Llegar a un playoff de ascenso de categoría nunca es complicado, hay que disputar una temporada inmaculada para poder tener la opción de cambiar de ciclo al año siguiente, y por ello el Lagun Onak no dio ni un solo balón por perdido. Después del 1-0 de la ida, el conjunto vasco no le perdió la cara en ningún momento al choque disputado en el Román Suárez Puerta, para después de perder por 1-0 al término de los 120 minutos, encontrar la suerte desde el punto de penalti, teniendo que lanzar ni más ni menos que 24 penas máximas para dilucidar como el equipo que dirige Pablo Turrillas conseguía pasar la primera eliminatoria de ascenso a Segunda División B, teniendo que batirse en duelo en el siguiente cruce con el Águilas.

"Ahora nos tocará un primero o un segundo pero será del nivel del Real Avilés, así que lo intentaremos de nuevo"

Competir en una eliminatoria de ascenso siempre da un respeto extra que hacerlo en el campeonato liguero, por lo que Turrillas afrontaba con ganas e ilusión el envite ante el Real Avilés. "Cuando me preguntaban en Guipúzcoa les decía que para nosotros este playoff era un sueño, y ahora tengo que decir que ese sueño continúa. Somos un equipo amateur y hemos eliminado a uno profesional, con mucho sufrimiento pero quitándonos los miedos", comentó ante los medios de comunicación.

Para terminar, Pablo Turrillas asume que más allá de conseguir imponerse por 1-0 en el partido de ida, el choque disputado en Garmendipe sirvió a los jugadores del Lagun Onak para creeer en poder superar la eliminatoria, algo que a la postre terminaron consiguiendo en la tanda de penaltis. "Cuando vimos el sorteo sabíamos que iba a ser muy difícil, pero el partido de ida nos demostró que podíamos competir y creo que hicimos un buen partido. Ahora nos tocará un primero o un segundo pero será del nivel del Real Avilés, así que lo intentaremos de nuevo", concluyó.