Quilates sin gol

El tridente ofensivo valencianista formado por Alcácer, Rodrigo y Negredo sólo ha conseguido marcar 10 goles. Un dato desalentador que se acentúa fuera de casa. La falta de puntería y el juego los principales problemas.

Quilates sin gol
Rodrigo, Negredo y Alcacer posan para la revista del club. (Foto: Valencia CF)
hecjuahe
Por Héctor Juan

La imagen del pasado partido en la Rosaleda abrió la veda. El cuadro de Nuno fue incapaz de crear peligro en la meta de Kameni. Un equipo extraviado y manifiestamente desorientado a la hora de atacar fuera de casa en lo que llevamos de campeonato liguero.

El decaimiento fuera de tierras valencianas ha cobrado sus primeros perjudicados: el tridente ofensivo. Diez goles en Liga entre Paco Alcácer, Rodrigo Moreno y Álvaro Negredo. Unas cifras paupérrimas lejos de lo que nos tienen acostumbrados estos delanteros tanto en Mestalla como a nivel individual.

Inicios esperanzadores

La llegada de Peter Lim y su séquito llevó consigo grandes cambios en la estructuración de la plantilla. El club pasaba de fichar a delanteros cómo Hélder Postiga o Dorlan Pabón como referencias en punta la pasada temporada, a contratar nombres importantes y de proyección de la talla de Rodrigo. El primero en desembarcar en la capital del Turia de la mano de Meriton. El hispanobrasileño se sumaría a un joven Paco Alcácer que había acabado la temporada con goles importantes en Europa League y llamando a la puerta de Vicente del Bosque para ser partícipe del rejuvenecimiento de la selección.

Finalmente, cómo broche de oro: Álvaro Negredo. El ariete se convertía en el último presente del magnate singapurense a la afición. Goles avalados por una trayectoria brillante en Sevilla y Manchester.

¿Falta de puntería o trabas en el juego?

Los continuos cambios en el sistema de juego por Nuno Espírito Santo no dan con la tecla. Un equipo cimentado en defensa pero sin chispa arriba. Sus figuras no consiguen embocarla y otros jugadores se encargan de ello. Los tres y dos goles de Rodrigo y Negredo se pueden comparar a los siete goles de Parejo o los dos y tres de los centrales Otamendi o Mustafi. El caso de Alcácer es distinto. Lleva cinco tantos, pero últimamente no tiene la ocasión de jugar minutos al ser suplente.

Es cierto que los delanteros no han estado acertados, pero ya sea con trivote o rombo, el Valencia no carbura y no consigue conectar con los puntas. El balón no sale con fluidez y Negredo, por ejemplo, tiene que bajar a medio campo a recibir el balón, lo que lastra su potencial dentro del área.

Otro error que fomenta la falta de ocasiones es la disposición de los delanteros y el aprovechamiento de espacios. Contra el Málaga, la pareja atacante se encontraba en paralelo y no hacía ánimo de desmarques que rompan la línea y generen nuevos espacios.