En una calurosa aunque apacible tarde de verano, en el entorno privilegiado de La Manga, en Murcia, el Almería se disponía a enfrentarse a un conocido rival, el Villarreal, equipo contra el que se disputó el ascenso directo a lo largo de la pasada temporada, y que finalmente caería del lado del conjunto dirigido por Marcelino.

El Almería cobra forma

La primera parte arrancaba, y Francisco alineaba sobre el terreno de juego a un once formado por Ustari bajo palos; Rafita, Trujillo, Pellerano y Christian en línea de cuatro; en el centro del campo,  Corona, Tébar y Suárez; y en el frente de ataque, Aleix, Suso  y Rodri en punta. En los primeros compases de partido ambos equipos dispusieron de ocasiones por igual, pero poco a poco, era el conjunto rojiblanco el que conseguía dominar con criterio el balón, combinando acertadamente y explotando la velocidad de Aleix y Suso por banda, que pusieron en más de un aprieto a la zaga amarilla. La zaga almeriense se mantuvo sólida y fiable, achicando todos los balones que le llegaban, y destacando la actuación de Pellerano, que cobró protagonismo por su criterio a la hora de sacar el balón jugado desde abajo.

Por parte del equipo de Marcelino, la banda derecha fue la que llevó protagonismo en el ataque, sucediéndose jugada tras jugada por esta banda. Pudo sorprender el Villarreal, como en la ocasión que Giovanni estrelló al palo, pero la precisión de cara al gol no fue la tónica de la primera mitad. Aquino también participó en los arreones del submarino amarillo, dejando patente la calidad que atesoran sus botas.

Continuidad en la segunda parte

Comenzaba la segunda parte y el míster del conjunto rojiblanco no cambió al once en su totalidad, si no que introdujo cambios en pequeños grupos, pudiendo así disfrutar de minutos jugadores como Kiu, Dubarbier, Óscar Díaz, Soriano,… Este detalle nos confirma dos hechos: que Francisco tiene ya una idea ciertamente clara sobre cuál puede ser el once titular que defenderá los colores del equipo del Juegos del Mediterráneo, y que los jugadores del filial van a contar, y mucho, a lo largo de la temporada. Hicham siguió haciendo honor a su fama, y despuntó en los minutos de los que dispuso.

No sería hasta el minuto 75 cuando se rompería la igualdad en el marcador, tras un agarrón en el área del Villarreal que el colegiado castigó con penalti, transformado por Verza, poniendo el 1 – 0 en el luminoso de La Manga Club, que ya sería inamovible. El jugador no celebró el tanto, debido a su pasado con el conjunto amarillo.

Se llegaría al final de un partido que, si bien no destacó por su abundancia en el aspecto goleador y puede arrojar algunas dudas sobre Óscar Díaz y Rodri, sirvió para demostrar que el Almería comienza a funcionar como un equipo compacto que puede dar muchas alegrías en Primera.