Uno de los laterales más prometedores y goleadores de nuestra Liga en los últimos años emigró desde tierras portuguesas hacia Granada. Tras ser relacionado numerosas veces con el Real Madrid para sustituir a Fabio Coentrao, el italo-brasileño desembarcó a orillas del río de la capital en la temporada 2014-2015.
El Atlético de Madrid se hizo con sus servicios unos meses después de firmar una de las mejores campañas de su historia. Los colchoneros rompieron la hegemonía de Madrid y Barcelona conquistando el título liguero y siendo finalistas de la Champions League. Durante el mercado de verano, la gran actuación del Atleti en Europa no pasó desapercibida en Inglaterra, lo que supuso la marcha de dos de sus pilares, Diego Costa y Filipe Luis.
Suplir a dos jugadores de esa talla no fue fácil para los rojiblancos, y ahí Siqueira entró en escena. Una gran campaña en el Benfica portugués donde ganó Liga y Copa le hizo recalar en el conjunto de Diego Simeone.
Irregularidad y falta de confianza, las claves de su salida definitiva
Traspaso de 10 millones de euros y debut frente al Real Madrid en la Supercopa de España, donde su nuevo equipo venció al que pudo ser y no fue, el conjunto de Carlo Ancelotti.
Disputó a lo largo del año 25 encuentros ligueros, sin embargo sus actuaciones no convencieron a la parroquia colchonera. Todo el mundo quería ver al futbolista del Granada, pero lo cierto es que eso no sucedió. Un episodio que no agradó al cuerpo técnico fue el sucedido en Mestalla por el mes de octubre, cuando tiró un penalti que debió ejecutar Mandzukic, saltándose la norma de su entrenador y además errando el mismo.
Desde ahí, dos expulsiones, un gol y una losa sobre su espalda mientras el Vicente Calderón echaba de menos al otro brasileño, al que partió para Londres. El pasado verano regresó el hijo pródigo y Siqueira vio cómo su sombra se desvanecía por los pasillos del Cerro del Espino, lo que hizo suponer una salida antes del fin de mercado. Sin embargo, se quedó y hasta la fecha había disputado únicamente 90 minutos en un sólo partido, sin tener apenas opciones con Filipe e incluso con Gámez por delante suya.
Llega a Valencia un lateral que quiere volver a las andadas. Unos pasos que le llevaron a ser uno de los zurdos más cotizados y queridos en Europa. Neville y el Valencia le necesitan.