Ilusionada la grada de Mestalla tras ganar el derbi y con ánimos reforzados se vieron unos primeros minutos en los que el equipo de Juan Antonio Pizzi trató de llevar la iniciativa. Con buenas combinaciones en un mediocampo algo más poblado de lo normal trataba de romper una defensa bien estructurada del Atlético de Madrid. Parejo y Míchel se buscaban y así fue como llegó la primera ocasión clara del partido, tras una combinación entre ambos desde mediocampo hasta la frontal donde el exmadridista disparó con rosca buscando la escuadra de Courtois. Marrada la primera ocasión, el guión no cambiaba con un Valencia que trataba de combinar con apoyos cortos haciendo bascular al rival en pos de penetrar por fuera con las incorporaciones de los laterales. Una idea del recién llegado técnico argentino que poco a poco comienza a vislumbrarse sobre el terreno de juego.

Los visos del partido no permutaban con un repliegue intensivo del Atlético y presión organizada sobre el balón a partir de medio campo. En ocasiones las basculaciones eran excesivas pese a las buenas ayudas de Adrián a un lado u otro, pero no terminaba de aprovecharlo el cuadro ché. Los blanquinegros veían como los atléticos les tapaban bien todos los huecos sin posibilidades más allá de disparos lejanos. Eso sí, los colchoneros desaparecieron durante el primer tercio del partido con únicamente un bagaje de dos jugadas a balón parado con el inherente peligro que portan dichas acciones en la escuadra de Simeone.

Pese a ello, la primera gran ocasión del partido la tendría Raúl García dentro del área y algo escorado a la derecha. Como si de balonmano se tratase los rojiblancos portaron el esférico desde la izquierda con una acción individual de Adrián hasta el exosasunista con paso previo por Diego Costa. El disparo en busca de la escuadra del primer palo fue repelido por un bien colocado Vicente Guaita, evitando así que el Atlético se adelantara cuando comenzaba a desquitarse del dominio valencianista inicial. Tras varias nuevas acometidas locales en forma de posesiones largas, el Atleti percutió sobre el área del equipo mediterráneo en un contragolpe entre Adrián y Diego Costa que no culminó eficientemente el brasileño.

La tónica en la reanudación no cambiaría en demasía en relación a lo que se vio durante los primeros cuarenta y cinco minutos. Con el Valencia tratando de desarbolar la bien armada estructura defensiva atlética, aunque con algo más de velocidad en las combinaciones debido a la mayor movilidad de sus futbolistas interiores. Así, tras una segunda jugada de saque de esquina el balón le cayó a Bernat en el pico del área izquierdo y tras una bicicleta buscó el interior del área de penal para terminar disparando abajo con la derecha. El tiro fue rechazado por Courtois y dentro del área a la media vuelta disparó Míchel con potencia al cuerpo de uno de los defensores colchoneros. Esta acción suponían los primeros disparos entre palos del equipo valencianista en lo que se llevaba de partido. Paulatinamente la banda izquierda ganaba presencia y la figura de Bernat se agrandaba desbordando por fuera del mismo modo que lo trataba de emular Fede en el perfil contrario.

A la hora de partido ambos técnicos trataron de buscar con más ahínco el gol y lo plasmaron sobre el césped dando entrada a Arda y Feghouli en lugar de Guivalogi y Míchel. Ambos suprimían una pieza de equilibrio en una medular sobrepoblada para dar algo más de calidad por fuera y, ante todo verticalidad. La línea algo más avanzada del equipo capitalino no evitó que las combinaciones y casta valencianista se continuasen imponiendo en un Mestalla que se enchufaba a medida que pasaban los minutos. El Cebolla Rodríguez trató de dar algo de aire a su equipo en la zona ofensiva después del gran trabajo de Adrián en el aspecto defensivo. De hecho, una jugada individual del uruguayo provocó una falta en la frontal disparada por Gabi rozando el larguero de la meta ché.

Guaita fue villano, Courtois verdugo y Postiga el héroe

Cuando menos lo esperaba la grada de Mestalla mitad infortunio, mitad mala intervención provocó el gol del Atlético. Un centro desde la esquina muy cerrado en el área pequeña conllevó a Guaita a salir sin oposición para despejar de puños erróneamente y dejarle a Raúl García el balón en boca de gol con la única empresa de empujar el balón a la red. Canales entraría por Bernat y su primera acción sería un disparo lejano que cerca estuvo de superar a un Courtois que se estiró para hacer la parada de la noche contrariamente a lo acontecido minutos antes con el cancerbero opuesto.

Vetaba las aspiraciones chés el belga y así lo volvió a demostrar con una buena parada abajo a tiro de Piatti desde la frontal perfilado a la izquierda después de una gran acción individual de Feghouli. Una buena reacción del guardameta rojiblanco que dejó a Canales el balón franco a la altura del punto de penal. El final de la jugada, en el limbo. No cesaron las tentativas valencianistas y una nueva maravilla individual de Feghouli desembocó en un potente disparo del africano desde la altura de la frontal del área con una nueva excelsa intervención del arquero belga.

El empeño de Mestalla, de los jugadores y de la afición, no podía con la resistencia colchonera. Asediando el área poblada de los rojiblancos sin tino ni suerte en sus acciones. Postiga dentro del área envió un balón desviado dentro del área ante la buena oposición de los zagueros visitantes y todo parecía terminar para los de la capital del Túria. A falta de un minuto el luso tuvo la última oportunidad marrada, porque segundos después una gran acción de Guardado doblando por dentro para llegar a poner un centro a la entrada de Feghouli al segundo palo. El argelino con un mal disparo dejó en boca de gol a Postiga el tanto del empate haciendo estallar al feudo ché de júbilo mientras insuflaban ánimos a los suyos en  pos de una posible remontada en el partido de vuelta siete días después.