Con gestos de alivio y alegría ha llegado el técnico de la UD Almería a sala de prensa para comentar sus impresiones sobre el encuentro que ha supuesto la ansiada salvación en la categoría de plata del conjunto rojiblanco ante el Córdoba. El empate a uno permite a los almerienses poder disfrutar un año más del fútbol profesional. Quique adelantó a los rojiblancos en el 35 y De Tomás logró el empate definitivo en el 67; los de Soriano jugaron toda la segunda parte con un jugador menos por la expulsión con roja directa de Lolo Reyes.
Con este resultado y la victoria del Mallorca frente al Valladolid, manda a Segunda B a la Ponferradina, que cayó derrotada en su estadio frente al Girona.
"Ha sido un partido muy difícil aunque el empate en algún momento nos podía valer", comentaba Soriano, resaltando en todo momento que el equipo fue "desde el inicio" a por el encuentro. El Almería ha jugado en todo momento con intensidad y ha gozado de numerosas y claras ocasiones, añadía el maño, para matiza que tan sólo al final jugaron a mantener el resultado".
"La expulsión de Lolo Reyes ha condicionado el partido y tuvimos que aguantar el resultado", se ha lamentado el técnico de los visitantes, quien ha puesto en relieve las numerosas ocasiones de gol que tuvo el equipo, como la de Uche en un mano a mano.
Con más calma y mucho más relajado, se ha mostrado con deseoso de descansar y despejar la mente tras una temporada nefasta: "Tengo ganas de ver a mi mujer y mis hijas y poder abrazarlas, me han apoyado en todo momento". Fernando Soriano inicia así sus vacaciones, al igual que el resto de la plantilla, con el objetivo cumplido y con su futuro aún por determinar: "Tras la destitución de Gorosito, no puse ninguna condición por la que ser renovado".
Para finalizar, ha dejado una puerta abierta a una posible continuidad al frente del banquillo rojiblanco de cara a la temporada que viene: "Debo pensarlo todo muy bien y hacer lo que más convenga al equipo".