Se cumplía el tiempo de prolongación cuando Sergio Busquets fusillaba a media volea un rechace del portero Diego Alves. Mestalla enmudecia y el gol del FC Barcelona sentaba como un jarro de agua fría en el feudo valencianista. En mitad de la celebración conjunta de los jugadores blaugranas junto a una esquina del campo, Leo Messi recibia un lanzamiento de una botella de agua sin tapón proveniente de un sector de la grada. Posteriormente, el argentino sería amonestado con tarjeta amarilla tras replicarle estos hechos al árbitro.
A raíz de estos fatídicos hechos, el club ché ha enviado un escueto comunicado lamentando el lanzamiento de la botella, de forma aislada, y sin consecuencias para Messi. También informa de que tratará de localizar al agresor y de denunciarlo prohibiendole entrar al estadio de forma vitalicia.
Finalmente el club recalca su total involucración a favor de la no violencia y de que cumple escrupulosamente con todas las medidas de seguridad previstas en la legislación.