El Almería navega como barco a la deriva durante las últimas semanas, ya sea en la competición doméstica o en la Copa del Rey. Hoy en Villarreal ha caído por 2-0, y si mañana gana el Valladolid acabará la jornada en puestos de descenso. Debajo del mar en el que nada sin rumbo la UD Almería se encuentra un submarino; un submarino de color amarillo, que avanza con paso firme en la tabla clasificatoria hasta el cuarto lugar, al menos hasta saber qué ocurre en el Athletic de Bilbao - Real Valladolid de mañana.
'Trivote'
Venía el Almería de ser eliminado de la Copa por un Segunda B y de ser goleado en la Liga BBVA por el Atlhetic de Bilbao (6-1), por lo que Francisco decidió introducir variantes tácticas en el once. La principal novedad fue la inclusión en la alineación inicial del trivote que tan exitoso resultado le dio en el partido contra el Real Betis Balompié (0-1), formado por Marcos Tébar, Ramón Azeez y Verza. La consigna era clara: acumular hombres en el centro para robar y salir rápido a la contra con los tres hombres de arriba: Aleix Vidal, Barbosa y un cada vez más asentado Jonathan Zongo. Hasta aquí la teoría, ahora vayamos con la práctica. La práctica durante la primera parte dijo todo lo contrario, ya que el equipo salió con mucho miedo al terreno de juego y volvió a encajar un gol en los primeros minutos del encuentro, como ya le ocurriera en el partido anterior en el Nuevo San Mamés. El autor del gol fue Uche, que con este gol supera a su hermano en número de goles anotados en la Liga BBVA. Aunque el gol fue del nigeriano, el protagonismo hay que dárselo una vez más al mexicano Giovani dos Santos, que trazó un magnífico pase por encima de la defensa del Almería para que Uche, no sin un gran control, batiera la portería de un Esteban que esta vez pudo hacer algo más para evitar el gol amarillo.
Primera parte para el olvido
A partir del gol, el equipo andaluz adelantó líneas e intentó reponerse del duro golpe recibido. Durante los minutos posteriores al gol se pudo ver a un Almería intentando llevar el peso del encuentro, arrinconando a su oponente por momentos a base de pelotazos en largo para un Zongo que se encontraba demasiado solo en ataque. Con el paso de los minutos, el control del equipo rojiblanco (hoy de azul) se fue disipando a favor de un Villarreal que empezó a controlar los tempos del partido, lanzando contras muy peligrosas que nunca llegaron a acabar en gol por falta de acierto en el último pase. La UD Almería solo creó peligro a balón parado, a través de algún lanzamiento de córner o de falta botado por Verza. Entre bostezos acabó una primera parte en la que solo se salvó Giovani dos Santos con su excepcional pase de gol.
Suso como revulsivo
Por todos es sabido que Suso es el jugador con mayor calidad de la plantilla almeriense, pero debido a su juventud no es capaz de mantener un estado de forma regular, siendo un proyecto de estrella que pasa por picos de forma muy extremos: o está muy bien, o está desaparecido. La irregularidad le ha llevado a ser un habitual del banquillo en los últimos encuentros ligueros, viviendo un oasis en forma de titularidad en la Copa del Rey.
Para esta segunda parte, Francisco dio entrada al joven gaditano en detrimento de un muy poco participativo Hélder Barbosa. El cambió pareció sentarle bien al conjunto andaluz, que se volcó en busca del empate. De las botas de Suso nacieron las mejores oportunidades de gol, con tiros lejanos a los que respondió con mucha seguridad un irreconocible durante toda la temporada Sergio Asenjo. La revolución se fue apagando con el paso del tiempo, como ya pasara en la primera mitad tras el gol del submarino amarillo. El último cuarto de hora de encuentro se presentaba muy mal para los intereses del equipo dirigido por Francisco. El Villarreal controlaba el encuentro y el Almería apenas creaba peligro a balón parado. Al darse cuenta de esto, Francisco movió ficha y rompió el trivote, introduciendo a Soriano por Tébar. El entrenador buscaba más claridad en el último pase y mayor potencial aéreo para culminar alguna jugada de estrategia. A la desesperada, y viendo que el cambio de Soriano no había dado resultado, Francisco puso en liza a Oscar Díaz y retiró del terreno de juego a Aleix Vidal, para jugar los últimos 5 minutos con dos puntas, en busca del gol que le diera el empate.
Penalti y sentencia
Con el Almería partido en dos, el Villarreal se limitó a contraatacar el área de un rival que ya por ese entonces andaba a la deriva. Así, en el minuto 86 Rafita cometió penalti sobre un Jonathan Pereira que había saltado al campo minutos antes por Gio dos Santos. El penalti fue transformado por Bruno Soriano, engañando en el golpeo a un Esteban que solo pudo mirar cómo el esférico se introducía en la portería disipando cualquier esperanza de empatar el partido.
El Almería encadena así 4 partidos sin ganar y un total de 11 goles en contra si contamos los partidos contra el Racing de Santander en la Copa del Rey. Si el Valladolid logra ganar mañana al Athletic de Bilbao, el Almería acabará la jornada en puestos de descenso.