno
Durante todo el día, los aledaños del Ruta de la Plata han sido una fiesta. El ambiente, pese a la irregularidad del tiempo, ha sido extraordinario. Se respiraba fútbol, se masticaba play off. Dentro del estadio, el feudo zamorano se vistió de gala. Desde el último play off en Segunda B, seguramente, ante el Villarreal B no se vivía algo así. Gradas llenas, coloridas, dos aficiones de frente y animando a sus equipos y los dos equipos preparados para luchar otros 90 minutos. El marco era el idóneo para vivir algo mágico. David Álvarez, el mejor de lso suyos, respondía tempranamente y fue el primer animador con un inicio soberbio y Andoni se apuntaba con disparo al poste incluido.
Rubén Moreno ejemplificó las altas pulsaciones de los zamoranos y fue expulsado a los veinte minutos con una patada fuera de lugar
Pero el Zamora se volvió loco. La excitación ante tal escenario, tanto por jugarse y la motivación, hicieron que los jugadores rojiblancos perdieran la cabeza. La sangre hervía, el corazón no dejaba pensar y los de Balta convirtieron el partido en una calle de barrio bajero. Cualquier roce era fruto de encaramientos, peticiones, bullicio, tensión. El ruido de la grada, los nervios brotaban a ritmo de golpes y una tángana fuera de lugar llena de violencia acabó por desmarcar a los equipos. Locales fuera de sí y al límite, visitantes buscando la salida de tono de un rival nervioso. Una injuria al fútbol.
Y en estas llegó la jugada clave. Rubén Moreno, un jugador que ha demostrado durante toda la temporada ser el hombre más importante del equipo, pecó de infantil y cometió el error del año. El partido lo controlaba el Zamora en lo futbolístico pero se pedía la aparición de su mejor efectivo. Tras una falta, que lanzó el propio delantero por galones, buscó una reválida en el rechace de su lanzamiento y es alcanzado cerca de área. Rubén Moreno responde patética e irresponsablemente con una patada cargada de fuerza, impotencia, locura e inconciencia. Acababa de meter la pata, un cruce de cables inversamente proporcional a su calidad que tiraba por la borda las esperanzas de su equipo.
El Mancha Real supo leer mejor cada aspecto del partido y el Zamora con su descontrol emocional lo puso muy fácil
Andoni o Nata, bastante metidos en el encuentro, también se las vieron tiesas en varias acciones contagiados de ese ambiente enrarecido producto de la sobreexcitación del equipo. Zamora enmudeció poco después. A la media hora, tan solo diez después de la explosión del pichichi zamorano, Elady hacía para más inri el 0-1. Una falta colgada al área, una burla al gol de Ramos en la final de la Champions, acabó con gol del Mancha Real. Pasividad defensiva, mal marcaje de un desastroso Coque, astucia ofensiva, y el protagonista en lo futbolístico abría el marcador y cerraba la eliminatoria.
Zamora y el equipo estaban en estado de shock. No podían creer lo que estaba pasando. Tampoco los de Juan Arsenal. Tan facilidad en el partido de vuelta era difícil de imaginar para los andaluces. El propio Balta, un entrenador de sangre caliente, se frotaba los ojos ante tal traición de partido de sus equipo. Y entre todo, las ocasiones escaseaban, las ideas locales se volatilizaban y las de los jienenses se relamían.
El partido no cambió, el Zamora no tenía fuerzas ni recursos para sobreponerse. De hecho, el inicio de la segunda parte fue para los visitantes. El Mancha Real era más inteligente, se aprovechó de las piernas temblorosas rivales, y sabía decidir la mejor opción en cada jugada. A veces tan solo tenía que esperar el fallo rival o forzar que la opción fuera el centro al área para Nata. El delantero, una de las dianas de las críticas durante el año, ofreció lealtad y batalla hasta que las fuerzas fallaron, pero no consiguió afinar su puntería.
La defensa zamorana sufría en los selectivos ataques rivales. Muchos errores, a veces percutidos al medio campo, que ponían en jaque (más todavía) a un Zamora hundido. Edu Ruiz volvió a sufrir a la espalda y en velocidad. En un ataque de ese estilo, victoria a la espalda de una parada defensa, Elady marcaba el segundo tras hacer un dos para uno ante el portero Rodri. El 10 era el héroe de su equipo y confirmaba su ascenso. El Mancha Real confirmaba, con muchos minutos de margen, ser nuevo equipo de Segunda División B. Muy merecido. El Zamora deberá aprender de su esperpéntico partido.
| Zamora (0) | At. Mancha Real (2) | ||
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| Rodri | 4 | Emilio | 6 |
| Cifu | 4 | Linares | 7 |
| Edu Ruiz | 3 | Rubén Peces | 6 |
| Josema | 4 | Ramón | 7 |
| Coque | 3 | Rubio | 5 |
| Andoni | 5 | Cervero | 7 |
| Vilchez | 4 | Joni | 6 |
| Manu Moreira | 5 | Manolo | 7 |
| David Álvarez | 6 | Elady | 9 |
| Rubén Moreno | 0 | Alberto | 7'5 |
| Nata | 5 | Ángel | 7 |
| Sustituciones | |||
| Nacho Huertas | 5 | Pedrito | 6 |
| Aarón | 5 | Pato | 6 |
| Vlverde | - | Juanlu | - |