En Gijón sabían que no iba a ser fácil el regreso a Primera, y el tiempo les ha dado la razón. Tras un periplo de tres años en la categoría de plata, esta temporada volvían a disfrutar del fútbol de la mejor Liga del mundo en El Molinón. El equipo asturiano ha sufrido una primera vuelta llena de altibajos, y ha encadenado jornadas sin ganar con algunas victorias importantes en su lucha por la permanencia. Resultado de ello, los pupilos de Abelardo marchan ahora en la decimoséptima posición, con 18 puntos y solo a uno del límite de Primera, que ahora mismo marca el Rayo Vallecano.
La parte de abajo de la clasificación siempre ofrece una lucha muy reñida, y este año no iba a ser una excepción. Solo siete puntos separan al último del decimocuarto clasificado, y en medio de ese barullo se encuentra el equipo gijonés. Cada punto que rasquen puede ser vital a final de temporada, pero Abelardo parece haberse apuntado a la escuela de Paco Jémez: no le valen empates, solo intentar ganar siempre. De hecho, el Sporting no acaba en tablas en Liga desde el 19 de octubre, cuando igualó a 3 un partido ante el Granada. Desde entonces, nueve derrotas y tres victorias, una mala estadística, desde luego. Pero en Gijón disfrutan de un equipo que, gane o pierda, sale a morder y ganar en todos y cada uno de sus partidos. La directiva sportinguista parece apreciar esto, y Abelardo cuenta con toda la confianza de sus superiores. Tras una 'record' de ocho derrotas y solo una victoria desde el 8 de noviembre -aunque, eso sí, ante rivales de entidad-, el técnico asturiano permaneció en su puesto. Y en la última jornada, una importante victoria por 5-1 ante la Real Sociedad que les permitió coger aire.
El Valencia deberá esperar hoy en Mestalla a un equipo aguerrido y peleón, con el carácter de aquellos que saben que en cada partido se juegan su vida. Los de Neville ya consiguieron en El Molinón su primera victoria de la temporada, gracias a un solitario tanto de Paco Alcàcer en combinación con Bakkali. Hoy no contará con ninguno de los dos para vencer al combinado sportinguista, y deberá dar lo mejor de sí mismo para amarrar tres puntos de tranquilidad.