Almería y Athletic se enfrentaron en un choque en el que ambos equipos llegaban con los papeles cambiados: el conjunto andaluz, con nueve puntos y en la parte media de la tabla recibía a la escuadra dirigida por Ernesto Valverde, que con tan solo cinco puntos en su haber se encontraba sumergido en una crítica situación hasta el punto de que el propio técnico se encontraba cuestionado. Francisco por su parte, con el recuerdo presente del último choque en El Madrigal que se saldó con derrota, puso en liza a un once de corte defensivo con el ya conocido "trivote" formado por Thomas, Verza y Azeez para procurar la contención en el centro del campo. Con Hemed en punta y Edgar y Wellington por las bandas Francisco trataría de poner en aprietos al veterano Iraizoz. Valverde por su parte dispuso sobre el verde del Juegos Mediterráneos su once tipo, del que se cayó Gurpegui por lesión, siendo sustituido por Etxeita, que se convertiría en protagonista de un choque en el que el buen juego fue el gran ausente.
Cuando el reloj marcaba las cuatro de la tarde, y tras guardar un riguroso minuto de silencio, Martínez Munuera dio el pitido inicial y el balón echó a rodar sobre terreno de juego. El Almería salió tratando de imponer su juego, rápido y directo, intentando sorprender a "los leones". El balón se jugaba con intensidad por parte de ambos conjuntos, siendo el Athletic quien dispondría del primer lanzamineto de cóner del partido en el minuto siete, y que a punto estuvo de ser transformado en gol tras un fallo de la zaga al despejar. Dispondría de una más el Athletic, pero el tiro de los vascos se marchó muy cruzado. En el minuto 12 Thomas vería la primera cartulina del encuentro, tras saltar y golpear con el brazo a Iturraspe en la cabeza.
Los rojiblancos supieron parar a "los leones"
Con el primer cuarto de hora de partido cumplido el marcador aun permanecía sin estrenar, pero no por falta de empuje. Ambos equipos trataban de llegar a portería, pero no conseguían culminar las jugadas. En el minuto 18, tras varios forcejeos en el centro del campo por tratar de hacerse con la posesión, Dos Santos tuvo que salir del terreno de juego lesionado, al realizar su tobillo un mal movimiento, pero poco después, tras ser atendido en la banda, el central pudo recuperarse y continuar jugando.
El Almería supo contrarrestar el ataque norteño, pero no consiguió evitar el marcador a cero.
El Almería conseguía parar el peligro que Beñat trataba de generar con sus inteligentes pases entre líneas. Con una buena defensa y tratando de sorprender a la contra llegaban las ocasiones para los de Francisco. Wellington lo intentó en el minuto 22 con una gran jugada personal en la que se marchó de hasta cinco defensores vascos, teniendo que ser parado con una falta que el colegiado no sancionó con tarjeta, a pesar de las protestas de la afición rojiblanca. El Almería dominaba tanto en juego como en ocasiones.
Thomas lo intentó en el 26' con un tiro raso desde tres cuartos de cancha que se marchó a pocos metros de la base del palo de la meta defendida por Iraizoz, llevando esto a que los de Valverde trataran de parar el curso del juego para tratar de asentarse de una vez en el campo.
Media hora de partido y el 0-0 seguía imperando en el luminoso del Juegos Mediterráneos. A pesar de que el Almería parecía controlar el choque, el poco tiempo que le duraba el balón en los pies al Athletic servía para generar ocasiones de gran peligro. Los rojiblancos se aproximaban a la portería visitante, pero no ponían a prueba las habilidades de Iraizoz. El juego aéreo que pretendían los andaluces quedaba algo mermado al no tener a un jugador de gran embergadura para bajar y colocar el balón. Cuando se sobrepasaba el minuto 40, aún con empate, el juego bajó en intensidad, pero el Almería dispuso de una gran ocasión tras un buen pase de Thomas para la carrera de Edgar, que llegó a detener Iraizoz con una buena salida, acabando tocado por un choque con el extremo canario. Tras dos minutos de prolongación por las constantes interrupciones del juego y en los que el Athletic lo siguió intentando, Martínez Munuera pitó el final de la primera parte, con un 0-0 en el marcador y la sensación de que algún que otro gol podía haber subido al marcador para ambos equipos.
