Llegaba la UD Almería a Balaídos y se disponía a jugar en un choque que enfrentaba a dos equipos en una situación muy similar, y es que tanto el conjunto de Francisco como el de Luis Enrique llegaban a la Jornada 15 empatados en la clasificación con 12 puntos en su haber. Además, este partido suponía el reencuentro entre Charles y el equipo donde logró convertirse en Pichichi de Segunda División, y que en declaraciones previas al partido, comentaba que ante un posible gol durante en encuentro, no estaría en su cabeza una posible celebración por respeto a un equipo que supuso mucho para él y su carrera.
El Almería saltaba al campo, ante 18.947 espectadores, contandocon importantes bajas en sus líneas, y es que finalmente le llegó la titularidad a Óscar Díaz, debido a la lesión de Rodri. Además, Corona y Pellerano, también fueron bajas por el mismo motivo que el soriano. Los gallegos por su parte contaban con las bajas de Samuel y Fontás.
El Almería buscaba pelea
Pitaba Ayza Gámez el inicio del partido y el Almería se plantaba sobre el verde de Balaídos con la intención de ser él quien llevara la voz cantante y el peso en el juego. Francisco rechazaba el uso de la zaga de 5 que ha conseguido salvar a los rojiblancos en más de una ocasión y buscaba un once más ofensivo. A pesar de que en los primeros compases sería el conjunto andaluz quien disfrutaría de mayor posesión, el Celta dispondría de las ocasiones de mayor peligro. En concreto, sería el tridente formado por Charles, Rafinha y Álex López el que pondría en más de un aprieto al veterano Esteban, pero la falta de acierto y las grandes intervenciones del guardameta rojiblanco salvarían al Almería por el momento.
De hecho sería el Almería el que, por medio del gaditano Suso, se adelanto en el marcador. El joven extremo trazó una espectacular diagonal en busca de un hueco que encontró para batir la portería defendida por Yoel, haciendo el 0-1.
Pero el gol llevó a echar las líneas atrás y el Celta comenzaría un duro asedio sobre la puerta rojiblanca que culminaría con el tanto de Orellana (1-1) tras un duro disparo que se vio favorecido por las facilidades que concedió en Almería durante el ataque celeste. El empate volvió a meter a los andaluces en el encuentro, pero los de Luis Enrique no cedieron y continuaron acosando a Esteban, que salvó en más de una ocasión a la escuadra de Francisco, tras diversos fallos en defensa.
Finalizaría la primera parte con empate en el marcador con un gol para cada uno, pero no serían los últimos que se verían en Balaídos.
El Celta empezó enchufado
Comenzaba la 2ª parte en Galicia tal y como acabó la primera. El Celta atosigaba a Esteban, y finalmente se llevó en gato al agua, consiguiendo ponerse por delante en el marcador gracias al gol de Oubiña (2-1), que tras un saque de esquina que fue peinado en el corazón del área rojiblanca al segundo palo cabeceaba al fondo de las mallas, sin que Esteban pudiera hacer más por evitarlo. El Celta ya gobernaba en el luminoso, pero no se achantó y continuó con su ofensiva total.
Mala imagen en Balaídos
El segundo gol del Celta fue un golpe muy duro del cual el Almería no pudo, ni supo, recuperarse. Perdido sobre el césped, sin rumbo claro, se limitó a defenderse de las continuas acometidas del conjunto local, mostrando una pasmosa fragilidad defensiva. La falta de organización y de ideas en ataque también contribuyó a que el Celta campeara a placer en sus dominios y a que, tras insistir una y otra vez, consiguiera sentenciar el partido con un 3-1 gracias a Charles, con algo de fortuna. El tiro del brasileño fue rechazado por Esteban, pero el balón finalmente acabaría entrando en la meta rojiblanca.
Con el 3-1 el marcador no se movería más, pero no por falta de ocasiones. El Almería se dedicó a defender hasta el final del partido, pero dando grandes facilidades a los atacantes de Luis Enrique.
Ayza pitaba el final del partido y el Almería encajaba otra derrota más, quedando con 12 puntos, y siendo superado por el Celta, que tras la victoria queda con 15. Los de Francisco vuelven a estar contra las cuerdas en la clasificación, en la “zona caliente” por la lucha de evitar el descenso.