Vencer por placer

El Valencia derrotó al Elche en un descafeinado derbi autonómico. Los blanquinegros sumaron tres puntos que perfilan su posición en la tabla. Los locales quisieron brindarle un regalo a la afición tras la resaca europea. El Elche desperdició un penalti para igualar la contienda. Los ilicitanos no mostraron en ningún momento jugarse la permanencia. Los héroes europeos tuvieron que arreglar el choque tras el descanso. Parejo volvió a ejercer del líder con el tanto del triunfo. (Foto: Carla Cortés | VAVEL).

Vencer por placer
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Por Iván Carsí Sánchez

Temperatura y horario idóneos. Había ganas de consumir valencianismo tras la exaltación de Paco Alcácer. La afición quería ver algo de espectáculo. Más allá de no jugarte nada. La casta salió en la segunda mitad. De nuevo el Valencia aguerrido. El de siempre.

Los cambios trajeron a los "espartanos" al campo. Ellos lo arreglaron. Otra vez. Como contra el Basilea. Fede, Alcácer y Parejo fueron protagonistas en la victoria. Los dos primeros saliendo desde el banco. Ambos demostrando como se levanta a Mestalla. A base de esfuerzo y trabajo. Sin importar la tabla, ni el rival. Jugando por la sensación de ganar. 

Los valencianistas recuperaron sensaciones. Las llegadas al área ilicitana caían una tras otra. Tan solo Manu Herrera evitó una goleada mayor. Simplemente retrasó la victoria blanquinegra. Varios avisos ponían en alerta a los visitantes. Pero Parejo ejerció de capitán. De timón del barco una vez más. Como todo el año. El mediocentro recordó a Rubén Baraja con un disparo mágico que se coló el meta rival. Demostró porqué es el dueño y señor de la medular valencianista.

Pacto de no agresión al descanso

El equipo de Juan Antonio Pizzi salió con ganas. Pero se pronto se diluyeron. El café vespertino no hizo demasiado efecto. El partido se jugaba en campo ilicitano. Se jugaba o se intentaba jugar. De manera estrambótica llegó el primer tanto. Míchel con un remate nefasto habilitó a Pablo Piatti en el corazón del área. El fútbol quería hacer justicia con el argentino. El menudo Piatti envío el cuero al fondo de la red. 1-0. Visto y no visto.

Los locales desaparecieron. Prefirieron disfrutar de la temperatura y el sol de Valencia. El conjunto ilicitano, que no se enteraba mucho de la película, quiso aportar su granito de arena a la plácida tarde. Míchel y Vicente Guaita ayudaron a firmar la paz. Errores garrafales de ambos ofrecieron una magnífica oportunidad a su rival. Coro no quiso ser menos que Piatti y firmó el empate antes del descanso.

Turno para los menos habituales

Con el Valencia apostando al all in europeo, Pizzi debía rotar. Rotaciones comedidas, eso sí. Las bajas no permitían especular mucho con el once. Vezo recuperó su sitio en la zaga para seguir creciendo. Al igual que el portugués Barragán fue titular. El lateral se ha visto relegado al banco por Joao en las últimas citas. Por delante Míchel tenía la enésima oportunidad de agradar a la parroquia valencianista. Piatti, Oriol y Jonas se jugaban tener mayor presencia en la inminente eliminatoria europea.

Tan solo Piatti brilló. El zurdo aprovechó sus minutos con un tanto. El interior era imprescindible para el entrenador antes de su lesión. Quiere volver a sumar. Al contrario que su compañero en ataque. Jonas sigue desconectado y sin cobertura. El brasileño, que portó el brazalete de capitán, volvió a mostrar gestos de indolencia sobre el verde. Parece tener la mente lejos de la capital valenciana. Otro que podría volar del nido es Míchel. El de Burjasot sigue sin demostrar grandes cosas. Una incorporación de relleno en verano. Aun así no da motivos para formar parte de todo un Valencia. El gol visitante llega por un fallo suyo. No empezó la segunda mitad.