Cuando el Valencia salte a Mestalla este miércoles para enfrentarse al Mónaco estará en juego algo más que una mera victoria o una derrota. Los de Nuno no solo deben vencer para entregarle a la afición el ansiado regreso a la UEFA Champions League y reforzar una ilusión que llevó en volandas al equipo el año pasado, sino que está en juego la viabilidad económica de un club que ha apostado fuerte este verano esperando una recompensa, la eliminatoria ante el equipo francés es la confirmación de si el equipo está haciendo las cosas bien o mal.

Este año el premio por estar entre los mejores equipos del viejo continente es si cabe más goloso. El Valencia percibiría un total de 14 millones de euros por participar en la fase de grupos, mientras que si no logra derrotar al Mónaco el premio sería mucho menor, tres millones por haber participado en el play-off y un 10% del valor total que se asigne a los clubes españoles en concepto de Market Pool, lo que dejaría el montante total en una cifra cercana a los cuatro millones de euros.

Además de esta cuantía fija por participar, la Champions League tiene premio en función de los resultados, cada victoria se percibe 1,5 millones y cada empate 0,5. A partir de ahí cada ronda multiplica la cifra total, 5,5 millones por jugar los ocstavos de final, 6 millones por jugar los cuartos de final, 7 por una semifinal, 10,5 por ser finalista y 15 millones por ser campeón.

Con estas cartas y una inversión de más de 100 millones con llegadas como Negredo, Rodrigo, Santi Mina o André Gomes, el Valencia se plantea esta fase previa como una auténtica final. Hay mucho en juego, desde la ilusión a tener la cartera llena. Todo pasa por un Mestalla que debe comprender el momento que vive el club y lo trascendente del partido, ya no valen los pitos del Trofeo Naranja, el  Valencia se juega la vida a dos partidos.