"Luis Suárez...oh, what a goal!!" Esas fueron las palabras más repetidas durante la temporada 2013/2014 en la Premier League y probablemente, las que llevaron al FC Barcelona a acometer el fichaje del charrúa. El por entonces jugador del Liverpool era todo lo que había estado buscando el club desde la marcha de Samuel Eto´o: goles, actitud y compromiso en el terreno de juego. Desde la marcha del camerunés los herederos del número 9 no habían estado a la altura de las expectativas. Tampoco aquellos que llegaron con la vitola de ejercer de delantero centro. Tras los fiascos de Ibrahimovic, Bojan, Villa y Alexis el desembolso de 81 millones de euros pareció la mejor formar de solucionar el problema que lastraba al Barcelona en ataque. Sin embargo, el Mundial de Brasil provocó un giro inesperado en la historia de Luis Suárez.
El mordisco y la sanción FIFA
Durante la celebración del Mundial, en el choque que enfrentaba a Italia y Uruguay, Suárez perdió los papeles y propinó un mordisco a Chiellini en el hombro. La FIFA actuó contra el uruguayo y lo sancionó con la prohibición de disputar 9 partidos oficiales y lo alejó durante cuatro meses de la práctica deportiva del fútbol. El ex del Liverpool vio retrasado su debut con los culés a enero, que además tuvo que entrenar al margen.
El regreso al fútbol
Suárez regresó a los terrenos de juego en El Clásico. Madrid y Barcelona se enfrentaban en un duelo que atrajo más focos de los habituales por la titularidad del uruguayo. Tras más de cuatro meses alejado del fútbol, su presencia en el juego fue limitada y pronto cayeron las primeras críticas a su estado físico. Sin embargo, con el transcurso de la temporada Suárez demostró que el FC Barcelona no se había equivocado con su fichaje y acabó la Liga con 16 goles y 14 asistencias.
Un delantero diferente
Luis Suárez no solo acumula gol. Es un delantero moderno y diferente que no vive en el área. Sus movimientos van más allá y su capacidad de asociación le permite moverse por cualquier posición ofensiva. No está dotado técnicamente de una gran habilidad en el regate pero posee cambio de ritmo y velocidad para frenar en seco y deshacerse de sus marcadores. Ya lo demostró en Inglaterra, donde no era raro verle en banda para colarse en el área, bailar a las defensas rivales y definir con tranquilidad a gol. En España y por las características de sus compañeros, Neymar y Messi, su movimiento está más reducido al eje central del ataque, donde fija, desplaza y abre huecos entre la defensa para permitir las incursiones de sus compañeros de baile. Su sacrificio en ataque le permite regalar numerosas asitencias de gol. La temporada pasada ofreció 14 y en esta ya acumula 6.
Una vida ligada al gol
Hablar de Luis Suárez es hablar de gol. Ha promediado más de 10 tantos en cualquier liga que ha disputado, pero fue sobre todo en su salto a Europa cuando se destapó como un auténtico "killer". En el Ajax acabó promediando más de un gol por partido y en el Liverpool fue el hombre clave que acercó a los reds a una posible reconquista del título liguero. Sus 31 goles en liga le permitieron hacerse con el trofeo de pichichi de la Premier y con la Bota de Oro.
De momento, ya ha superado los registros goleadores de la temporada pasada, y hoy frente al Valencia, querrá volver a demostrar por qué su vida está ligada al gol.