El dominio del Almería que se vio durante la primera parte estuvo carente de ideas que pudieran desembocar en gol, ya que las intervenciones de Iraizoz para atajar peligro se pudieron contar con los dedos de una mano. Francisco trataría de poner solución al problema en la creación del Almería. Por su parte Valverde vio como un equipo teóricamente inferior le estaba superando en dominio de balón, por lo que buscaría la reacción de su combinado para salir de la mala racha que atravesaban.
El Almería arrancó la segunda parte con ganas
La segunda parte arrancó con un Almería que quería volver a ser protagonista con el balón en los pies. Además, Francisco puso a calentar a los veteranos Corona y Soriano, posibles recambios en su esquemas según avanzara el partido.En el minuto 50 Hemed dejó un balón franco a Azeez para que éste encarara la meta de los de Bilbao, pero la zaga visitante estuvo atenta y supo achicar el peligro con rapidez y solvencia. Valverde movería ficha primero, retirando del terreno de juego a Beñat y dando entrada a Iraola en el minuto 52. Poco después, el recién ingresado jugador vasco vería la tarjeta amarilla, concretamente en el minuto 55, tras una dura entrada sobre Edgar.
Un gol inesperado
En el 56 llegaría el primer gol del partido, tras un saque de esquina que en primera instancia despejó la zaga rojiblanca. El rechace sería recogido por Muniaín que probó el disparo lejano, pero este, tras una serie de rebotes, acabaría en los pies de Etxeita para que pusiera el 0-1 en el marcador. Cuando mejor estaba jugando el conjunto de Francisco Rodríguez recibió el máximo castigo posible. El preparador rojiblanco sabía de la necesidad de la remontada, por lo que decididió que era el turno de demostrar lo que Thievy podría aportar al juego. En el minuto 60 el franco-congoleño ingresó en el campo tras retirar del mismo a Azeez. Francisco rompía el trivote de contención en el centro de campo en busca de una mayor presencia en el frente de ataque.
El cambio no produjo el efecto deseado, con un Thievy un tanto espeso en el control del balón, por lo que Francisco realizó un cambio más; en el minuto 68 sustituyó a Edgar por Soriano, tratando de dar mayor apoyo al juego aéreo rojiblanco y recuperar algo del control del centro del campo que se había perdido con la salida de Azeez. Poco a poco los andaluces recuperaban el dominio que habían llevado durante gran parte del encuentro, aunque seguían sin ver puerta con claridad. sin embargo, la entrada de Soriano si produjo el efecto deseado por el míster urcitano. Finalmente, en el 75 Francisco agotaría sus cambios al retirar del terreno de juego a Verza y dar cabida a Corona.
El Almería se animaba, y poco a poco se aproximaba a la portería visitante. Thievy poco a poco se introducía en la mecánica del partido y en el 80 dispuso de la ocasión más clara de gol para los rojiblancos de la segunda parte, tras un gran disparo que se estrelló en el larguero de la meta de Iraizoz y que posteriormente despejó la zaga visitante. Valverde realizó un cambio más en el 81, Susaeta por Bustinza, teniendo que reajustarse el esquema de juego para las nuevas condiciones del once.
Un "quiero y no puedo" constante
Con el minuto 85 ya sobrepasado el Almería lo intentaba de todas las maneras posibles, pero Iraizoz seguía sin tener que intervenir. Thievy dispuso de otra gran ocasión de gol en el 87, pero se equivocó a la hora de finalizar, y buscó una vaselina por encima del meta que acabó directamente fuera y en saque de puerta. El Almería no se detuvo, y en el siguiente minuto se reclamaría un posible penalti sobre Soriano que el árbitro no vio. El juego sufría constantes trabas por las faltas que Martínez Munuera penalizaba, pero que no hicieron perder en intensidad a los jugadores del combinado andaluz. Tres minutos de añadido y las espadas en todo lo alto. El Almería seguía disponiendo de ocasiones, pero no conseguía culminar ninguna de ellas. Poco a poco, el tiempo se consumía, y la afición andaluza veía como las esperanzas de al menos arañar un punto en casa se desvanecían.
Finalmente, el colegiado decretó el final del encuentro y una nueva derrota del Almería en casa. El feudo rojiblanco, que en esta cita cumplía los 100 partidos albergados en Primera División, volvía a quedarse sin una victoria de su equipo anfitrión durante la presente campaña. Los rojiblancos continúan con nueve puntos, y ven como los de Valverde ponen fin a una mala racha a orillas del Mediterráneo y cómo se acercan en la clasificación, quedando sólo a un punto de diferencia por debajo de la escuadra urcitana.