Cuanto el delantero portugués aterrizó en Valencia tras una larga negociación con el Real Zaragoza, se marcó la difícil tarea de hacer olvidar a Roberto Soldado, jugador que promedió más de 25 tantos por campaña vistiendo la zamarra del Valencia. Sin embargo, y lejos de al menos erigirse como la referencia ché arriba, Hélder Postiga no ha logrado si quiera alcanzar la titularidad indiscutible en el estilete de ataque.
El principio de una sequía
Hélder Postiga comenzó la temporada como referencia ofensiva, en la victoria sobre el Málaga, demostrando garra y trabajo; pero una falta evidente de recursos ofensivos. Su primer tanto llegó pronto, en la jornada 2 en Cornellá, tras una buena jugada trenzada de su equipo; sin embargo, el Valencia completó una insulsa segunda parte, y cayó derrotado ante el empuje perico.
Su mejor versión llegaría ante el FC Barcelona, convirtiéndose en la figura de la posible remontada, con un gol de alto calibre y otro merced a un remate preciso de cabeza. Pero ahí quedó el rendimiento de Postiga; desde entonces, acumula doce encuentros en Liga BBVA sin perforar la puerta contraria, y otros cuatro más en Europa League. Números extremadamente pobres para el que en teoría era el delantero titular del Valencia.
Relegado a la suplencia
Pronto se percató Miroslav Djukic de esta situación, dado que el Valencia atravesaba la misma dificultad de cara a puerta que el jugador luso. Ahora, Postiga acumula 4 jornadas de Liga BBVA consecutivas siendo suplente, optando el técnico serbio por Paco Alcacer o Jonas en la demarcación del nueve. Por ahora, este puesto parece indiscutible para el brasileño, tras el hat-trick logrado ante Osasuna.
Postiga no marca en Liga desde la jornada 2
Y es que esto parece no tener solución, pues cada vez que el míster balcánico le da la oportunidad de entrar en los minutos finales, este lo desaprovecha. Ante el conjunto navarro gozó de una clara oportunidad, a pesar de sancionar el colegiado una falta previa, pero su remate se marchó directamente fuera. El 9 ché disparó dentro del área pequeña, completamente solo, pero sin suerte.
Lo mismo ocurrió en una jugada unos minutos antes, en un rápido contraataque de su equipo, en el que controló el cuero en la frontal, y fue incapaz de asistir a dos de sus compañeros que se encontraban libres de marca a su derecha. De nuevo evidenció una clara falta de ideas y técnica con el esférico en sus pies.
Alcacer pone la técnica, Jonas el gol
No todo es remate y gol en la parcela ofensiva. Postiga muestra de manera clara falta de técnica y remate, convirtiéndose en una isla a la deriva esperando a recibir un centro puesto a su cabeza. Sí que es verdad que el portugués pone lucha y entrega, pero en un club que quiere pelear por las posiciones altas de la tabla, esto no es suficiente.
Un buen ejemplo es Paco Alcacer, delantero canterano del Valencia, que tuvo una serie de encuentros como titular. En ellos, y sobre todo en el disputado en Getafe, mostró el camino a seguir a Postiga. Un enorme repertorio de desmarques al espacio, y sobre todo, al primer palo, donde mayor peligro lleva un delantero.
El caso de Jonas es diferente, el ariete brasileño no es tan participativo en algunos momentos del juego, pero de nuevo, tras varios encuentros alejado del gol, lo ha vuelto a encontrar. Tres remates al primer toque, desde dentro del área, le dieron el trío de goles. Con 8 tantos en su haber, se desmarca como el goleador ché, y el delantero titular que ha estado buscando Miroslav Djukic.
Subirse al tren, o continuar con la apatía
El Valencia afronta dos encuentros, que en teoría deben ser fáciles para el cuadro ché. El primero de ellos, ante el Nástic en Copa del Rey; y el segundo, frente al Kuban Krasnodar en Europa League, con el equipo de Mestalla ya clasificado en primera posición del grupo A. En ellos, el delantero portugués tendré la oportunidad de demostrar su valía, y convencer a su entrenador de que puede ser útil para el equipo. Mientras, la parcela deportiva ya piensa en futuros refuerzos en el mercado invernal; todo depende de su actuación en esta recta final del año. Postiga debe dar un paso adelante, su futuro está en juego.