Ya solo faltan tres días. Escasas 72 horas que, para los aficionados al fútbol de España y, por qué no decirlo, del mundo entero, son una cuenta atrás interminable hasta que empiece a rodar el balón en el partido de los partidos: el clásico del Bernabéu. Sin embargo, apenas dos horas antes de que el foco se pose sobre el estadio del Paseo de la Castellana, otro partido de esos muy relevantes, de los que hay mucho, muchísimo en juego, se disputará en Bilbao, en el Nuevo San Mamés. Una final para la UD Almería (quién iba a pensarlo a principios de temporada). Último contra penúltimo disputándose tres puntos y la posibilidad de hundir, aún más, al contrario en la clasificación. Tres días le quedan a Joan Carrillo para preparar un partido sobre el que estará puesto el foco y las esperanzas (quién sabe si también las frustraciones) de la afición almeriense.
Con la vista puesta en ese choque a cara de perro, ha entrenado hoy el conjunto rojiblanco. Se acaba el crédito (si es que aún lo hay) y el sábado solo vale ganar o ganar. Por ello, el míster catalán ha tenido esta mañana sesión de vídeo con sus jugadores antes de saltar al césped del anexo. A buen seguro que Carrillo ha analizado al Bilbao Athletic (que viene de perder contra el Mirandés), pero también los errores propios, con el fin de subsanarlos.
Después, ya sobre el terreno de juego, se ha podido ver a Fran Vélez entrenar con el resto del equipo, completando casi toda la sesión. Si no hay una recaída es más que posible que el central esté disponible para el sábado. Sin embargo, no hay bien que por mal no venga en este Almería. Quien hoy no se ha ejercitado ha sido José Ángel. El sevillano, titular el pasado fin de semana como lateral izquierdo, es más que probable baja para el próximo partido.
Junto a José Ángel, se quedaron en la sala médica Julián Cuesta y Míchel Macedo. Sin embargo, otros jugadores lesionados, como Dubarbier, Ximo Navarro y Adri han empezado el calentamiento con sus compañeros, antes de ejercitarse en solitario.
El jueves a las 10:30 nueva sesión de entrenamiento. Pasan las horas y se acerca el partidazo del fin de semana. Un partido que debe marcar un antes y un después. No, no es el clásico, para los almerienses este sábado el partido a vida o muerte se disputa a más de 900 km de casa, allá en Bilbao, en la nueva catedral del fútbol.